Ezequiel Campa se presenta esta noche: “Tal vez sea hora de asumir que soy un comediante”

El humorista premiado por su show “Cheto y choto” se presenta hoy a las 21 en el Teatro Selectro, como parte de la gira que incluye varias provincias, además de la ciudad de Nueva York y Miami.

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Uno de los referentes del stand up argentino, Ezequiel Campa, también conocido por personajes en YouTube como Dicky del Solar, Zeki2916 y Santiago Noestudienada, se presenta esta noche en el Teatro Selectro, a las 21, como parte de una gira nacional e internacional que incluye algunos distritos de la Provincia de Buenos Aires, distintas provincias del interior y las ciudades de Nueva York y Miami.

Campa recibió el premio Estrella de Mar 2021 como mejor stand up por su show “Cheto y Choto”. En la actualidad, se encuentra grabando un personaje para la segunda temporada de Pequeñas Victorias, ficción de Amazon-Telefe.

Entre los hitos de su carrera están los tres especiales de stand up para Comedy Central, canal de comedia estadounidense, condujo un late show en la televisión chilena y participó dos veces en el Festival de Comedia de New York y en el Festival Internacional de Humor de Bogotá.

Como actor trabajó en Todos Contra Juan, Guapas y Lalola, entre otros. Participó en las películas Desmadre, Días de Vinilo, La última fiesta y Operation Finale. Ganó el premio a Mejor Actor Protagónico 2018 en el Buenos Aires Web Fest, por “DEPTO”, una serie que escribió y protagonizó junto a Jazmín Stuart.

En esta extensa charla con Los Andes, Ezequiel cuenta cómo fue el origen de sus personajes, cómo llegó al stand up y se sincera con respecto a sus expectativas actorales.

Viendo tu gira que va desde Lanús a Miami y New York ¿Cómo es ese salto?

Es la dinámica de cómo se van dando las funciones, uno va haciendo funciones por todos lados y nos quedaron así. Es la vida del artista y de los comediantes que laburamos de esto.

Sí, pero no creo que todos los artistas tengan a Miami y New York en la agenda del fin de semana

Son muchos años yendo y debe ser la quinta vez que voy a actuar allá. Por suerte tengo esa posibilidad. La primera y segunda vez fue con Malena Pichot, hace muchos años. Y en el caso de Miami hay una colectividad muy grande argentina que son los que van a ver las funciones y la verdad es muy divertido. El stand up tiene esa facilidad porque los costos de producción son mínimos en el sentido de que soy solo yo el que viaja, y por ahí un productor.

¿Se estudia el stand up o es práctica?

Es una pregunta casi ideológica, te diría. La verdad es que sí se estudia, hay cursos, pero nadie te pide el título para poder ejercer. Lo que te piden es que seas gracioso arriba del escenario. Y es bastante autodidacta, como cualquier expresión artística y las reglas son difusas. Hay un montón de lugares donde estudiar, formarse con otros comediantes con más experiencia. Pero para mí la mejor escuela es ver stand up, y es donde más aprendí. Cuando me preguntan qué les puedo aconsejar a los que recién empiezan es que les tiene que apasionar tanto la comedia que esté dispuesto a ver cientos de espectáculos de comediantes de primera línea al punto de saberlos de memoria. Así es como aprendés las estructuras del humor, te das cuenta por dónde querés ir.

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Argentina es bastante novel en stand up, porque es un humor muy americano

Sí, la cuna es Estados Unidos, específicamente New York y un poco menos Chicago. El género empezó como una especie de opción que tenía la gente cuando salía de laburar, iban a tomar una cerveza donde un tipo gracioso contaba chistes, después empezó a crecer y ese tipo gracioso pudo empezar a cobrar entrada. Después pasaron a los teatros y los más grosos directamente a estadios, en la década del ‘40. Se ve en los videos con los comediantes yendo a alentar a las tropas en la Segunda Guerra o en la Guerra de Vietnam.

Por alguna razón que desconozco, el formato del stand up hace poco que llegó acá, existe tradición de monologuistas, contadores de chistes, pero es otra cosa. La serie Seinfeld volvió a poner el género en boca de todos.

¿Cuál es tu favorito?

Seinfeld no es de mis favoritos, aunque es un groso y uno de los históricos. A mí particularmente no es el que más me hace reír, ni el comediante por el que me acerqué al stand up. El que siempre me gustó, que me dejó fascinado cuando lo vi, es un comediante inglés que se llama Eddie Izzard, que tiene un estilo de humor bastante personal donde habla de historia, de arte y es bastante refinado lo que hace...

Después van pasando los años y uno se va enamorando de distintos estilos.

Son todos de habla inglesa

Eso tiene que ver con que en Argentina no hay una tradición como para que algún colega sea referente. Empezamos todos en los mismos años y somos colegas.

En Estados Unidos son personas que nacieron en una comunidad en la que el stad up tiene mucho protagonismo, tiene tanta tradición que los medios están totalmente atravesados, hay muchísimos programas de tele conducidos por gente que surgió del stand up: Jimmy Fallon, Jimmy Kimmel, Letterman, Jay Leno, Ellen DeGeneris, toda gente que nació de riñón del stand up, no venían de la radio o de la actuación, sino que los productores los fueron a buscar al universo del stand up. También hay muchísima gente que no vemos, comediantes que son muy grosos y son guionistas de las mejores comedias de los últimos años. Es tan importante el género en la industria del entretenimiento allá que se forman consumiendo eso. Acá es muy difícil que suceda eso, y es todo tan chico que lamentablemente cuando arman un programa que debería ser conducido por un comediante, lo conduce un periodista deportivo.

Entonces, ¿Qué representa para vos haber hecho tres temporadas en Comedy Central?

Es algo que lamentablemente desapareció y aunque hace años que no se hace le dio mucho impulso al género, porque es una marca que tiene muchas llegada. Lamentablemente después vino la pandemia que arrasó con todo eso, Antes de la pandemia no se había hecho porque los canales como Comedy Central que son canales internacionales y por cuestiones conocidas dos sabemos lo que cuestión lo que representa la Argentina en el concierto de las naciones Y la verdad que para estás empresas No es un negocio demasiado atractivo y no le ponen Demasiada fichas y cuando se les empieza a complicar abren el negocio en otro lado, Porque no van a andar acá peleándose con las contingencias y el día día de nuestro país así que acá lo dejaron de hacer pero lo siguen haciendo en un montón de países. ¡Pero estuvo buenísimo!

¿De dónde sacas tus personajes?

Dicky del Solar es uno de los personajes que la gente más recuerda. Hice otros que a mí me encantan y a un pequeño grupo de gente también, Santiago Noestudienada es posterior. Antes de eso hice Zeki2916 qué era un influencer de 50 años que se hacía el que tenía 15, andaba con gorrita de costado… otro nabo.

La verdad es que lo de Dicky del Solar fue toda una cosa rara que si yo pudiera describir la fórmula sería un genio, porque lo podría replicar. Hay un punto en el que el proceso creativo y la llegada a la gente escapa a uno. Muchas veces en mi carrera intenté armar un personaje pensando en que a la gente le iba a gustar y se iba viralizar, y terminó pasando nada. Por el contrario, otras cosas por alguna razón funcionan y eso termina siendo inexplicable.

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Es un universo en el que yo viví muchos, porque jugué al rugby durante 10 años, hasta los 18. Conozco mucho ese mundo, me crié en San Isidro qué es “el” barrio del rugby en Argentina. Pero hacía años que me había ido, tengo 45 años y me fui hace 25 del barrio, y hace 30 que nos juego, mi vida fue para otro lado.

Cuando se estaba debatiendo en el Congreso por primera vez la ley del aborto yo vi que había gente de ese universo -gente blanca, de clase media alta, con privilegios, hiper católica- que se oponía desde un lugar de privilegios y por una cuestión moral que además es muy hipócrita porque cuando necesitan un aborto, porque el hijo de alguno dejó embarazada a una empleada, lo consiguen y lo hacen. Pero cuando se estaba debatiendo esa ley que nos igualaba a todos, ellos se oponían.

Por un lado me dio mucha bronca y por el otro me pareció muy jugoso hacer un personaje que tuviera está contradicción. Y nació así, como este pibe oponiéndose al aborto. Me empezó a resultar tan divertido que el personaje se empezó a transformar como en una especie de opinólogo de cualquier tema, siempre desde su lugar, y recuperé todo eso que yo había vivido y frecuentado, que sentía que estaba en el pasado de mi vida. Cuando empecé a necesitar nuevos guiones para hacer videos y seguir haciendo el personaje empecé a desempolvar un montón de ideas, situaciones, formas de pensar, posturas, frases que tenía olvidadas pero que fue como destapar un álbum de fotos que no recordaba y empecé a vomitar todo eso. Podía escribir 4 guiones y editar 4 videos en el mismo día porque era tanto el material que recordaba que no podía parar.

¿Tuviste contacto con alguno de tus compañeros de aquel entonces?

Me pasó de todo, desde gente que me ha escrito desde el entorno de Fernando Báez Sosa -que fue el chico que mataron los rugbiers en Gesell- porque el personaje se estaba viralizando y estuve muy en contacto con ellos, hasta quienes dijeron que yo me había subido a esa desgracia para hacer el personaje.

Después gente de clubes, jugadores, padres que me han escrito para agradecerme porque el personaje les permitió plantear una problemática. También hubo gente que me escribió para decirme “yo juego al rugby y en mi club está lleno de Dieckies del Solar”. Compañeros con la que jugaba, que me han dicho que ellos la pasaron como el orto, y padecieron el bullying. También Páez Vilaró, que es uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes, se puso en contacto conmigo. Lo último y más llamativo es que mi entrenador de toda mi vida se sentía un poco preocupado e incómodo, porque quería saber si alguna vez desde su lado, yo lo había padecido o había visto algo de todo esto. Fue como un gesto de su parte.

Con respecto a este universo pienso dos cosas: por un lado, por suerte son los menos los del rugby que son como Dicky del Solar. Y los que no son así y les gusta el deporte, le gusta que yo haga esto para que no haya más Dickies del Solar, y poder jugar al rugby sin que la gente piense que es un violento o un nazi. Lo otro que sucede es que, para mí, no es un tema del rugby sino de clases de ricos contra pobres. Porque mucha gente reconoce a Dicky del Solar fuera del universo del rugby. Yo viajo por diferentes lugares del mundo y les explico quién es Dicky del Solar, y ellos no lo relacionan con el rugby, aunque lo identifican perfectamente en su sociedad. Para mí, eso viene de la casa.

¿Es difícil hacer stand up?

Hay tres cosas en mi vida para las cuales yo me preparé, con las que soñaba que iba a llegar a algo. La primera es el piano: estudio hace 20 años y no sé tocar tres notas seguidas. Me preparé muchísimo para ser actor, incluso muchos años antes de hacer stand up. Yo venía haciendo la carrera más tradicional del actor (cine, tele, publicidad, teatro) me preparé muchísimo y estudié añares en todos lados con todos: profesores, conservatorios, hice cosas extras para complementar mi carrera como actor, estudié magia, tango, manejo de armas de fuego, y un montón de cosas para tratar de ser un actor completo, porque soñaba con la formación que tienen justamente en Estados Unidos los artistas, que pueden actuar, cantar, bailar y hacerlo todo bien. Y yo quería esa formación que en Argentina es bastante difícil porque no hay un lugar en el que pueda formarse, sino que tenés que ir al veinte mil lugares y hacer alguna cosa más abarcativa. También soñé con hablar muy bien inglés. Pero hay un punto en mi cabeza en dónde tengo un umbral de conocimiento que no puedo superar. Yo le puse toda mis pilas a ser actor bilingüe, que pueda actuar en inglés y español y además tocar el piano y cantar, y nada de eso me dio resultado real, sostenible. Con el stand up, que fue algo que hice por joder, sin presión, sin pretender hacer de esta una carrera, por algún motivo me salió bien. Porque cuando quise poner una estrategia nunca llegué a buen puerto ni me dio ningún resultado.

Tampoco tuve nadie en mi carrera que me apadrinara y creyera en mí más que yo.

Pero con el stand up me ha ido bien, la gente me viene a ver, siempre puedo hacer shows, me han dado algún qué otro premio. Tal vez sea hora de vender el piano y dejarme de joder con todo eso y asumir que soy un comediante.

¿Quién es más influencer, tu mamá o vos?

(Se ríe) Mi vieja es un personaje total, a mí me llevó muchos años entenderla porque ella me hablaba de feminismo, sin llamarlo feminismo, desde que yo era chiquito, y ni yo ni nadie le entendía. Mi vieja hablaba de que la mujer no tiene que ser una empleada del hombre y (hablaba) “del macho”. Así que es una mujer muy adelantada a su época, y bastante impune porque no mide lo que está diciendo, y eso le da una honestidad que la hace muy genuina. La verdad es que la gente la ama.

Yo la empecé a mostrar porque aparte estas cosas geniales que te cuento tenía otras no tan geniales, bastantes altibajos emocionales, y yo me encontraba contándole amigos algo que me había dicho mi vieja y que no lograba transmitirlo. Entonces un día dije “la voy a empezar a firmar” y así empezaron las charlas con mi vieja y la empecé a mostrar. También fue bastante liberador porque hay una parte de mi vieja que mi familia y yo la hemos padecido, porque es una persona muy divertida pero también complicada, y cuando sos chico es frecuente que tus padres te den vergüenza, porque el niño no se da cuenta que él no es su papá. Esto lo aprendí en terapia. Entonces mostrarla a ella fue un poco soltar esta cosa de haberla mantenido oculta toda mi vida: no era frecuente que le presentara mis novias a mi vieja, entre las 18 y los 22, porque todavía estás muy verde y tu mamá te puede salir con cualquiera, entonces te da vergüenza y no la mostrás. Así que en algún momento tuvo que ver con “Bueno, listo, yo no soy mi vieja, miren el personaje que es mi vieja” y ahí la gente la empezó a amar y adorar. Y yo empecé, en estos últimos años, a entender un montón de cosas que ella siempre decía.

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