Dante Spinetta vuelve: “Quiero ser el rey del funk latinoamericano”

Luego de sus Niguiri Sessions, el músico se anima al streaming en el Movistar Arena. En una charla íntima contó sobre el show, su próximo disco y la vida en pandemia.

Por primera vez desde febrero, Dante dará un show en vivo, esta vez por streaming.
Por primera vez desde febrero, Dante dará un show en vivo, esta vez por streaming.

Siguen pasando los meses y cada vez son más los espacios culturales que se abren a nuevas posibilidades. En un comienzo se pensó que lo último que volverían serían las actividades musicales y teatrales, pero lo cierto es que volvieron en otro formato.

Dante Spinetta, el multifacético músico se anima por primera vez a esta nueva normalidad de hacer un show en vivo sin público presente. La transmisión será hoy desde el Movistar Arena y las entradas están disponibles en la página web del estadio.

“Va a estar increíble, la verdad es que es algo muy nuevo el concepto de tocar para gente que esta atrás de las pantallas pero al mismo tiempo tiene eso de mágico que el show lo va a ver personas de todo el mundo. Me escribió gente de España, México, Ecuador, Perú, Colombia, todos con sus entradas, lo mismo acá en todas las provincias”, comparte el artista con Estilo.

“Es un flash, creo que la música tiene eso, además del encuentro de la gente, es diferente estar conectados con la música y las emociones a la distancia, esto no va a ser igual así que es una experiencia nueva y es increíble.”

Si bien pudimos disfrutar durante estos meses de sus Niguiri Sessions, donde vimos algunas de sus canciones en un concierto que dio junto a su banda en febrero, esta vez dará un show en vivo y con un repertorio totalmente distinto al habitual.

“Metimos algunas canciones que no tocábamos hace mucho, durante la pandemia empezaron a salir mis discos que no estaban en Spotify y me permití tocar más música de esos álbumes. Es un show súper musical, el lugar tiene a nivel tecnológico un equipamiento muy zarpado. Ya nos juntamos en los ensayos y planeamos qué temas van a ir, cómo van a ser las luces.”

Y asegura que si bien no han tenido la oportunidad de ensayar en el estadio por cuestiones de protocolo, lo imagina similar a una prueba de sonido, pero con la intensidad de un show.

“En una prueba uno no toca todas las canciones completas. Pero es un buen ejercicio y creo que todos estos meses nos sirvieron para conectarnos con seres queridos a la distancia y eso sirvió para conectar con esta modalidad. De alguna manera esto va a ser más masivo pero voy a dar lo mejor como siempre, quiero dar algo bueno porque necesito sentir esa adrenalina del show.”

Las secuelas de un largo aislamiento

Después de muchos meses sin poder encontrarse con su banda, personas con quienes pasaba la gran parte de su tiempo, este show da la posibilidad de volver un poco a lo cotidiano.

“Reencontrarme con los músicos en el ensayo fue un flash. Después de las Niguiri Sessions que fueron en febrero, este es el primer show con la banda. Todos estábamos en la misma situación de excitación por volver a tocar. Uno empieza a valorar estas cosas con la pandemia, juntarse con otros a compartir una pasión, lo que uno ama como la música para mí que representa mi vida.”

Como muchos lo viven, el cambio de normalidad se arraigó a su forma de mirar la vida de aquí en adelante, valorando más y aprovechando el día a día, momento a momento.

“Ahora estoy súper agradecido. Dentro de todas las mierdas que pasan, poder estar tocando es algo positivo. Yo toco en mi casa pero el músico necesita ese encuentro, desde los 15 años toco en vivo y es mi forma de vivir, mi manera de relacionarme con un montón de aspectos, no solo en lo económico, sino también en lo espiritual.”

Con un álbum en camino, el artista recorrerá en su show parte de sus discos que hace tiempo sus seguidores no escuchaban.
Con un álbum en camino, el artista recorrerá en su show parte de sus discos que hace tiempo sus seguidores no escuchaban.

-¿Sentís que cambio tu perspectiva, que valoras más?

-Tantos meses sin poder hacer lo que uno hace es difícil, pero al mismo tiempo si veo lo positivo, se amplifico mucho mi deseo de hacer lo que hago y en el disco que se va a venir buscar mi mejor versión, ser el mejor Dante, agradeciendo el don de poder hacer esto y disfrutarlo. Desde ese lugar hacerlo y creo que va a ser mejor disco que antes. Agradezco más, volvemos a valorar la libertad, la vida, la elección, yo vuelvo a valorar el don de hacer música, la sensación que me genera y la devolución de la gente, aunque sea virtual.

-¿Venías trabajando en el disco antes de la pandemia?

-Sí pero con la pandemia me cambió la cabeza, descarté mucho de lo que tenía y arranqué de nuevo. Todavía estoy en la etapa compositiva pero empecé con algunos demos, quiero entrar a grabar y no que sea eterno, que se mantenga fresco. Me faltan algunas letras porque había un ambiente apocalíptico de contagios y muertes todo el tiempo en los medios, los negocios que quiebran y el dólar que sube, no quería que mi disco se llene de eso.

-Has colaborado con algunos raperos y traperos, ¿cómo ves la recepción del argentino frente a estos géneros?

-La música urbana, sea trap, rap, siempre tuvo esos adeptos de gente que se niega a las nuevas movidas. Gente que critica el auto-tune y me dice que no me suba a eso, pero yo uso auto-tune desde el 2010. Ver nuevos talentos, con nuevas movidas y si son reales me puedo permitir participar. Cuando participo con Duko, Julieta Venegas, Mala Fama o Damas Gratis, son artistas que lo hacen por la necesidad de que aman lo que hacen, es real donde nos encontramos dos personas que amamos lo que hacemos y aportamos nuestra parte. Hoy mi música va más por el lado funk, quiero ser el rey del funk latinoamericano y quiero ese trono. Uno tiene que saber cuál es su posición en la cancha.

-¿Te considerás un músico que constantemente muta en su estilo?

-Siento que me gusta el desafío de llegar a nuevos territorios musicales y que la gente que me sigue está acostumbrada a la mezcla de estilos. Cuando empecé a conocer la movida de la cumbia colombiana, la cumbia villera, la salsa, digo ¿por qué limitarse? Encasillarme es poner límites y el arte no tiene que tener límites, no tiene esas fronteras que capaz tiene la política, el arte hay que verlo como algo libre y vuela por encima de las fronteras para conectar con la gente.

La música te elige y es algo de lo que no podes escapar. Me gusta hacer una canción como “Soltar” con la Filarmónica de Praga y también una canción súper urbana en la calle, porque lo siento real, me gusta, lo disfruto y está todo bien.

-¿Te cuesta soltar?

-Sí, ¿a quién no le cuesta soltar lo que ama? Soltar sueños, personas que se van. No las soltamos, aprendemos a vivir sin ellos. Cuando se va alguien, entablás una relación diferente, espiritual. Soltar fue abrir una bomba increíble de esperanza y amor en mi carrera, es la canción más exitosa que tengo y fue muy loco para mí, que me conozcan por un ritmo más urbano y de repente una canción con la filarmónica pegó súper fuerte. Se abrió otra puerta, profundice en las canciones más tranquilas. Es como la vida, ¿y por qué no convertir las muertes y renacimientos en canciones? Hay veces que uno cambia de piel, se transforma, sufre una especie de colapso para convertirse en algo mejor. Es importante y siempre trato de estar conectado, tratar de ser mejor de lo que soy.

-Creciste en un ambiente fuertemente artístico, ¿hubo en algún momento posibilidad de que no te dedicaras a la música?

- La verdad es que todo tiene que ver con todo, soy músico porque crecí en esa casa. Porque mi papá era Spinetta y mi mamá Beatriz. Una familia súper artística donde parte de nuestro alimento era el arte, la música, las ideas. Siempre cuento que para nosotros el mundo de la música no era para los grandes, mi viejo tenía la sala de ensayo en el garaje y yo entraba y me quedaba viendo. Experiencias tan zarpadas que viví obviamente me marcaron y me ayudaron a conectarme, fui músico, ni siquiera tome la decisión.

Con Ema teníamos 11 años y pensábamos que si sacábamos un disco íbamos a poder comprarnos una bicicleta de carreras, y empezó a ser un medio para conseguir eso. Mi viejo como nos veía, agarró una de las letras y le puso música y salió “El mono tremendo”, a los 12 años me subí a ese escenario y me cambió la vida.

Asegura que no será el último show por streaming, sino que esta es una nueva forma de presentarse frente al público.
Asegura que no será el último show por streaming, sino que esta es una nueva forma de presentarse frente al público.

-De mirar desde un costado pasaste a ser protagonista

-Claro, de golpe ser protagonista por una canción me cambió la perspectiva y se volvió una necesidad de querer volver a esos momentos, sentir los aplausos, la guitarra fuerte, los bombos de la batería. Era meterme a un campo de batalla pero para estar ahí y comandar teníamos que entrenar, y es lo que hicimos durante los años. Para mí, mi viejo es el número uno de la música hispana, pero algo que me quedó marcado es ‘seguí tu camino, sea lo que sea jugatela por lo que vos sentís porque ese es tu tesoro, eso te llevás con vos’. Los views, los rankings, los me gusta son banales, si no lo sentís no hay nada en tu corazón. Mi éxito es seguir haciendo la música que quiero hacer y ser real.

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