Los comercios mendocinos vendieron 50% menos que el año pasado

En la comparativa interanual, la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia determinó que el rubro más afectado fue el de diversión y esparcimiento, con una fuerte baja del 66%.

Imagen ilustrativa. Foto: Mariana Villa / Los Andes
Imagen ilustrativa. Foto: Mariana Villa / Los Andes

El balance para las ventas minoristas de Mendoza en el primer semestre de 2020 presentó una caída de casi el 50% con respecto al mismo periodo del año anterior. Afectados por la crisis económica y las restricciones que los obligaron a cerrar durante un largo periodo en medio de la pandemia de coronavirus, los comercios locales vendieron en estos meses alrededor de la mitad de los que habían alcanzado en 2019, aunque la situación fue mucho más compleja para algunos sectores, según las cifras de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE).

En consonancia a lo que se venía observando en las estadísticas difundidas por distintas organizaciones en los últimos meses, el retroceso, en términos de facturación real, fue de 49,8% en promedio. El rubro más afectado fue “diversión y esparcimiento” con una baja del 66,7% interanual, mientras que “perfumería, farmacia, óptica y fotografía” resultó ser el menos golpeado con un -23,8%.

Balance de las ventas del mercado minorista de Mendoza. Gustavo Guevara.
Balance de las ventas del mercado minorista de Mendoza. Gustavo Guevara.

La lista sigue en orden creciente y muy cercanos al promedio general con “ropa deportiva y accesorios deportivos” (-46,9%), “juguetes” (-47,3%), “librería y papelería” (-47,3%), “amoblamientos, decoración, sanitarios, iluminación y textiles para el hogar” (-49,1%), los comercios contemplados en el rubro “otros” (-49,9%), “electrónicos, electrodomésticos, artículos de computación” (-50,4%), “patios de comidas, alimentos, bebidas y kioscos” (-50,5%) e “indumentaria, calzado y marroquinería” (-53,7%).

Cierres y empleos en riesgo

Desde la Cámara Empresaria, Comercio, Industria, Turismo y Servicios de la Ciudad de Mendoza (Cecitys), manifestaron que una de las mayores preocupaciones que derivan de estos indicadores es el cierre de comercios. El titular de la entidad, Adrián Alín, señaló que en los últimos meses, de acuerdo a un relevamiento realizado por la cámara en mayo, cerraron entre 230 y 250 negocios. Ese número refleja la cantidad de negocios que efecticamente cerraron su puertas, dado que no contempla a aquellas firmas que cambiaron de rubro o se mudaron a otro local.

Alín remarcó que necesitan que la gente salga a comprar y contó que están llevando adelante algunas estrategias para aumentar las ventas para que los comerciantes puedan tener mayor liquidez, aunque reconoció que “se hace muy difícil planificar entre el miedo y la economía”.

Daniel Ariosto, presidente de la UCIM (Unión Comercial e Industrial de Mendoza), sostuvo que las cifras que maneja la entidad que representa difieren un poco a las oficiales, aunque lo atribuye a la categorización de algunos rubros. “Si se analia lo que ocurrió desde que comenzó la pandemia en adelante, incluido el trimestre de julio, agosto y lo que va de septiembre, se ve una caída importantísima. En este momento, más allá de los índices de los primeros meses, la caída es impresionante porque la gente no tiene plata”, manifestó.

Así mismo, la UCIM y junto a otras cámaras del país han solicitado una serie de medidas que conforme a lo explicado por Ariosto incluyen: “préstamos a tasa cero con devolución a largo plazo a pagar con un año de gracia para cuando pase la pandemia; cobertura total para aquellos que están con cero ingresos; una solicitud a la AFIP y ATM para obtener una condonación de los vencimientos a dos años con un interés bajo; y una ley de emergencia económica”.

Alberto Carleti, presidente de la FEM, ponderó la decisión de Suarez de mantener las actividades comerciales funcionando y agradeció el trabajo del sistema sanitario. Carleti consideró que “el comercio en general no ha podido recuperar los niveles de venta de otros años, teniendo en cuenta que en este contexto se dan otros factores como la pérdida del poder adquisitivo, la falta de provisión de muchos artículos o la dificultad para el traslado de mercaderías entre provincias”.

Por su parte, Adolfo Brennan, vicepresidente de la misma entidad, aseguró que los centros comerciales abiertos de los cascos urbanos de toda la provincia se han visto más afectados que la periferia. “Las tiendas de cercanía han tenido una mejor performance”, apuntó. Con todos los rubros en retroceso, la mirada hacia el futuro de Brennan es con incertidumbre y expectativas para el 2021.

La situación para el comercio en el Valle de Uco es bastante similar a la del resto de la provincia, con el agravante de la gran dependencia del sector comercial con la actividad turística. Diego Stortini, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán (CIAT), comentó que en la región el 40% de los comercios están vinculados de manera directa o indirecta con el turismo.

El representante de CIAT expuso que solo el 60% de los locales que han vuelto a abrir sus puertas han logrado cubrir los costos operativos. Así mismo, del 40% restante que aún no logra alcanzar la recuperación, tres de cada diez presentan una tendencia al cese de su actividad.

En cuanto a las perspectivas de los que se viene, Stortini resaltó que “una vuelta a la fase 1 sería letal para el sector comercial de la región porque el Valle de Uco el mayor crecimiento que ha tenido es en materia comercial, que incluye el turismo”.

Uno de los rubros más golpeados en el primer semestre del año ha sido el gastronómico y hotelero. Fernando Barbera, presidente de la Asociación Empresaria, Hotelero, Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga), detalló que, a raíz de las restricciones y protocolos vigentes en gastronomía, la actividad está funcionando al 80% de su capacidad y hasta el momento el 40% de los locales han cerrado sus puertas. En tanto, las pérdidas para el sector hotelero pueden alcanzar el 90% en la zona céntrica de Mendoza y alrededor del 50% para Potrerillos o Valle de Uco, que se han visto favorecidos por el turismo interno. Aquí Barbera no pudo hacer un balance de las pérdidas ya que muchos hoteles ni siquiera han podido abrir sus puertas todavía.

Para Aehga, la posible salida de esta difícil situación para el sector es una temporada de verano con turismo interno. “Sabemos que quedan semanas muy difíciles en las que hay que cuidar la ocupación de camas en el sistema sanitario por lo que en el corto plazo no hay muchas expectativas. Ya cuando empieza a bajar el pico, estamos pidiendo que haya circulación a nivel nacional, que puedan ingresar personas de otras provincias. Si resolvemos eso podemos aspirar a tener una temporada con turismo nacional, sino sería la muerte de muchas empresas”, dijo Barbera.

La Unión Industrial de Mendoza (UIM) coincidió con el promedio de pérdidas difundido por la DEIE. Mauricio Badaloni destacó que esta situación ha mejorado con la apertura de actividades no esenciales de AMBA, Rosario o Córdoba. Sin embargo, el problema que siguen teniendo es que las empresas están lejos de alcanzar la capacidad instalada disponible.

De cara al futuro, los principales problemas que tiene el sector pueden resumirse en no lograr el tope de demanda, acumulación de deudas por corrimientos de vencimientos para fin de año y ayuda económica decreciente. “Vemos una retracción que nos va a demorar más en pagar nuestras deudas por lo que pedimos una reglamentación para aquellas actividades más comprometidas para que los costos impositivos no nos lleguen todos juntos”, concluyó Badaloni.

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