David Lebón: “Cumplo 70 años, pero no soy Mick Jagger”

Festeja hoy su séptima década y, aunque vive a pleno y los reconocimientos abundan, admite en tono nostálgico que “los mejores momentos fueron cuando me juntaba con los chicos de mi banda para ensayar”. Cómo se siente en este aniversario y un recuerdo especial a Marciano Cantero.

David Lebón, en plan errante. (Sony Music)
David Lebón, en plan errante. (Sony Music)

Nada menos que 70 años. David Lebón (nacido el 5 de octubre de 1952) llega hoy a esta edad, y tiene toda la energía para estar sobre los escenarios por largo tiempo todavía.

Es, no hay ni que mencionarlo, uno de los próceres del rock nacional. Y vive un estado de adrenalina profesional, gran productividad y también unánime reconocimiento, de colegas y públicos. “Lebón & Co. Vol.1″, donde reversionó sus canciones con invitados de lujo, lo llevó a ganar el Gardel de Oro.

Pero para conocer su linaje hay que ir hasta Pappo’s Blues (donde fue bajista), La Pesada, Color Humano (baterista), Pescado Rabioso (bajista), Espíritu (tecladista), Polifemo (guitarra y voz) y por supuesto Serú Girán (guitarra y voz). Después, 40 años seguidos como solista. En esta charla con diario Clarín, en vísperas de su cumpleaños, habla de todo.

-Cumplís años este miércoles...

-¡Sí! ¡70 fucking años! Y nada... me siento igual. Lo único es que me duelen cosas que no me dolían antes, como ir a revisar cada tanto el marcapasos que me pusieron, o tener que operarme una hernia. Pero llevo con orgullo la idea de llegar a los 70.

-¿Te imaginabas seguir rockeando a los 70? Mick Jagger y Paul McCartney dan un gran ejemplo de vitalidad.

-Te voy a contar, y no para retrucarte, que no soy Mick Jagger ni tengo su plata ni bailo tanto en el escenario. Él tiene muchas casas y yo recién tengo mi primera casa propia ahora, a los 70 años. Quiero vivir en mi casa, disfrutar con mi señora, que vengan mis nietos y viajar cada tanto. No sé cómo será el futuro después del Luna Park, porque obviamente voy a tener que trabajar y sé que voy a grabar más discos en el estudio de mi casa.

-Cuando empezaste nunca imaginaste que se podía seguir rockeando hasta los 70-80 años.

-¡Peor! Nadie se imaginaba que iban a aparecer músicos increíbles como Eric Clapton, Jimi Hendrix y Johnny Winter. Cuando empecé no sabía que existían, pero igual componía temas tipo Beatles. Después me encantó cuando apareció el rock de “Born to be wild”.

-¿En qué momento tuviste ganas de hacer un volumen 2?

-Cuando salió la idea de hacer un segundo volumen, yo no estaba tan seguro, pero los chicos de la banda me empezaron a mencionar canciones que podrían estar y me entusiasmé. Ahí recordé a Ketama y quise ubicar a Antonio Carmona. Es un divino y me hice muy amigo. Se ve que tuvo una vida muy parecida a la mía y ahora está bárbaro. También pasó que en el Vol. 1 me gustó mucho laburar con Gaby Pedernera como productor. Nos quedamos con ganas de hacer más dúos y versiones, así que lo charlamos y empezamos. Además, a mí me encanta grabar. Salió todo bien y hubo buena voluntad de todos.

-En esa época mencionabas que te gustó delegar y no encargarte de todo, como hiciste siempre.

-Absolutamente. Yo iba, cantaba y tocaba la guitarra. Eso me hizo muy bien porque no tenía que estar pensando en todo. También hay unos solos muy buenos de Tavo, y la producción de Gaby es realmente muy buena. Lo que hizo con Charly García fue mágico, porque en algunas partes se quedaba sin aire cuando cantaba. Hay un sonido que es igual al disco anterior, porque toca la misma banda, y eso me gusta.

-¿Cómo fue la idea de convocar a Skay Beilinson? ¡Un Redonditos de Ricota con un Serú Girán!

-Hablamos por teléfono. “Yo no canto”, me dijo, y le pedí que toque la viola. “Hacé lo que tengas que hacer en el lugar donde lo quieras hacer”, le dije. A ningún invitado le dije qué quería que hagan. Sin instrucciones ni nada. Y me encantó el solo que hizo Skay. No lo conocía de antes. Solamente me lo crucé una vez por Palermo, los dos caminando medio de incógnito. Lo reconocí porque no estaba vestido como los que van a correr, ¡y yo estaba igual!

-¿Qué temas te emocionan especialmente?

-Mirá, yo escucho la canción con Antonio Carmona y lloro. ¡En serio! Sé todo lo que pasó últimamente, que estuvo una semana en coma y el esfuerzo que es cantar ahora. Lo mismo me pasó cuando grabé con Diego Torres, que lo conocí en la época del Golden Rocket y lo vi muchos años después y me dijo que le gustaría cantar “Seminare” conmigo. La versión es increíble. ¡Afina como la puta madre y canta perfecto! Por supuesto que le conté que yo grabé con su madre.

-Lograron que “Seminare” suene vigente y actual. Además le hicieron un videoclip.

-Sí, tal cual. Así que es toda una cosa nueva para mí, como el otro día que canté “Seminare” con Tini en los premios Gardel. Sigo haciendo lo que siempre hice, que es tocar. Me acuerdo que la primera vez que toqué en vivo fue en el colegio, en Estados Unidos, y había solamente tres personas en el público. Así empecé.

-¿Te ocurrió más adelante en tu carrera llegar a un show y que hubiera muy poca gente?

-Sí. Un montón de veces. También me pasó que el lugar estuviera con bastante gente y el organizador diga que honestamente no le alcanza la guita. ¿Qué vas a hacer? ¡Tocás! No hay otra. En Carlos Paz me contrataron para un show, fui con una bandita de Córdoba y cuando llego veo que el tipo ya estaba llorando que le iba a ir mal, así que le tiré buena onda. Toqué una hora y nos fuimos. El tipo estaba muy agradecido. A mí me gusta que los lugares se llenen, pero no quiero hacer dos River. Esto del Luna Park me tiene un poquito nervioso porque no me gustaría que no se llene. Y si no se llena, no me importaría y daría el mejor show. Yo tengo el público que tengo, y ese público es el que me entiende. Me gusta mucho sentir que me entienden y me den amor y reciban amor.

-¿Estás disfrutando del momento actual con tanto éxito y reconocimiento?

-En realidad es un momento difícil para mí, por la muerte de Tayda [su hija mayor, fallecida hace un año] y de mi hermana mayor, Mabel. También murieron muchos músicos amigos últimamente, como hace poco murió Marciano Cantero, de Enanitos Verdes, que yo lo quería mucho. Los mejores momentos fueron cuando me juntaba con los chicos de mi banda para ensayar.

-La música te hace bien.

-Para mí está clarísimo que la música es lo único en el mundo que en este momento está bien. ¡Me encanta que Coldplay haga diez River, porque la gente se va a llenar de música! Yo siento que los que estuvimos en las primeras bandas realmente logramos lo que se logró en el mundo con artistas como los Beatles y Elvis Presley.

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