El turbio negociado alrededor de Pandi, la simpática mascota

1.700 ejemplares del muñeco quedaron en la aduana, después que detectaran que la empresa quería ingresarlos como guirnaldas.

El turbio negociado alrededor de Pandi, la simpática mascota
El turbio negociado alrededor de Pandi, la simpática mascota

En Argentina la felicidad nunca es para siempre. A cada paso y en el ámbito que sea, es una constante que aparezca una polémica. La página ephectosport.com.ar sacó a la luz un problema que hubo con Pandi, la mascota de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

El yaguareté bautizado así a partir de su nombre científico (Panthera onca) no la pasó bien en estos Juegos Olímpicos de la Juventud, sobre todo en su versión peluche.

El 31 de julio último, el Boletín Oficial de la ciudad publicó la Resolución 129/Upejol/18 con firma de resolución Juan Martín Areco, titular de la Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos de la Juventud (Upejol), el ente que generó la administración que lidera Horacio Rodríguez Larreta para realizar las compras y contrataciones de Buenos Aires 2018. Allí se dejaba constancia que el 29 de junio se había adjudicado la compra de 1.700 muñequitos de Pandi al único oferente: Carlos Germán Eguía, quien posee "Quiero ver guita", una empresa inscripta en 2008 ante la AFIP para la compra, venta, fabricación, distribución, exportación e importación, de productos de vestimenta, calzados, marroquinería, sombrerería, accesorios y productos de la industria textil en general. (ver)

Lo llamativo de la licitación es que la Ciudad había cotizado cada peluche en un valor de $300 (unos 11 dólares en ese momento), un monto que en el ramo textil suena abultado ya que desarrollar un modelo del tamaño regular en una empresa china y replicarlo en cantidad cuesta no más de dos dólares por unidad. Además, la Ciudad contemplaba un monto adicional de un millón de pesos para establecer los puestos de ventas de productos de merchandising en las diferentes sedes. Lo llamativo del caso es que Upejol terminó aceptando la solitaria oferta de Eguía, quien cotizó sus servicios en $ 2.047.680, un 35% por encima de lo que debía pagarse. (ver)

No es la primera experiencia como proveedor del estado porteño de Eguía, quien en enero de 2015 –con Mauricio Macri como jefe de Gobierno– fue contratado para armar el stand del Ente de Turismo de la Ciudad en el Festival Nacional de Folklore en Cosquín, a cambio de $ 245.696. (Ver)

Las desventuras administrativas de Pandi no se limitaron en el pago excesivo al proveedor. Se suponía que debía haber una buena provisión de estos yaguaretés de tela de unos 20 centímetros de altura para venderlos en los puestos de souvenirs que debía montar Eguía, tal lo establecido en la licitación. De hecho, en las listas de precios de los shops, el día de la apertura de los parques, Pandi era el producto más caro del menú a $ 1.500 (unos 40 dólares, 20 veces más que su valor de costo en factorías asiáticas). Pero el felino faltó a su cita.

Sucede que para importar un stock de unos 5.000 muñecos a bajo precio, los mismos fueron rotulados como “guirnaldas”, un producto que no paga los aranceles que un juguete. Por eso, las autoridades aduaneras no sólo no permitieron el retiro de la mercadería, más allá de que autoridades de la organización de los Juegos pidieran por la liberación de Pandi. El acuerdo qué establecieron las autoridades aduaneras fue que permitirían retirar los peluches necesarios para las premiaciones y una cantidad extra para regalar a los deportistas que no los hubieran ganado en competencia. Pero que el remanente no podría ser puesto en venta ya que se inició una causa por posible contrabando.

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