Vicentico lanzó “El pozo brillante”: cómo es el disco que según él “no tiene hits”

Después de siete años, lanzó un nuevo álbum solista, en el que invita a una cita con el baile y la balada.

Un Vicentico reflexivo, ecléctico e indefectiblemente romántico. Siempre atento a los sentimientos colectivos. El disco que lanzó ayer como solista, después del lejano “Último acto” (data del 2014), es un material que nació en circunstancias particulares, como todo el último año. Es “El pozo brillante”.

Cuando la pandemia empezó, el disco ya estaba grabado. ¿Quién iba a imaginar que la publicación se iba a estirar durante más de 12 meses? “El pozo brillante” (un título enigmático, sí, que insinúa pesimismo y optimismo) fue dándose a conocer de a poco durante el año pasado. Fueron las canciones “Freak”, “No tengo”, “Cuando salga” y “Ahora” las que fueron presagiando el álbum, lanzado oficialmente ayer.

Es el testimonio vivo de un mundo que se volatilizó: para producirlo, Gabriel Fernández Capello hizo innumerables viajes a Nueva York durante el 2019, con el fin de redondear algunas de las perlitas que escucharán.

Es que la producción convocó a un plantel magistral de músicos: Mariano Otero, Didí Gutman, el percusionista Gustavo Martelli y Sebastián Fucci en piano, además de Sergio Wagner y Ramiro Flores en vientos, entre otros. Además, los guitarristas estadounidenses Gerry Leonard y Chris Bruce, el tecladista Glenn Pascha, y Tony Mason y Gunnar Olsen en batería.

Portada del último disco de Vicentico.
Portada del último disco de Vicentico.

Pero “El pozo brillante” “no es un disco que tenga hits”, aclaró Vicentico en una reciente entrevista a diario Clarín. “No estoy buscando eso, porque siento que la idea esa se perdió. La situación, para un artista de nuestra edad, está complicada. ¿Qué sería que te vaya bien con un disco?”, preguntaba, de una forma un tanto retórica: tener éxito hoy es levantar millones de visitas en una canción de YouTube, o que Spotify te ponga en sus rankings.

La charla exclusiva que mantuvo con Clarín rondó por momentos en una extraña nostalgia: “Me cuesta mucho, en este momento de mi camino como músico, pensar de ese modo”, decía sobre los nuevos estándares del éxito.

“Lo puedo leer así en otros artistas. Pero de la pandemia hasta acá todo cambió tanto, y es tan extraño que de verdad me pongo contento si apareciera la idea de hacer un show. Tengo ganas de eso, porque se perdió algo que hacía naturalmente, cuando todos los fines de semana tocaba o me iba de gira. Estoy atrás de eso. Y con el disco, lo que busqué es que tenga muchas capas, que mi música suene con profundidad”, explicó.

Son once canciones que pendulan entre lo bailable y la balada (“Cuando salga”, por ejemplo). También hay reversiones, como su propia interpretación de “Ain’t Got No, I Got Life”, popularizado por Nina Simone (el tema “No tengo”) y hasta alguna insinuación trapera (“Rima”).

Vicentico aseguró que cada vez le cuesta más hablar y explicar su música. Pese a lo esforzado, aseguró que en el disco hay diferentes formas de encarar la composición: “[’Freak’] Es como un engendro que tiene la influencia del arreglador mexicano Juan García Esquivel de los ’50; unos arreglos barrocos y psicodélicos, que se repiten en el disco varias veces, en ‘Tengo miedo’, y en ‘Ahora’ también”.

Agregó: “Hay otro estilo, que es cuando me acerco a las canciones de un modo más serio y a la vez más peligroso. Me voy metiendo con algo mío que no sé muy bien qué es”, explica sobre temas como “Quién sabe”, “Rima” o “Sólo para mí”.

¿Qué puede decir sobre el título?: “Tengo con una visión interna medio apocalíptica, y supongo que tiene que ver con que yo pienso así”, dijo. “Hay algo muy hermoso en la tristeza y la oscuridad. Y hay un motor también, ahí. No es que uno se queda quieto con eso y no sabe qué hacer con su tristeza”.

Pero también poner límites: “Está bueno tener cuidado con eso, estar atentos, saber salirse antes de caer en un pozo del que no se pueda salir”, percata. “Pero tampoco la boludez de hacer que eso no existe. No juntarse con eso es un poco raro. Como negar que somos unos seres extraños”, definió el líder de Los Fabulosos Cadillacs, quien en julio cumplirá 57 años.

El punto es que los sentimientos de hoy se explayan en este disco. “Hay algo de los tiempos que la pandemia puso en cuestión, de si vivimos para adelante, para atrás o para el momento. Para mí, ‘El pozo brillante’ es eso”, sintetizó. "

Es un poco donde todo pasa a la vez. Y la música es de las pocas cosas que son claramente ahora, que no son para el futuro ni para atrás. La escuchás en el momento. Lo estás tocando para ese momento. Yo escucho una canción, la que quieras de Los Beatles, que tienen tanta historia para nosotros, y cada vez que lo hago soy ese chico escuchando esa canción, y también este tipo de ahora. Vas al pasado, pero es ahora. Es lo hermoso que tienen la música y el arte”.

Hoy Vicentico echa de menos los primeros meses de la cuarentena, cuando supo ver con buena cara el tiempo de aislamiento y reflexión. Ahora admite que tiene muchas ganas de hacer cosas y que lo que más anhela es hacer un show en vivo, “aunque sea para 30 personas”.

Juega al fútbol, anda en bicicleta y se junta a veces a grabar con Mariano Otero... Pero también se pone a recordar: como cuando, a raíz de la muerte de Maradona, se acordó que una de las veces que se encontró con él el Diez le había dicho que su canción favorita era “My Way”. Al día siguiente de ese fatídico 25 de noviembre, decidió grabar su propia interpretación como homenaje, aún asumiendo “lo difícil que sería hacer una versión copada”.

Ahí se abrió un caminito, y ya tengo unas 10 o 15 canciones que en algún momento, pronto, podrán salir”, dijo sobre esas grabaciones tramadas durante la pandemia.

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