El PJ mendocino repudió los dichos que tildan de nazi a Ramón Carrillo

Tras los rumores de la impresión de un billete de $5.000 con la cara del médico Ramón Carrillo y las posteriores acusaciones que lo tildaron de nazi, el peronismo mendocino salió a defender al funcionario de Perón.

"El Partido Justicialista de Mendoza expresa su más enérgico repudio a las difamaciones y al agravio contra la memoria del Doctor Ramón Carrillo, primer Ministro de Salud que tuvo la Argentina entre los años 1949 y 1954 durante la presidencia de Juan Domingo Perón, lanzadas sin fundamentos ni bases históricas sólidas con una manifiesta intensión descalificatoria en el preciso momento en que se valoriza su legado en medio de la pandemia que padecemos", sostuvieron en el documento firmado por Guillermo Carmona y Florencia Décima, presidente y vicepresidenta, respectivamente.

Además, los justicialistas indicaron que Carrillo “llevó adelante una transformación sin precedentes en favor de la salud pública de nuestro país desde una concepción social de la medicina”.

También señalaron todos las acciones del médico durante su gestión: lanzó planes de educación sanitaria y campañas masivas de vacunación, logró la erradicación del paludismo, la eliminación de las epidemias de tifus y brucelosis, la reducción de la mortalidad infantil o de los muertos por enfermedades como la tuberculosis, construyó cientos de hospitales y centros de atención sanitaria en todo el país y apoyó a laboratorios nacionales, a través de incentivos económicos, procurando que la población tuviera acceso a los medicamentos.

Con respecto a las acusaciones, dijeron: "No solo no existen expresiones o conductas de Ramón Carrillo que puedan considerarse xenófobas u homofóbicas, como algunos malintencionadamente pretenden, sino que sus difamadores pretenden esconder aspectos de su vida personal y profesional que denotan una actitud fraternal hacia migrantes judíos como demuestra el estrecho vínculo de amistad que mantuvo, hasta el momento de su exilio y muerte en 1956, con el médico Salomón Chichilmisky, un refugiado judío que además de haber sido un cercano colaborador de Carrillo en el Ministerio, ocupando la Secretaría de Salud Pública, le realizó aportes económicos al sanitarista en su destierro y hasta su muerte".

Y cerraron vinculado los embistes contra la gestión de Alberto Fernández: “El ataque a Ramón Carrillo no deja de ser un ataque a la obra sanitaria del peronismo, del legado integrador de Juan Perón y Eva Duarte de Perón y de la actual gestión sanitaria del gobierno del Frente de Todos”.