Fotogalería: así se vivió en París la consagración de Francia en el Mundial

Los franceses salieron a las calles a celebrar el triunfo ante Croacia en la final de Rusia 2018.

Fotogalería: así se vivió en París la consagración de Francia en el Mundial
Fotogalería: así se vivió en París la consagración de Francia en el Mundial

"¡Ouiiii!", "íAquí está la segunda estrella!". Una explosión de entusiasmo y de gritos se oyó el domingo en Francia, tras la victoria de los Bleus (4-2) en la final del Mundial de fútbol frente a Croacia.

En pocos minutos, los Campos Elíseos de París se llenaron de gente para celebrar esta segunda Copa del Mundo de los Bleus. En 1998, fueron más de un millón de personas las que festejaron este triunfo en "la "avenida más bella del mundo".

Desde la "fan zone" de la Torre Eiffel hasta los centros de las ciudades de Lyon, Lille o Marsella, pasando por el estadio de Burdeos y las plazas de los pueblos, millones de seguidores franceses saltaban de alegría y el alborozo estalló en todo el país, que aguantaba la respiración desde la mañana.

"íGanamos, ganamos!", gritaba la multitud en la "fan zone" parisina. "Es maravilloso, maravillo", decía emocionada Martine, de 58 años, que vino con su hija a este espacio donde había unas 90.000 personas, que vieron la retransmisión del partido en un ambiente de euforia.

Las calles de la capital francesa estaban repletas de gente. Incluso las campanas de de Notre-Dame repicaron por la victoria.

En el Carillon, uno de los bares que fue blanco de los atentados yihadistas de noviembre de 2015, las cervezas volaban por los aires y los clientes saltaban de alegría.

"Ser campeones del mundo aquí, es simbólico", tres años después de los ataques, explicó Benoît Bardet, un joven consultor en informática "no especialmente fan de fútbol". "Venir aquí con mis amigos, era una forma de recordarlo y de demostrar que París nunca muere".

En Bondy, en las afueras de París, el cuarto gol, marcado por Kylian Mbappé, originario de la ciudad, se festejó con especial entusiasmo. "íKylian, lanzó, Kylian, marcó, Kylian, balón de oro, Bondy campeona, la Copa del Mundo es para Francia!", gritaban los jóvenes, mientras cantaban "I will survive", el tema que se convirtió en el himno de la victoria de los franceses en 1998.

Veinte años después del "black-blanc-beur" (negro-blanco-árabe) de 1998, un mito hoy en día trillado, los 23 Bleus presentes en Rusia, de los cuales 14 tienen orígenes en el continente africano, reivindicaron con ahínco su identidad francesa.

"Ver a todo el mundo reunido en la calle de esta manera, es una locura. Ya no hay problemas, ni racismo, todos se juntan. Esto sólo lo vives con el fútbol", estimaba Ludovic Guaignant, técnico en electrónica.

Thomas Bazzi, de 31 años, festejó la victoria en un bar del centro de París, "con confianza renovada". "Estamos en un país bajo demasiada presión, económica, social. Necesitábamos esta ventana de esperanza", dice Bazzi, quien se atreve a predecir un "baby boom".

En términos de popularidad, para el equipo de Francia es una especie de renacimiento después de múltiples escándalos y del fiasco de la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010, donde los jugadores hicieron huelga y acabaron eliminados.

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