La situación en la que está el hospital Héctor Gailhac de El Algarrobal, Las Heras, es lamentable, según lo que informan enfermeros y profesionales que trabajan en el mismo.
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La situación en la que está el hospital Héctor Gailhac de El Algarrobal, Las Heras, es lamentable, según lo que informan enfermeros y profesionales que trabajan en el mismo.
Son innumerables las carencias que se evidencian en este nosocomio que atiende un conglomerado humano que llega a casi 6.000 personas, la mayoría muy humildes residentes en la zona.
Uno de los enfermeros rompió en lágrimas ante la impotencia que lo invade al no poder prestar con dignidad sus servicios, que ya sabemos son tan necesarios y tan mal reconocidos por los distintos gobiernos.
Uno de los pocos tensiómetros que posee el establecimiento debió ser reparado por los empleados. Con eso se evidencia el nivel que alcanzan las carencias de ese importante centro asistencial de Mendoza, ya que sabemos que dichos dispositivos deben ser controlados y calibrados previamente para ser habilitados al uso.
Pero todo este tipo de situaciones denunciadas, de ninguna manera deben seguir siendo paliadas con el denodado esfuerzo de las personas que allí trabajan, quienes a veces deben aportar de sus propios recursos para salir adelante.
Se habla asimismo de una sola camilla para mover a los pacientes y una sola silla de rueda en mal estado.
El Algarrobal no está entre la cordillera ni en pleno desierto; se ubica a pocos kilómetros del centro de Mendoza, cerca de las autoridades, cerca de los legisladores y ministros y cerca también de muchas personas y empresas pudientes que deben hacer, no algo, sino todo el esfuerzo y las gestiones necesarias para que se adopten soluciones a la brevedad para bien de todos.
Oscar Carlos Laguna
LE 8.144.258