Héctor Alterio vuelve al país para despedirse de los escenarios

El actor de 93 años, radicado en España desde 1975, volvió para presentar “A Buenos Aires”, un espectáculo de tango y poesía que fue estrenado en Madrid con total éxito.

Héctor Alterio caminó por Buenos Aires y sorprendió a transeúntes que lo saludaron y agradecieron su retorno al país.
Héctor Alterio caminó por Buenos Aires y sorprendió a transeúntes que lo saludaron y agradecieron su retorno al país.

A partir del 7 de abril, por doce únicas funciones, en el Teatro Astros, Héctor Alterio presentará el espectáculo “A Buenos Aires”, donde recita poemas de León Felipe, repasa anécdotas y recuerda tangos de Cátulo Castillo, Astor Piazzolla, Horacio Ferrer y Eladia Blázquez, con dirección de su esposa, la psicoanalista Ángela Bacaicoa, y con la colaboración en escena del pianista Juan Esteban Cuacci.

Comprometido y exiliado en España, desde la década de 1970, admirado y querido, responsable de haber abierto camino a muchos que llegaron después a probar suerte en Madrid. Hay nostalgia en sus palabras pero también mucho sentido del humor y mucha sensibilidad. Desde la última vez que había estado en la Argentina, cuando filmó la película Fermín, glorias del tango, pasaron diez años.

Héctor Alterio: “No soy nada nacionalista”
Héctor Alterio: “No soy nada nacionalista”

Sobre el espectáculo que ya presentó en una sala madrileña y marcará su adiós ante el público local dice: “Todo se armó de a retazos, fueron intenciones, avances y retrocesos y algunos fracasos hasta que se concretó. El proyecto viene de hace mucho tiempo, se fue armando y todavía se sigue armando, el público lo disfruta mucho y yo, mucho más”.

-¿Qué recuerdos le vienen a la mente en este regreso a la Argentina?

-Un poco de todo. Por ejemplo, esta parte de Buenos Aires no la conocía, me resulta desconocida. Tengo fotos en la cabeza pero todo cambió muchísimo. Y me divierte mucho, hay algo especial que me hace disfrutarlo mucho.

Después de diez años de no pisar la ciudad, las primeras sensaciones son muy lindas. Estoy contento, me he encontrado con gente maravillosa, todos cálidos y con talento.

Prolífico y premiado

Más allá de decenas de películas como La Patagonia Rebelde, La tregua, La historia oficial, El hijo de la novia o series como Vientos de agua, que lo hicieron famoso y prestigioso, sus Inicios fueron con el teatro, género al que volvió varias veces, sobre todo en las últimos años.

En la década de 1950 formó parte del grupo Nuevo Teatro, junto a Alejandra Boero, innovador de la escena independiente porteña.

-¿Cómo fue aquella experiencia?

-Yo tenía un desconocimiento total de lo que era un grupo creativo porque todas mis travesuras teatrales, llamémoslas así, surgían de manera improvisada con los amiguetes del barrio, a los 11, 12, 13 años.

-¿Hasta entonces la actuación era como un juego?

-Claro, era un juego con el que me fui alimentando en vanidad por las reacciones que recibían mis gracias y todo eso fue creando una personalidad en la sobre todo, me divertía yo mismo. Y paralelamente comienza el movimiento del teatro independiente y con él, el hecho de tener la posibilidad de hacer cosas con un dinero de cooperativa, algo completamente nuevo.

Me acuerdo que me tomaron audiciones, el que lo hacía era un actor norteamericano muy famoso, y yo tenía que decir un frase al oído a una persona y luego repetirla a varias más, para ver cómo variaba el volumen de voz, entre otras cosas. Eso me divirtió, me extrañó, me asustó.

Héctor Alterio interpreta a un personaje que recuerda su vida en letras de tango.
Héctor Alterio interpreta a un personaje que recuerda su vida en letras de tango.

-Era toda una novedad

-A tal punto que cuando terminó la audición, me dijeron: ‘Ya lo vamos a llamar porque tenemos su teléfono’. Yo pensé que me lo decían para sacarme de encima. Pero casi inmediatamente cuando me estaba por ir, me piden que me quede porque estaba aprobado.

-¿Que sensación le provocó eso?

-Un vértigo total. Y asi comenzó todo.

-Y ya lleva toda la vida dedicado a esta profesión.

-Sí, de los 93 años que tengo, quitale 10 y ahí está todo, es así, toda la vida. De la profesión hubo experiencias con las que he aprendido y ganado mucho, otras me han fastidiado mucho también.

-¿Cómo cuáles?

-Situaciones personales que se juntaban con situaciones del entorno. Por ejemplo, con el grupo de Nuevo Teatro no estaba habituado a trabajar con tanta gente, con alguien que llevaba la voz cantante pero igualmente me fue formando. Y paralelamente vieron en mí esa característica de divertirme que provocó cierto protagonismo.

'La tregua', con Ana María Picchio y Héctor Alterio, un clásico del cine nacional.
'La tregua', con Ana María Picchio y Héctor Alterio, un clásico del cine nacional.

-¿Qué es lo mejor de actuar?

-Esta es una profesión que entretiene y eso me gusta. Pero también eso es relativo porque la persona que saca una entrada y va al teatro y se sienta para ver un espectáculo, yo no sé quién es, no lo he visto en mi vida y seguramente no lo veré nunca. Pero ese señor se tomó el tiempo comprar la entrada, ir al teatro y sentarse ahí en la platea. Yo no lo conozco pero lo siento, sé que está ahí.

-¿Hay una conexión?

-Sí, porque lo que va a ver ese señor no lo vio nunca pero, en cambio yo ya lo hice unas 150 o 200 veces. Un gesto o una frase repetidas tantas veces antes, me da a mí un respeto, tengo que tener mucho cuidado porque si el señor siente que es algo repetido, se pierde el encanto. Tiene que sentir que es siempre la primera vez aunque yo lo haya hecho 500 veces.

Eso es lo que vale la pena. Se terminó la función y ese señor se va, vuelve a su vida y yo no lo veré nunca. Pero mientras está en el teatro sentado viendo la función, yo lo intuyo, sé que está ahí.

Héctor Alterio: “No soy nada nacionalista”
Héctor Alterio: “No soy nada nacionalista”

- Con tantos personajes interpretados en tantos años de trabajo, ¿hay alguno que sea el más querido?

-Todos, incluso aquellos que me pudieron haber perjudicado, cada uno tuvo su recorrido y me dio satisfacciones. Esta profesión tiene tantas aristas distintas. Su lado emocional, un costado frívolo a veces, cuando en realidad, se trata simplemente de ser un actor. Yo trato de trasmitir la verdad, que me crean lo que estoy haciendo, eso es fundamental.

-¿Hay algo en particular que extraña de Buenos Aires?

-Muchas cosas, pero me fui adaptando con el tiempo porque no me quedó alternativa. En un momento me obligaron a irme y estando en Europa, cuando quise volver, no me dejaron. Eso si le damos un tinte romántico, porque no fue para nada agradable.

Con esa sutileza e ironía, Alterio se refiere a su exilio en España, en 1974, tras las amenazas de muerte que recibió por parte de la Triple A. Ese momento fue una bisagra en su vida pero, en vez de quebrarse, se multiplicó ya que, con el tiempo. él logró sostener un puente para trabajar tanto en la Argentina como en España.

Vuelve “La historia oficial”
Vuelve “La historia oficial”

-Se lo podría considerar uno de los precursores de los artistas argentinos que son bien recibidos en España ¿qué opina de este fenómeno?

-Es algo curioso, hay de todo. Muchos en España hablan del acento argentino, de que les gusta cómo pronuncian los argentinos pero también están los que dicen “no exageres”, depende de muchas cosas.

-Sus hijos Ernesto y Malena heredaron la misma vocación. ¿Se lo esperaba?

-Me lo esperaba porque desde chicos jugaban viéndome a mí y decidieron que querían dedicarse a esto. Afortunadamente les va bien a ambos.

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