En la argentina También sentimos orgullo - Por Leandro Aguilera

Tener al campeón y subcampeón de la Copa Libertadores de América en nuestro país nos llena de orgullo desde el aspecto futbolístico. Porque por los violentos tuvimos que avergonzarnos por tener que vivir la final entre River Plate y Boca Juniors en Madrid.

Me cansé de explicarles a los españoles con los que conversé que acá no todos son barras, ni ejercen la fuerza para agredir al otro. Es más, me terminaron dando la razón y disfrutaron de un espectáculo “nunca visto en el Santiago Bernabéu”. Además, somos hijos del rigor, vi convivir a los hinchas de un club y del otro con total respeto “es que si acá en España infringís la ley, te llevan preso” me respondieron varios.

Ganaron las series hasta llegar a esta final en la que tuvimos que esperar un mes entre el juego de ida y la vuelta. Los finalistas dejaron todo en el terreno de juego. River ganó la Copa y disfruta del Mundial de Clubes -mañana debuta en esa competencia ante el local, Al Ain-. Mientras que Boca busca al reemplazante de Guillermo Barros Schelotto.

Esto es parte de nuestro fútbol y son procesos que los tomamos como normales “no logró el objetivo y lleva tres años al frente del primer equipo en una institución en la que cada temporada genera un desgaste como si fuesen dos en otra” me dijo un dirigente importante del Xeneize. En cambio, La Banda sonríe al ritmo del Muñeco Gallardo que logró dejar atrás la tristeza del descenso para darle las alegrías más grandes a los hinchas del Millonario.

Somos tan exitistas que no tomamos dimensión de lo que pasó el 9 de diciembre: día en el que nuestro país volvió a estar donde se merece en Sudamérica. El nivel del fútbol de la Argentina, en equipos, es el mejor del continente y no hay dudas que nos valoran mucho más las otras naciones que la nuestra. Yo no olvidaré jamás lo que pasó porque tomé dimensión del valor que tiene en el momento que se produjo este cruce entre los dos clubes más importantes de nuestro suelo.

El futuro de los planteles será parecido porque varios jugadores no seguirán. Por ejemplo, en River, Martínez y Palacios no estarán el año que viene. Pity se va a la MLS y Exequiel al Real Madrid. Son dos jugadores que no tienen un reemplazante natural, que tenga el mismo rendimiento o parecido. El mendocino se transformó, con el tiempo, en un futbolista fundamental en el conjunto de Gallardo. Al principio rechazado por los fanáticos y gracias a sus actuaciones (por sobre todas en los Superclásicos) hoy es amado. Lo extrañarán y seguramente regresará porque las puertas quedarán abiertas.

En Boca, primero definirán el técnico (los tres principales candidatos son Pekerman, Mohamed y Russo). Luego vendrá la etapa de las ventas -Magallán al Ajax; Pavón al Arsenal, entre otros- y casi con seguridad, que se quedará el resto con la necesidad de tener revancha en la competencia internacional que tendrá hoy su sorteo en la Conmebol, con los grupos en la Libertadores y los cruces en la Sudamericana.

Deseo que el 2019 nos de otro campeón que nos represente y siga llevando bien arriba nuestro deporte. Eso nos permitiría reinar en el continente algo que no es fácil de conseguir (si no en todas las ediciones tendríamos un festejo acá). El año se termina y ¿este histórico 2018 podrá repetirse? El tiempo dará la respuesta, lo que si quiero, es que la Argentina siga generándome orgullo y no vergüenza.