Mendoza tiene 200 constructoras activas menos que en la prepandemia

El dato contrasta con el aumento de los despachos de cemento. Para los empresarios, la pandemia acentuó una crisis previa y es difícil que el sector levante cabeza con la actual macroeconomía.

La construcción crece, pero muchas empresas no sobrevivieron a la pandemia.
La construcción crece, pero muchas empresas no sobrevivieron a la pandemia.

El sector de la construcción está atravesando un momento incierto en Mendoza. Es que por un lado las estadísticas demuestran una recuperación del nivel de actividad, pero por otro se observa una tendencia a la baja en la cantidad de empresas activas.

De acuerdo a estadísticas elaboradas por el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), en marzo de este año había 770 empresas constructoras operando en la provincia. Entre ellas, 245 eran sociedades anónimas, 91 eran Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL), 91 eran personas físicas y dos sociedades de personas. A eso se sumaron otras 84 dentro del rubro “otras”.

En marzo de 2021 la cantidad de constructoras activas era casi la misma (778), pero en 2020 el número era mucho mayor. De acuerdo al Ieric, en el tercer mes de ese año eran 966 las empresas que estaban desarrollando alguna clase de actividad dentro de Mendoza. En detalle, 279 eran sociedades anónimas, 120 eran SRL, 116 eran personas físicas y 5 eran sociedades de personas. Las contempladas dentro del rubro “otras” eran 81.

En resumen, de una punta a otra dejaron de trabajar casi 200 compañías. Cabe aclarar, que el hecho de que las empresas no estén activas no implica necesariamente que hayan cerrado, pero sí asegura como mínimo que no tienen ningún trabajo formal en proceso.

¿Más actividad?

La fuerte caída en la cantidad de empresas activas contrasta con los datos que muestran el nivel de actividad que existe en la provincia. De acuerdo al informe de despachos de cemento elaborado por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). entre enero y marzo de este año se vendieron 146.632 toneladas de cemento, un 8% más que en 2021 y 51% más que en 2020.

Ese valor se puede dividir entre los despachos se cemento en bolsa -se asocian a la obra privada- y los despachos de cemento a granel -se vinculan a la obra pública. Los primeros repuntaron 54% en relación al 2020 y los segundos crecieron 45%.

Vinculando ambas estadísticas, la que refiere a la cantidad de empresas activas y la que hace referencia a las toneladas de cemento consumidas, se puede deducir que hay más trabajo, pero está concentrado en menos manos, o bien, que muchas compañías pasaron a la informalidad. También es un hecho, de acuerdo a diferentes corralones consultados por Los Andes, que gran parte del cemento despachado en Mendoza está siendo comprado por las vecinas provincias de San Juan y San Luis, debido a que los productos son más baratos en la provincia.

Empresarios constructores

Al consultar a las cámaras del sector, Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim), confirmó que la situación es grave, pero aclaró que la pandemia solo vino a profundizar una crisis previa: “Estamos con una gran recesión desde hace 5 años, a lo que se sumó una crisis internacional (la pandemia) que agravó la situación. Eso repercute sobre todo en las Pymes, con menos herramientas para poder defenderse”.

El titular de Cecim agregó que en la actualidad hay licitaciones de municipios o del gobierno provincial con muy pocos o ningún oferente, porque la inestabilidad macroeconómica hace difícil pensar en una inversión que requiere de tanto capital como la construcción. “Las Pymes han tenido menos posibilidades de adaptarse a esta crisis y efectivamente hoy tenemos menos empresas”, concluyó Barbeito.

Por su parte, Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de Argentina (CPC), coincidió en la merma de empresas en el sector. En su opinión, es cierto que hay opciones de trabajo como la obra pública, pero el problema es la demora en los pagos, algo que afecta especialmente a las Pymes que no tienen la “espalda financiera” para esperar ese pago.

Es contradictorio que, por un lado, aumente la compra de cemento y haya actividad, pero por el otro lado la inflación hace que no sea un negocio rentable. Además, hay un malestar en la construcción porque el gobierno de Mendoza paga fuera de término y con redeterminaciones de precio desfazadas”, criticó el presidente de la CPC.

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