Las cinco estrategias de Guzmán para que bajen más los dólares paralelos

El objetivo es reducir la brecha que se disparó tras el ajuste del cepo. El Gobierno podría dar marcha atrás con la percepción de Ganancias y Bienes Personales sobre la compra de dólares.

El Ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán.
El Ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán.

La brecha cambiaria llegó a un récord del 150% el 23 de octubre y generó decisiones políticas hacia el interior del Gabinete: Guzmán pasó a concentrar todo el poder de la gestión económica y en sus manos está ahora gran parte del futuro del Frente de Todos.

A esa brecha se llegó tras una disparada en las cotizaciones paralelas tras el ajuste del cepo que el mismo Gobierno hizo el 16 de septiembre. Por entonces, la voz de Miguel Pesce, jefe del Banco Central, tenía gravitación en Olivos.

Ahora, Guzmán está a cargo. Y está enfocado en reducir la brecha. Desde que tomó el control y empezó a moverse en consecuencia, la distancia entre el blue y el tipo de cambio mayorista pasó del 149,7% al actual 103,7%.

La brecha del mayorista con el dólar MEP se redujo a 77,5% y aquella que se registra con el contado con liquidación descendió hasta los 85,6%. Habían llegado a rozar el 140% en los peores momentos de la segunda quincena de octubre.

Hoy cuando un ahorrista ejecuta la compra de un dólar por home banking paga 139,62 pesos. El 40% de ese dinero, unos 55 pesos, va directamente a las arcas estatales dado que operan dos tributos: el PAIS y la percepción a modo de anticipo de Ganancias y Bienes Personales.

Los contribuyentes que no están alcanzados por el impuesto a las Ganancias o Bienes Personales podrán solicitar la devolución de la retención del 35% por la compra de dólares una vez finalizado el año calendario. Es decir, a partir del 2 de enero de 2021.

La carga impositiva

Este dólar llamado “solidario” por el Gobierno -que incluye el 30% del impuesto PAÍS y un 35% a cuenta de Ganancias-, subió 18 centavos a $139,62, ya que el promedio minorista avanzó 21 centavos a $84,62.

Si el Gobierno quitara la percepción de ganancias sobre el tipo de cambio, el precio que paga el ahorrista vía home banking caería a 110 pesos. Así, la distancia con el mayorista que operan bancos y grandes empresas (73,09 pesos) caería al entorno del 37%.

Si bien esa no es la brecha que preocupa, la movida podría hacer que las cotizaciones paralelas se desinflen también acortando la distancia con el mayorista, reduciendo la distorsión. Una medida así, estiman en el Gobierno, mejoraría también las expectativas y sería un guiño para la clase media, uno de los sectores más golpeado en los últimos años.

Salvador Di Stefano, analista económico y de mercados, opinó que para poder dar una señal más contundente, el gobierno debería eliminar el anticipo del impuesto a las ganancias sobre el dólar solidario. Esto, dijo el analista, haría que los precios de los dólares alternativos desciendan. “Eso achicaría la brecha y sería una señal contundente de que el Tesoro busca simplificar y no complicar los precios relativos”, agregó.

El déficit fiscal y el FMI

El Senado recibió el martes a funcionarios de Economía para analizar el proyecto de Presupuesto 2021 que ya tiene media sanción de Diputados. Y ya este miércoles el oficialismo avanzó con la firma del dictamen, con la idea de convertirlo en ley la semana que viene.

El texto enviado por el Poder Ejecutivo proyecta un crecimiento del 5,5% de la economía, una inflación en torno del 29%, un dólar de 102 pesos (sin impuestos) para el cierre del año y un déficit fiscal del 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI).  Guzmán buscará dar un golpe de efecto.

Está en plenas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, con el que busca cerrar un acuerdo antes de fin de año. Y de allí busca sacar dos señales directas para el mercado: la primera, un programa plurianual con los déficits que se prevén. Allí podría incluirse una pauta de rojo fiscal del 3,8% para 2021, es decir, se aceleraría el ajuste.

Que salgan los que quieren salir

El lunes que viene Economía hará una licitación en la que canjeará siete títulos en pesos por los bonos en dólares AL30 y AL35, por unos u$s750 millones. Esto le sirve al Gobierno para  para darle salida a fondos extranjeros que quedaron atrapados por el cepo.

Así, podrán irse por ejemplo fondos de inversión como Templeton y PIMCO sin generar presión sobre la cotización del contado con liquidación que usan quienes buscan dolarizar carteras sorteando el cepo.

Si bien en el Gobierno no dan números, fuentes el mercado estiman que hay aún uno 4.000 millones de dólares en títulos en pesos que están en manos de fondos que buscan salir de Argentina.

Relación aceitada con empresarios

Si bien los ahorristas minoristas presionan demandando divisas cuando a principios de mes se renueva el cupo de u$s200, los que mueven el aguja del tipo de cambio son los grandes capitales.

Por eso Guzmán recibió esta semana en su despacho a la cúpula de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Representantes de empresas enormes, de las cuales muchas operan en comercio exterior, por lo que transaccionan divisas en el mercado mayorista.

Allí, el funcionario les pidió que lo ayuden a tranquilizar la economía. Les prometió mucho diálogo. Y les dijo que una de sus ocupaciones consiste en establecer referencias claras de hacia dónde van los precios.

También dijo que no habrá hostilidad con el campo. Y prometió acelerar el proyecto de ley de fomento agroindustrial, con el que el Gobierno quiere darle un marco de certidumbre y estabilidad al sector que más divisas genera en Argentina.

Control para evitar “golpes” puntuales

A través de la Comisión Nacional de Valores, el Gobierno está llevando adelante un estricto control de transacciones para dolarización vía operaciones de contado con liquidación (CCL) o MEP.

La CNV obliga (vía Resolución 864) a los mercados a remitirle al sistema de monitoreo en tiempo real los datos completos de cada una de las operaciones que se registren en sus sistemas informáticos de negociación.

Esos reportes deberán incluir la identidad de los agentes registrantes y de los clientes (compradores y vendedores) intervinientes en las operaciones. Asimismo, se remiten los datos completos de los comitentes y sus condóminos.

También se controlan todas las ofertas de compra y venta que se cursen en las operatorias. Allí, se detallan las órdenes recibidas de los sus comitentes en todas las especies y operatorias vigentes.

Con esto el Gobierno busca detectar aquellas operaciones sospechosas, producto de la manipulación y/o del uso de información privilegiada. Es decir, intenta evitar maniobras que busquen propiciar un “golpe de mercado”.

El funcionario es consciente que en un mercado tan chico, una orden de compra de u$s500.000 puede generar una corrida.

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