Paritaria vitivinícola: acercaron posturas, pero no hay acuerdo

Las empresas ofrecen hasta un 42% de suba, pero el sindicato se mantiene firme en su pedido del 60%.

El sindicato rechazó el ofrecimiento de las empresas y presentó una contra propuesta, menos favorable que la que habían llevado en una reunión previa. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes.
El sindicato rechazó el ofrecimiento de las empresas y presentó una contra propuesta, menos favorable que la que habían llevado en una reunión previa. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes.

En el marco de las negociaciones salariales de la actividad vitivinícola, el sector empresario presentó dos nuevas ofertas que se acercaron a los porcentajes reclamados por el gremio. Sin embargo, las diferencias persisten y las partes siguen sin llegar a un acuerdo.

“El lunes ofrecimos un 42% de aumento remunerativo, más un adicional por refrigerio del 10%. El porcentaje se daría de forma escalonada, entre valores no remunerativos y remunerativos, arrancando desde marzo y hasta febrero de 2022. En noviembre se daría una suma fija de $ 8.000 por única vez”, explicó Walter Pavón, coordinador de Recursos Humanos, y gerente de Relaciones Institucionales de Bodegas de Argentina. La oferta incluía, además, reconocimientos de aportes a la obra social para los porcentajes no remunerativos.

El sindicato rechazó el ofrecimiento de las empresas y presentó una contra propuesta, menos favorable que la que habían llevado en una reunión previa.

Ante esto, Pavón explicó que se presentó una oferta alternativa, que consiste en una suba escalonada de valores remunerativos y no remunerativos (30% remunerativo en tres escalones y un 10% no remunerativo para cerrar en 40%, y volver a sentarse para discutir el incremento en diciembre). Esta opción no cerraría el acuerdo para todo el año, pero tampoco dejaría definida una suma fija para noviembre, como sí sucede en el primer caso.

“Las ofertas están en línea con los acuerdos que se están alcanzando en el resto del país. Es decir con valores escalonados, que van acompañando a la inflación, y una cláusula de revisión para ver cuánto se puede mejorar hasta febrero”, agregó.

Qué pide el gremio

La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) había pedido inicialmente un aumento del 100%, que equipararía el salario básico inicial con una Canasta Básica Total (hoy es de $ 52.578,10), pero luego se fueron bajando las pretensiones. La última pedido fue en el orden del 60%.

El básico de los empleados de bodega ronda los $ 28.770, y los trabajadores de viña cobran poco más de $ 27.000, pero a eso se suman conceptos de antigüedad y categoría, por lo que en promedio los trabajadores cobran cerca de $37.000 (viña).

Miguel Rubio, secretario de Prensa, Cultura y Difusión de Foeva, indicó que el jueves a las 14 tendrá lugar la última reunión dentro en el marco de la Conciliación Obligatoria. “Nuestra postura sigue siendo la de volcar un 60% al básico inicial”, indicó. Tras el fin de la conciliación (si no se extiende), podrían volver las medidas de fuerza.

Sueldos y costos de producción

En declaraciones a diario Los Andes, Nicolás Vicchi, subgerente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), puso en relieve que, si bien la situación del trabajador no es la mejor, ya desde hace varios años sucede lo mismo con el sector productivo, por lo que era entendible que la negociación paritaria llevara tiempo, y más de una propuesta desde ambos lados.

Vicchi manifestó que, si bien los productores están teniendo una recuperación del precio, todavía no alcanza a cubrir los costos de producción, ya que los valores estuvieron “planchados” desde 2017 e incluso bajaron. Esto, añadió, quedó demostrado en la baja producción, motivada por la descapitalización del producto primario. Pese a eso, reconoció que no son ajenos a que la realidad del trabajador también es compleja y por eso confió en poder seguir con las conversaciones, para llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes y realista. Se debe recordar que, a fines de agosto de 2020, después de varios meses de negociaciones, se acordó un incremento del 40,3%, que regía hasta febrero de 2021.

De igual manera, Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, indicó que, como en 2020 se recuperaron el mercado interno y las exportaciones, la gente cree que la vitivinicultura está muy bien, cuando en realidad un productor festeja que le paguen $ 2 mil el quintal de uva porque el año pasado le pagaban $ 1.400. Si bien ha mejorado el precio de la uva y del vino, no ha llegado al 100% de incremento (porcentaje que pidieron en un primer momento desde el gremio) y, además, han aumentado el costo de la energía y de los combustibles, entre otros insumos.

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