80 años de Ciudadano Kane: Una obra de arte y un escandaloso estreno que pasó a la historia

Es considerada una de las más emblemáticas obras del cine. Inspirada en Randolph Hearst, engloba una historia de avaricia, poder y manipulación de la prensa.

Basada en la historia del magnate de prensa William Randolph Hearst, Ciudadano Kane cumple 80 años de su estreno en Argentina.
Basada en la historia del magnate de prensa William Randolph Hearst, Ciudadano Kane cumple 80 años de su estreno en Argentina.

Orson Welles le dio vida a Charles Foster Kane, no sólo como su creador, sino como su intérprete. Hoy pero hace 80 años atrás, Welles se metía bajo la piel de El ciudadano Kane en los cines argentinos. Un hombre que lo tenía todo, un hombre que lo perdió todo.

Durante 80 años se ha encontrado en el podio de las críticas cinematográficas. Pero, ¿qué es lo que hace que sea un clásico? ¿Será la magnitud de la historia, la complejidad de su desarrollo o su uso de la banda sonora? La clave está en los detalles.

La ópera prima de Orson Welles es sin duda alguna una de las películas más brillantes que se haya hecho, aunque también una de las más escandalosas.

Sobornos, manipulación y una dirección sin restricciones. Basada en la historia del magnate de prensa William Randolph Hearst y aunque falló en recuperar su costo en la taquilla, Ciudadano Kane continúa siendo todo un ícono.

La historia detrás de Ciudadano Kane

“El señor Kane tuvo todo lo que quiso y lo perdió. Quizás Rosebud era algo que no pudo tener o que perdió. Pero eso no lo hubiera explicado todo, una sola palabra no puede explicar toda la vida de un hombre. Yo creo que Rosebud era una pieza de un rompecabezas, una pieza que falta.”

La historia del Ciudadano Kane recorre la vida de Charles Foster Kane, un magnate de la prensa y empresario norteamericano completamente rico que vive en solitario en su castillo Xanadu en Florida. Cuando finalmente muere de vejez, solo en su enorme casa, las últimas palabras que sus labios pronuncian: Rosebud.

Todo el relato, se reduce a su infancia.
Todo el relato, se reduce a su infancia.

Jerry Thompson (William Alland) es un periodista que comienza una investigación sobre qué significado tiene la última palabra pronunciada por Charles Kane. Entrevista a sus amigos, su ex esposa, sus socios y hasta su mayordomo buscando respuestas.

A través de la película, iremos acompañando el relato de cada uno de los personajes que nos devela una nueva cara del Señor Kane.

Su segunda esposa Susan Alexander (Dorothy Comingore) cuenta los detalles de su matrimonio, cómo llegaron a casarse, los desencuentros de la pareja y su divorcio, la primera acción realizada lejos del control de Kane.

Un hombre ambicioso, extravagante y avarento.
Un hombre ambicioso, extravagante y avarento.

Sus amigos relataran su camino al éxito, la obsesión de Kane por el periodismo, su paso por la política, la relación con su primera esposa y su radical cambio en su segundo matrimonio. Los encuentros y desencuentros de opiniones y pensamientos.

Recurre a las memorias de Walter Parks Thatcher, un antiguo banquero que fue tutor de Kane en su niñez y adolescencia. A través de ellas, descubre la infancia y los sucesos que lo llevaron lejos de su familia biológica.

Ciudadano Kane, 1941.
Ciudadano Kane, 1941.

Al final del filme, el espectador termina por sentir que conoce todo de Kane, excepto qué significaron sus últimas palabras. Al final de todo, la respuesta se resumía a su infancia.

La historia está inspirada en el magnate de noticias William Randolph Hearst, uno de los empresarios más importantes de la historia de los medios de comunicación. Hearst logró tener 27 periódicos bajo su mando, es conocido por utilizar a los medios como instrumentos políticos además de ser profanador de la prensa amarillista.

Welles se aventuró como ópera prima en este filme que le valió su primer y único Oscar.
Welles se aventuró como ópera prima en este filme que le valió su primer y único Oscar.

Utilizaba la manipulación mediática para alcanzar sus propios intereses comerciales y políticos. Un hombre ambicioso, extravagante y avarento.

Un dato de color: El trineo freudiano que arde con el nombre “Rosebud” y cierra la película lo tiene Steven Spielberg. Lo compró en 1982 por cincuenta mil dólares.

Orson Welles lo consiguió

Luego del éxito que el director logró en el teatro con la compañía Mercury Theatre y su controvertida narración radiofónica sobre La guerra de los mundos en 1938, finalmente se le dio el lugar a Welles para entrar en Hollywood.

Su trato fue inusual, consiguió que el estudio RKO Pictures financiara su proyecto para producir, escribir y actuar en dos largometrajes, con una completa libertad para producir, algo que jamás volvió a tener. Luego de varios intentos y proyectos fallidos, en 1940 redactaron el guion de la película junto a Herman J. Mankiewicz.

Rodaje de Ciudadano Kane, 1940.
Rodaje de Ciudadano Kane, 1940.

Al principio su largometraje se mantuvo en secreto, y es que el sujeto inspirador de la historia no se encontraba a favor de que saliera a la luz, intentando boicotearla. Hubo conflictos en diarios, denuncias públicas, editoriales atacando a los estudios cinematográficos y hasta se intentó sobornar a la productora por destruir la cinta.

Pero, ¿cuál era el motivo del sabotaje? En enero de 1941, luego de que se hiciera una exhibición privada para algunos privilegiados, la revista Friday publicó un artículo que comparaba las coincidencias entre Kane y Hearst, una por una.

Y si bien había algunas diferencias, la relación de Hearst con su amante, la actriz Marion Davis, era bastante similar a la situación que ocurría con Kane y Susan Alexander. En ello, radicaba el principal motivo de censura.

El escándalo del estreno se dió debido a la relación de Hearst con su amante, la actriz Marion Davis.
El escándalo del estreno se dió debido a la relación de Hearst con su amante, la actriz Marion Davis.

Tras el escándalo que produjo los hechos que recorrían a la historia de Welles, debió viajar a Nueva York para una proyección privada del filme con los jefes corporativos y sus respectivos abogados. Y tras quitar 3 minutos de película en las que se hacían referencias “ofensivas” a Hearst, la película salió a la luz.

La película no tuvo demasiado éxito en Estados Unidos. Meses después de su estreno, Japón bombardeó Pearl Harbor y hasta el final de la guerra no existió una valoración estética de la película de Welles. Fue en Francia donde mejoró su reputación y el éxito en Estados Unidos llegó con su reestreno en 1956.

Las claves de Ciudadano Kane

Por dónde comenzar. Es una obra de arte. La obra de Orson Welles revolucionó por completo al cine de los años ‘40. Más allá del escándalo que produjo la cinta, el descaro creativo e ingenioso de su protagonista y la repercusión que logró en la crítica, Ciudadano Kane revolucionó por completo al cine de este momento.

El uso de flashbacks, su técnica narrativa, los desopilantes montajes y los efectos visuales que acompañaron a la historia fueron toda una revelación para la época.

Su guion fue revolucionario. La idea de ir alternando presente y pasado. Utilizar una estructura dramática en forma de rompecabezas, donde el espectador deberá ir uniendo una a una las piezas para conformar la historia y el personaje. El uso de múltiples narradores y los saltos temporales en la historia. La realidad de la prensa amarillista y una mirada de primera mano sobre la manipulación mediática.

En lugar de tratarse de una película biográfica, basándose en el personaje de Hearst, Welles y Mankiewicz encontraron una forma de narrar la historia de un magnate de la historia periodística de una forma atractiva y hasta cautivante para el público.

Ciudadano Kane tiene un relato que recoge la estructura de un rompecabezas, un inusual recurso para su época.
Ciudadano Kane tiene un relato que recoge la estructura de un rompecabezas, un inusual recurso para su época.

Otro de los detalles a resaltar es la subversión de géneros inmersos en la cinta. Algunos lo clasificarían como un “drama de misterio”, aunque hay mucho más que ello. Terror gótico, una producción surrealista, un noticiero, un drama político o una comedia. Escena a escena, el montaje se va a adaptando a una nueva situación, y así como lo hacen sus personajes y los escenarios, también lo hace el clima del guion.

Finalmente, si debemos declarar una sola razón que considere a Ciudadano Kane como la mejor película de la historia es: vanguardista. Orson Welles logró una nueva forma de hacer cine, un relato entretenido y una historia que pasará a la eternidad.

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