En salvaguarda de una antigua capilla

Por lo que significa para el patrimonio de los mendocinos y en especial de la comunidad huarpe del norte de Lavalle, resulta auspicioso que se haya resuelto intervenir y reparar la capilla de la Virgen del Rosario, dañada en el sismo del 18 de enero.

Capilla de la Virgen del Rosario / Claudio Gutiérrez
Capilla de la Virgen del Rosario / Claudio Gutiérrez

La llaman la pequeña catedral blanca de la zona del secano. Cuando el viajero llega a Lagunas del Rosario, en el norte del departamento de Lavalle, a 130 kilómetros de la ciudad de Mendoza, se asombra al divisar de lejos la silueta blanca del templo.

Para los esforzados pobladores del lugar, integrantes de la comunidad huarpe, esa construcción de adobe es un lugar de gran significación, que despierta arraigados sentimientos.

El movimiento sísmico del 18 de enero, con epicentro en San Juan, complicó la ya de por sí débil estructura de la capilla, que fue emplazada en la zona en 1609/1610, y que luego de sucesivas reconstrucciones fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1975. Actualmente se encuentra apuntalada y otra vez, como tantas veces ocurrió, su situación general es comprometida por la edad del edificio y la naturaleza de los materiales con los que ha sido construida. Especialmente está afectada la torre.

Los representantes de la comunidad huarpe están muy preocupados por su templo y así lo manifestaron a los periodistas que visitaron el paraje días pasados.

Todo indicaría que no han sido olvidados por las autoridades porque ya se constituyó en el distrito personal del área de la Municipalidad de Lavalle, de la Dirección de Patrimonio de la Provincia y un profesional de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos de Nación, organismo que tiene jurisdicción sobre este valioso bien patrimonial del interior de la provincia.

Todo indica que se encarará un proyecto que tendrá como objetivo final restaurar las partes más afectadas del inmueble, que presenta grietas y que ya ha sido apuntalado.

Hay que señalar que, a menos de un mes del movimiento telúrico, quienes debían inspeccionar y comprobar se constituyeron en el área, y no sólo lo hizo el director de Patrimonio, Horacio Chiavazza, sino también un integrante de la Comisión de Monumentos, Fabio Grementieri, que concurrió desde Buenos Aires para inspeccionar el templo Nuestra Señora del Rosario y otros de la zona norte de Lavalle.

Hay que destacar que los pobladores no estuvieron ausentes en este proceso y realizaron el análisis de campo de lo ocurrido, que permitió establecer la delicada situación en la que se encuentra el icónico edificio blanco.

Ahora habrá que aguardar que se ponga en marcha el análisis, la evaluación y el desarrollo de un proyecto de restauración de la capilla.

Será una incógnita si se la podrá visitar en el segundo fin de semana de octubre, en que se hace la fiesta en honor de la Virgen.

En otros tiempos pasó lo mismo y se puede recordar la misión que cumplió en 2005 la Dirección de Arquitectura Nacional (DNA), cuyo personal llevó a cabo un trabajo de restauración general de edificio y la instalación de un laboratorio de campo para ensayos de arquitectura en tierra cruda, que condujo el arquitecto Juan Carlos Marinsalda, cuando estaba al frente del Distrito Cuyo de la DNA.

Lo importante es destacar que, además de la presencia del representante nacional, el director de Patrimonio de Mendoza y técnicos locales también tomaron cartas en el asunto y serán quienes podrán evaluar la realización de tareas que están pendientes, en compañía del delegado de la comisión nacional.

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