Daniel Quiroga presenta “Pollo Picante”, una reflexión acerca de la vida actual

Se presenta esta noche en el Teatro Independencia con una obra de clown, que plantea con humor una mirada crítica acerca de los valores de la sociedad actual

Con un trabajo corporal distinto, más exigido y por encima de la excelente performance habitual, Daniel Quiroga presenta Pollo Picante, un espectáculo de clown que plantea -y nos hará replantear- a qué le estamos dando importancia en nuestras vidas. Será esta noche en el Teatro Independencia, a partir de las 21.30 y las entradas se pueden comprar por www.entradaweb.com.

El actor hizo especial hincapié en los protocolos, ya que consideró la necesidad de destacar el enorme esfuerzo que se está haciendo desde el personal el teatro, hasta los colaboradores, con cuidados extremos, distanciamiento obligatorio en la sala, uso de barbijo para los trabajadores y asistentes, “es el lugar más seguro donde podés ir hoy, es mucho más seguro que ir a un bar o a la Arístides”, enfatizó.

En cuanto a la obra, contó que intenta dejar en el espectador la inquietud por buscar aquello que lo haga feliz. “Apuntamos a presentar un pensamiento y que nos lleve a una reflexión”, señaló. “Este trabajo está inspirado en el deseo de todos de poder ser libres en nuestro pensar y actuar. Simplemente para todos aquellos que buscamos la libertad”.

La obra cuenta con Sara Spoliansky como actriz invitada. También con el trabajo de Natacha Gabrielli como asistente de dirección y coreografía, y las bailarinas Florencia Crino, Aldana López y Aldana Postizzi.

La historia gira en torno a un personaje central: “Román es un hombre común que ha vivido mucho tiempo como un hombre gris, como tantos que hay en este sistema”, explica, y agrega “ha vivido 30 años cumpliendo todos los mandatos de este sistema que nos hace creer que cumpliéndolos vamos a ser felices. En un momento de su trabajo, a las 8:15, le cayó la ficha de que no era así y salió en bolas a correr por la calle en busca de su rebeldía pérdida cuando era niño, y la encuentra en un mundo que le permite hacerlo y dónde empieza a darle prioridad a sus sentimientos y a tomar decisiones que nunca se había animado a tomar en busca de esa libertad”, sintetizó.

¿Esperás que el espectador se replantee su propia vida?

Totalmente. La idea es darle el valor a las cosas que realmente tienen, dejar la superficialidad, pegar un grito cuando es necesario, irte con tu mujer de vacaciones a pesar de que hoy quizás pierda las 2 horas extra de trabajo. Es como largar un poquito a la mierda todas estas cosas que en realidad nos hacen infelices.

¿De qué forma se plantea eso?

Lo que plantea Román es desprenderse de todo eso que ha cargado tanto tiempo, e intenta hacerlo con ternura. Por eso encontré el formato de clown, que es algo que a mí me encanta. Román lo hace desde su lugar más ingenuo, desde lo lúdico. Una cosa que a mí siempre me ha gustado decir es que el texto, el verbo en sí, puede mentir porque puede tener un montón de interpretaciones, pero una mirada, un movimiento, un gesto, una caricia no pueden mentir. Entonces este formato de Clown nos permite llegar desde eso con toda integridad y con mucha ternura a un personaje que se desborda de felicidad al ver que lentamente va recuperando esa rebeldía que teníamos de sentarnos en el piso y disfrutar un sándwich. Después te vas poniendo viejo y decís “el pantalón se va a ensuciar”, nos vamos estructurando de tal forma que vamos haciendo todos lo mismo, automatizándonos.

¿Hay algo de ese Román en tu vida?

¡Por supuesto! A pesar de que ha vivido toda mi vida de lo que he querido, he luchado un montón para poder vivir bien de lo que quiero, de lo que sé y me apasiona, también he tenido que dejar algunas cosas de lado. Me ha pasado con el mismo trabajo, a veces no he suspendido una función para irme de viaje con mis amigos, y me he perdido ese momento de amistad o de viajar porque no sé si cuando vuelva voy a tener trabajo. Nos quedamos en lugares de confort que no son cómodos, y nos quedamos sin amar de verdad o sin jugar de verdad.

Si vos siempre, desde tu lugar, referenciaste lo lúdico, entonces ¿Cuánto debemos replantearnos los demás?

No me puedo poner en los demás, pero creo que hay mucha gente que no hace el trabajo que desea, pero no porque no quiera sino porque las circunstancias los llevaron a eso, o porque no tuvo el valor, o porque hubo alguien más arriba que lo castró, o le dijeron “si no tenés un trabajo vas a hacer un pobre infeliz, un inútil”. Yo no estudié en mi vida, no tengo ni la secundaria terminada. Por eso esta estructura tan arraigada, a muchos los ha trabado y los ha llevado al fracaso. ¿Cuántos estudiaron abogacía porque los padres querían? Es decir, el sistema nos va privando hasta en la forma de pensar y no nos damos cuenta, pero el sistema es muy macabro.

¿Qué particularidad tuya vamos a encontrar esta vez?

Quería romper mi estructura corporal así que me puse en las manos de Natacha Gabrielli para que me dé otra calidad corporal. No me puedo quedar con lo que me sale bonito nada más. Si no hay riesgo nada tiene sentido, así que me puse a trabajar para exigirme.

Ficha Técnica:

Asistencia De Dirección Y Coreografía: Natacha Gabrielli

Diseño Lumínico Y Sonoro: Oscar Pizarro

Fotografía: Damian Soloducha

Escenografía: Lorena Baldin

Actriz Invitada: Sara Spoliansky

Prensa Y Comunicación: Pablo Gordon

Edición Música: Ariel Buttini

Bailarinas: Florencia María Crino, Aldana Lopez, Aldana Micaela Postizzi

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