Tarjetas: el saldo de septiembre se podrá refinanciar al 40% más IVA, pero hay letra chica

El plan fue lanzado por el Central, pero al que refinanció en abril y lo haga de vuelta el mes que viene, no le quedará más cupo disponible para poder seguir consumiendo en octubre. La tarjeta de crédito se transformará, así, en una de compra.

Lo que a simple vista parece una buena noticia, hilando fino quizás no lo sea tanto. El Banco Central (BCRA) resolvió este jueves que los resúmenes de la tarjeta de crédito que venzan entre el 1° y el 30 de septiembre se podrán financiar en doce meses, con tres de gracia y nueve cuotas fijas, a una tasa de 40% más IVA. Sin embargo, hay letra chica detrás de esta medida.

El analista Christian Buteler alerta que, si a esta refinanciación se le suma la de abril pasado, es probable que el titular de la tarjeta se quede sin cupo para poder seguir consumiendo: “Dependerá de los límites de tu tarjeta  y el monto a financiar. Para quien está muy jugado con los límites, la tarjeta de crédito se convertirá en una de compra, porque vas a tener que cancelar todo para poder seguir usándola”.

De todas formas, Andrés Méndez, titular de AMF Economía, reconoce que este tipo de refinanciaciones es un alivio financiero para quienes tienen saldos deudores de tarjeta.

Es una especie de “patearla hacia adelante” que –en muchos casos– de no hacerse implicaría lisa y llanamente un impago. Este es el “dulce”: liberarlo de los pagos inmediatos. Lo “amargo”, a su juicio, vendría por el lado de los costos; no es barato. O sea una tasa positiva para el deudor (considerando las expectativas de inflación), que podría tornarse más gravosa en la medida en que sus ingresos no acompañen a la inflación, algo muy probable considerando al ritmo que se contrae la economía.

Financiarse con la tarjeta no es conveniente y en este caso tampoco. Pero no es un tema de racionalidad, sino que al tenedor del plástico probablemente no le quede otra”, advierte Méndez.

El plan de financiamiento tiene carácter automático y en el caso de que se ejecute algún pago (por ejemplo, por débito automático) hay un plazo de 30 días para pedir al banco la reversión de la operación.

Las cuotas de financiación solamente pueden devengar el interés compensatorio de 40% anual (más IVA) y ningún otro recargo. Las personas podrán cancelar anticipadamente total o parcialmente, en cualquier momento y sin costo, excepto el interés compensatorio devengado hasta el momento del pago.

“Ante el riesgo de incobrabilidad, los bancos salieron a achicar los márgenes de endeudamiento en tarjeta. Van a contramano de las medidas del Gobierno, que apuntan a ampliar la cantidad de cuotas para reactivar el consumo”, armó Amilcar Collante, economista de Cesur.

Lo dice porque desde septiembre varios bancos restringieron el límite de compras en cuotas al 30% del total: “Por ejemplo, si tu límite es de $ 10.000, el límite en cuotas será de $ 3000. Hasta la fecha estos importes eran iguales”, ejemplificaron en las cartas que mandaron con estos anuncios.

“En nuestro caso, fue solamente para un grupo marginal de clientes monoproducto, poco rentables. Aquellos que no tienen paquete, ni plan sueldo. Privilegiamos aumentar el límite de compra en aquellos clientes que son más heavy users de la tarjeta, con buen comportamiento y demás. A esos grupos, se le actualizaron los límites en los últimos meses, ya desde el año pasado”, relativiza el directivo de un banco que aplicó esta reducción.

“Tenés topeados muchas cosas, comisión de cuenta, tasas, etcétera. Privilegiás darle beneficios a clientes más rentables. Si es un cliente de una tarjeta suelta, que se pasa a un paquete de productos, tiene mejores límites”, agregan.

“Es marginal el grupo de clientes al que se le aplicó. Es más grande el grupo de clientes al que, durante el año, se le fueron ampliando los límites. Es más crosseling que otra cosa. Si migrás a un producto mejor, te damos más beneficios”, detallan.

No es para todos los clientes, sino para un segmento acotado. Se le mandó un mail informando de esto a los que les va a aplicar este cambio. Básicamente, el límite de compra en cuotas solo rige para los consumos que realizan en cuotas y se mantienen los límites de los consumos en un solo pago”, revelan en otro de los bancos que informó a un segmento de clientes que el límite de compra en cuotas se va a modificar a partir de septiembre.

Principalmente es una definición interna sobre aquellos clientes que no tienen productos con el banco más allá de tarjetas de crédito. A los menos rentables les reducirán al 30%, al siguiente segmento al 50% y al otro al 70% de su límite total las compras en cuotas, cuando hasta hoy es del 100%.

Interpretan en el sector que, al dispararse la mora, cortar lo disponible en cuotas es una forma de mitigar el riesgo de un mayor nivel de morosidad.

Por Mariano Gorodisch

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