Falleció la youtuber del maquillaje Mel Thompson a los 35 años

Los seguidores de Mel Thompson están shockeados con la noticia que la tiene como protagonista. Y es que la maquilladora y estrella de YouTube falleció este fin de semana a los 35 años a causa de una dura enfermedad. Así lo reveló hace unas horas su marido.

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La artista tenía más de 172 mil suscriptores en su canal, donde compartía un montón de tutoriales sobre distintos estilos de maquillajes, opciones para todas las ocasiones, edades y eventos.

Quien confirmó la noticia del fallecimiento de la joven nacida en Tennessee fue su esposo Puffin Thompson, quien se volcó a Instagram para escribir un conmovedor mensajes, el cual acompañó de 10 postales hermosas de ella junto a su familia y amigos.

“Mel lamentablemente falleció ayer. Hemos perdido a una hermosa persona”, escribió el hombre quien aseguró que la noticia fue “realmente dura”. “He tenido que responder muchos mensajes de la gente para saber cómo estaba sin saber que había fallecido. Es estupendo ver lo querida que era. Y ella los quería a todos ustedes. Seguiré amándola y extrañándola siempre”, sumó.

De su mujer y maquilladora comentó que era “un pilar para” todos y que su problema de salud la dejaron postrada en la cama: “No importaba lo mal que se sintiera, seguía frotando mi espalda cuando yo llegaba y saltaba en la cama junto a ella mientras trabajaba incansablemente para dar contenido”.

El canal de YouTube de Thompson se llenó de homenajes y su último vídeo, publicado hace tres días, comenzaba como todos los otros: “¡Hola bellezas!”.

Qué enfermedad tenía la youtuber del maquillaje Mel Thompson

Si bien el marido de Mel Thompson no reveló qué enfermedad tenía la youtuber, un amigo suyo comentó la publicación de Instagram con el diagnóstico que todos querían saber. Ella estaba luchando contra el síndrome de Ehlers-Danlos.

Se trata de un “grupo de trastornos hereditarios que afectan a los tejidos conectivos, principalmente a la piel, las articulaciones y las paredes de los vasos sanguíneos”. Las personas con este diagnóstico corren mayor riesgo de sufrir lesiones ya que sus tejidos conectivos no proporcionan el apoyo que su piel, articulaciones, vasos sanguíneos y otros órganos necesitan para funcionar.

No hay cura para esta enfermedad genética y el tratamiento suele centrarse en el control de sus síntomas.