Metalmecánica: crece en el país pero en Mendoza no repunta

En noviembre, el sector tuvo un descenso de 2,2% en comparación con el mismo mes de 2019. Advierten que no se observa un vector de crecimiento.

El petróleo es el sector que mueve la metalmecánica en la provincia y por ahora no se ha recuperado. Desde Asinmet piden un plan de trabajo conjunto / Orlando Pelichotti
El petróleo es el sector que mueve la metalmecánica en la provincia y por ahora no se ha recuperado. Desde Asinmet piden un plan de trabajo conjunto / Orlando Pelichotti

Aunque en noviembre la metalmecánica mostró una recuperación interanual del 2,6% en todo el país, en Mendoza tuvo una caída del 2,2%. Esta diferencia se explica porque el principal motor de la reactivación nacional fue la maquinaria agrícola, mientras en la provincia las empresas del sector dependen más del petróleo, que no tuvo buen comportamiento este año, al tiempo que la agroindustria ha ido perdiendo relevancia.

Un informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) plantea que, en promedio, la industria tuvo, en noviembre, un incremento en la actividad de 2,6%. De esta manera, se consolida la recuperación que comenzó en setiembre, cuando por primera vez se revirtió la tendencia de caída, después de 28 meses consecutivos. De todos modos, el acumulado 2020 registra un -11,5%, producto del abrupto descenso de abril.

Sin embargo, se observan diferencias marcadas entre provincias y rubros. Mendoza fue la provincia más afectada, con un -2,2% en su nivel de producción y le sigue Buenos Aires, con un -0,6%. Como contraparte, Santa Fe (+11,4%) y Entre Ríos (+8,5%) presentan fuertes crecimientos y Córdoba (+4%) mostró un aumento interanual por segundo mes consecutivo.

El mes pasado, los rubros que tuvieron mayor crecimiento fueron Maquinaria agrícola (+26,4%) y Carrocerías y remolques (+9,4). Pero también registraron variaciones interanuales positivas los de: Otros productos de metal (+6,9%), Autopartes (+2,2%) y Equipos y aparatos eléctricos (+1,3%). En tanto, los que presentaron mayor contracción en su producción fueron Bienes de capital (-8,2%) y Fundición (-6,9%).

Mariano Guizzo, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), resaltó que, mientras la media nacional muestra un tercer mes consecutivo de recuperación, la metalmecánica sigue mostrando números negativos en la provincia, aunque destacó que la caída es un poco inferior.

Los motivos de esta caída sostenida en la actividad son, detalló, que en Mendoza uno de los principales motores del sector es la actividad petrolera, que si bien durante la pandemia no se detuvo, los yacimientos redujeron mucho su producción y no se han recuperado los niveles pre-pandemia. De hecho, consideró que difícilmente los alcance en 2021, ya que ha habido una caída de la demanda de petróleo en el país y, además, Vaca Muerta tiene un fomento que atrae todas las inversiones. La cadena de petróleo y gas tuvo, según el informe de Adimra, una caída interanual de 2,2%.

Por otra parte, en la provincia, la actividad agrícola no genera una demanda de bienes de capital como sucede en la Pampa Húmeda. De ahí que se observen crecimientos muy importantes en Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

Si bien en la media nacional, la construcción favoreció un aumento de 5,5% en la producción metalúrgica, Guizzo señaló que en 2020 no hubo casi obra pública en la provincia y que la privada mostró indicios de recuperación pero sin impacto en el sector. Agregó que para Portezuelo del Viento se deberá esperar al menos un año más. En cuanto a la minería, indicó que tienen expectativas de que se reactive Potasio Río Colorado y que surja alguna oportunidad en Malargüe.

El presidente de Asinmet planteó que la situación es crítica y que están preocupados porque no observan, en el corto plazo, un vector de crecimiento claro que favorezca la reactivación que podría permitir el mantenimiento o el incremento de los puestos de trabajo. En este sentido, mencionó que el empleo está cayendo, que ha habido un número importante de retiros voluntarios y que en la metalmecánica hay un componente estacional, por lo que se toma más gente cuando hay mayor actividad. Pese a esto, han notado algunos repuntes en sectores puntuales, como proyectos petroleros fuera de la provincia, para los que las empresas locales cuentan con el “know how”.

Rubén Caparotta comentó que la Nación ha relegado a la provincia y que YPF no realiza inversiones petroleras en Mendoza. En esta línea, mencionó que se debe apuntar a un desarrollo más intenso de la actividad petrolera, como también de la minería de modo responsable, para que se empiece a producir una reactivación en la metalmecánica.

El integrante de la comisión directiva de Asinmet señaló que si bien ha habido un repunte en la construcción, no se han iniciado grandes obras y añadió que el Gobierno nacional cada vez envía menos recursos en comparación con los que destina, por habitante, a otras jurisdicciones.

Caparotta, quien se dedica a la fabricación de transformadores, detalló que las inversiones de las empresas de energía están demoradas y que las distribuidoras aducen que no pueden renovar los equipos porque no les permiten aumentar las tarifas. Lo cierto, manifestó, es que, en general, no hay proyectos de inversión por la incertidumbre.

“Nos preguntan qué planes tenemos para el año que viene, cuánto estimamos que se va a activar la producción, si vamos a tomar más empleados o a despedir y yo no sé lo que va a pasar mañana”, lanzó. Sumó que la presión tributaria, en lugar de disminuir, sigue aumentando e ilustró que del precio de la energía eléctrica –un costo significativo para las empresas del sector-, el 37% corresponde a impuestos.

Caparotta expresó que para una pyme es muy difícil seguir adelante porque han estado meses sin trabajo o con baja facturación y sólo recibieron el ATP durante cinco meses. Asimismo, lamentó que Mendoza, que siempre fue una provincia pujante, tenga hoy un alto porcentaje de pobreza, pese a que se la sigue considerando una provincia “rica”.

Julio Totero, quien es vicepresidente de la UIM (Unión Industrial de Mendoza) y secretario de Asinmet, explicó que la recuperación que muestra la metalmecánica a nivel nacional está muy enfocada en un sector, el de la maquinaria agrícola y en una región, la Pampa Húmeda. Si bien la venta de máquinas para el complejo sojero –y de maíz, girasol, trigo y otros granos- tuvo una caída en 2019, luego de las PASO, y nuevamente en abril de 2020, después repuntó.

En cambio, en el resto de las regiones, incluida la provincia de Buenos Aires, la industria no logra volver a arrancar. Coincidió en que en Mendoza no sólo se observa una fuerte caída en la actividad sino que no se avizora un vector de crecimiento fuerte, ya que los que tuvo durante muchos años fueron el petróleo y la agroindustria. En lo que a la utilización de la capacidad instalada se refiere, estimó que debe estar en torno al 50%, pero resaltó que se necesita de un motor que traccione al sector y que en esto radica el problema, ya que el precio internacional del petróleo no es óptimo y ha caído la producción de los pozos en la provincia, mientras que cada vez hay menos establecimientos agroindustriales.

Totero mencionó que Mendoza llegó a exportar 250 millones de dólares pero que hoy no se alcanzan los 70 millones y que esto se debe, en gran medida, a las complicaciones que genera la macroeconomía, como las retenciones al sector industrial (que se están retirando). También influye el alto costo de los insumos, que se compran a un dólar de $150, cuando el producto final se vende al valor oficial. De este modo, se empieza a perder competitividad, a lo que se suman los problemas logísticos.

Además, planteó, los precios han subido en dólares porque, así como en la construcción, ante un escenario incierto, se acopian ladrillos, en la metalmecánica se busca tener un sobrestock de acero. Esto provoca que empiecen a producirse faltantes, lo que eleva el valor, y las mismas empresas productoras, al anticipar una posible suba del dólar, ajustan hacia arriba los importes.

Pese a esto, Totero consideró que en 2021 habrá una recomposición de la actividad, pero porque la caída en 2020 fue muy marcada. Asimismo, manifestó que espera que exista claridad en la macroeconomía, para reducir la incertidumbre y que no crezcan las expectativas inflacionarias. De este modo, planteó, se puede generar un ambiente propicio para las inversiones.

El vicepresidente de la UIM agregó que se necesita que a nivel provincial y nacional se establezca un plan de desarrollo -elaborado entre todos los actores políticos, sociales y económicos-, en el que la industria sea parte de la solución. Esto, subrayó, porque cuando se apoya al sector industrial se favorece el agregado de valor, lo que repercute positivamente en la economía.

-11,5%

Acumulado 2020.

Aun con la recuperación desde setiembre a nivel nacional, en el acumulado 2020 se registra una caída de 11,5%, producto del abrupto descenso de abril.

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