Limpieza facial: 5 claves para evitar arrugas, manchas y puntos negros

Mantener la piel fresca y visiblemente saludable luego de un largo día de atender las obligaciones no es sencillo. El cansancio, la contaminación y el smog dejan en el rostro impurezas que, con una buena sesión de limpieza facial, se irán fácilmente.

Es importante elegir una rutina accesible y sencilla que se pueda  incorporar a tu cotidianeidad. Los resultados dependen de la constancia y la fórmula científica de los productos que se empleen. Recordá que los lugares más propensos a acumular mayor cantidad de impurezas son la frente, la nariz y la barbilla.

Te dejamos 5 tips para tu rutina de limpieza

1. Detox del cuerpo

Para desintoxicar la piel lo mejor es comenzar por desintoxicar el organismo. Se puede realizar mediante el consumo de frutas verdes como pera, limón y manzana; vegetales y hierbas como espinaca y lechuga; apio y pepino y también semillas de Chía. Al ingerir los ingredientes picados o licuados se favorece la eliminación de toxinas del el cuerpo, que luego se reflejará en la salud del rostro.

2. Controlar la dieta

Para que la rutina sea completa, se recomienda hacer ejercicio, tomar agua y tener una alimentación balanceada. Es importante ser consciente de lo que se ingiere, ya que algunas comidas con mucha grasa perjudican la salud de tu piel, causando acné. Ayuda tener siempre a mano frutas, verduras y alimentos naturales.

3. Detox para el rostro

Al aplicar una crema demaquillante sobre la piel se debe realizar un ligero masaje circular para desprender las partículas adheridas durante el día. Luego, retirar suavemente con algodones o toallas húmedas.

Una limpieza más profunda se logra utilizando algún producto que no sea jabón común, ya que este puede resecar tu piel. Puede ser una loción astringente para limpiar y remover el exceso de grasas e impurezas del rostro. Las toallitas demaquillantes permiten remover el maquillaje y dejar la piel con una sensación suave y fresca.

4. Exfoliación

Se pueden hacer mascarillas caseras para exfoliar con jabón y azúcar e ingredientes como yogur, huevos, miel, palta o frutillas; pero de nada sirve hacer limpieza facial con una exfoliación que no termine con una buena hidratación, ya que se corre el riesgo de que la piel quede demasiado reseca, con los poros abiertos y vulnerable a la irritación.

5. Humectación e hidratación

A medida que va pasando el día, la piel va perdiendo humedad y necesita una crema humectante que compense la pérdida y equilibre la piel. También podés reemplazar tu crema regular por una con componentes con tecnología antiage.

Al final, la piel lucirá radiante y estará lista para una crema humectante de noche, que le aporte los nutrientes necesarios para terminar un largo día.

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