Jay Parini, autor de “Borges y yo”: “En el libro combino realidad y ficción sin remordimiento”

Entre las novedades que trae el próximo 24 de agosto, aniversario de nacimiento del escritor argentino, destaca este polémico libro, que Kodama acusó de “mentiroso”. Las palabras exclusivas de su autor.

Parini es un reconocido académico estadounidense.  Crédito: Oliver Parini.
Parini es un reconocido académico estadounidense. Crédito: Oliver Parini.

Se acerca un nuevo aniversario del nacimiento de Jorge Luis Borges, el 24 de agosto, y como cada año proliferan novedades en torno a él: es un escritor que se expande a la manera de un Aleph y que guarda en sí derivaciones inimaginables. Desde un festival por streaming que quiere ser el “Lollapalooza” de sus fanáticos millennials y centennials (ver recuadro) hasta un libro revelador como “Borges y yo. La novela de un encuentro”, escrito por Jay Parini.

El libro, editado recién a principio de este mes en español por Emecé, ya da la vuelta al mundo desde el año pasado. En él Parini, profesor de la Universidad de Middlebury y reconocido biógrafo de escritores como John Steinbeck, Robert Frost, William Faulkner y Gore Vidal, cuenta cómo fue su encuentro con Borges allá por 1971 en Escocia, cuando era un estudiante estadounidense que “huía” de la Guerra de Vietnam estudiando un doctorado en el extranjero.

Lo curioso de la historia es que ambos emprendieron, muy a la manera de una “road novel”, un viaje por las tierras altas escocesas. Un territorio que “Georgie” evocó muchas veces en sus escritos y para el que guardaba especial cariño y fascinación. Esa aventura, subidos a bordo de un Morris Minor modelo 1957 al que Borges llamaba “Rocinante”, los llevará hasta el propio lago Ness.

"Borges y yo", editado por Emecé, se puede conseguir por $1890 en las librerías.
"Borges y yo", editado por Emecé, se puede conseguir por $1890 en las librerías.

En el medio, hay episodios polémicos que provocaron que María Kodama lanzara un escandaloso grito al cielo y que podrían provocar, como mínimo, un gesto de incomodidad en el argentino que los lea: como cuando en Killiecrankie él toma unas pintas de más y se la pasa orinando toda la noche. O como cuando, en la Carnegie Library, ante el espanto del bibliotecario y el propio Parini, se pone a lamer el lomo de un libro. “Algunos libros deben ser probados, pero otros, devorados”, les dijo.

En todo caso, el episodio más extraño es cuando en un B&B les toca dormir en una pequeña cama y Parini describe lo que se sentía dormir al lado de ese hombre tan extraño, a quien -dicho sea de paso- nunca había leído. Por ello, el libro nunca se transforma en un “fanservice” borgeano: se refiere a él, de hecho, como a un anciano que ronca, que huele a pis, que usa ropa en calamitoso estado y que podía ser por momentos sabio, infantil o insoportable. Por estas razones, y otras más, Kodama lo calificó de “escatológico”.

Por otra parte, si el lector ya pensó que esto sería un fantástico tema para una “road movie”, la idea ya está en marcha: ¡hay que imaginarlos andando en ese pequeño “escarabajo” entre caminos sinuosos y citas eruditas! El propio Parini está en el proyecto junto al productor inglés Andy Paterson y el director Ross Clarke. “Hemos terminado el guion y estamos buscando el reparto adecuado ahora”, nos dijo el escritor vía e-mail. De esa forma respondió algunas preguntas más.

Parini es un reconocido académico estadounidense. Crédito: Oliver Parini.
Parini es un reconocido académico estadounidense. Crédito: Oliver Parini.

-Si bien el libro es una novela que refiere a una experiencia real, hay episodios evidentemente ficticios (como el encuentro con las tres hermanas en el palacio de Scone, una clara alusión al principio de “Macbeth”). Para evitar que se lea la novela como si fuera 100% real, ¿en qué género literario adscribiría el libro y en qué dosis conviven ficción y realidad?

-Pienso en “Borges y yo” como un libro escrito en la línea de Mark Twain, cuyos propios relatos de viajes (como “Los inocentes en el extranjero”) están llenos de inventos. Incluso la famosa “Autobiografía” de Twain, como él mismo dijo, “difícilmente contiene un ejemplo de pura verdad, pero la verdad implacable está ahí”. En algunas de las escenas pensé también en James Thurber, uno de mis escritores estadounidenses favoritos, como “El día que se cayó la cama”, donde la escritura es muy seria pero hilarante. Traté de señalar la naturaleza “fantástica” del viaje con Borges desde el principio, con el encuentro con las “Weird Sisters” de “Macbeth” en la primera escena importante. Ofrecen una serie de acertijos, en una vena que espero hubiera encantado a Borges, quien me habló de los acertijos como única forma de llegar a la verdad. En síntesis, combino realidad y ficción sin remordimientos en este libro, porque es “autoficción”, lo que me da licencia para inventar sobre la realidad. Al menos estaba dispuesto a tomar esta licencia.

-¿Y cómo fue el proceso de evocación de esos días, ya que se trata de un viaje que tuvo lugar hace cincuenta años? ¿Tenía apuntes, por ejemplo?

-Llevé un diario y apunté fragmentos de diálogos, que después amplié. Pero tenía una buena idea de cómo me sonaba Borges cuando era joven. Recuerda que ésta es mi reconstrucción de lo que sintió un joven e inocente estadounidense que supo conocer a un extraño anciano como Borges. que me parecía por entonces haber venido de Marte. Solo gradualmente se me reveló su grandeza.

-Probablemente lo que “choque” más al lector argentino sea la forma en la que describe a Borges, ¿tuvo algún tipo de inseguridad al describirlo de esta manera? ¿Fue con una intención particular, como querer mostrarlo “más humano”, quizás?

-Sí, sin dudas. Quería, en retrospectiva, mostrar que Borges era un ser humano: de carne y hueso, un hombre con preocupaciones, con ansiedades, con esperanzas y sueños. A menudo les conté las historias de este libro a mis amigos, durante muchas décadas, y fueron creciendo y cambiando. Lo vi en el Epílogo. No estoy tratando de ser tímido o deshonesto con este libro. Todo está en el Epílogo.

-Kodama se ha mostrado indignada por el libro. ¿Ha tenido algún contacto con ella desde su publicación?

-Nunca conocí a Maria Kodama en Escocia y nunca he estado en contacto con ella. Me entristece pensar que no entiende que yo solo escribo por el gran amor que le tengo a Borges, un amor que proviene de cincuenta años de leerlo con atención después de haber tenido un breve encuentro con él.

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-BorgesPalooza: Organizado por sus lectores más jóvenes, y con el objetivo de incentivar su lectura en las redes y de acercarlo a las nuevas generaciones, ya va por su tercera edición. Empezó el lunes pasado y termina hoy con dos charlas, que se verán a través del canal de YouTube de Daniel Mecca, fundador y organizador del festival. Hoy disertarán Santiago Craig (a las 17) y María Rosa Lojo (a las 20).

-Festival Borges: un ciclo de charlas, talleres, lecturas y experiencias creado por la escritora Vivian Dragna y la editora Marisol Alonso. Se realizará desde el 23 hasta el 28 de agosto y contará con la asistencia de escritores como Pedro Mairal, Santiago Llach, Martín Kohan, Carlos Gamerro, Pablo Gianera y Patricio Zunini. Las charlas serán libres, gratuitas y virtuales, con inscripción previa y se podrán visualizar a través del canal de YouTube del Festival.

-Fundación Internacional Jorge Luis Borges: entre el 24 y el 28 de agosto planeó jornadas en el Centro Cultural Kirchner de manera presencial y virtual. Inaugurará con una charla entre el profesor Pablo De Vita, la propia María Kodama y el ministro de Cultura de la Nación Tristán Bauer. ¿El tema? La relación entre Borges y el cine.

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