La audacia de un Gobernador

El autor, asesor del Ministerio de Economía de la Provincia, asegura que la administración de Suárez trabajó para mantener abierta la economía y eso, hoy, está dando sus frutos.

Ilustración Gabriel Fernández
Ilustración Gabriel Fernández

La nueva gestión empezó complicada. Se había puesto mucha expectativa en una flexibilización de la explotación minera, que en acuerdo con la oposición, iba a traccionar fuerte nuestro PBG. Sin embargo, el pueblo mendocino dijo un rotundo no, y hubo que barajar y dar de nuevo.

Pero sobre llovido, mojado. Llegó marzo, y la pandemia del Covid 19 empezó a destruir valor como no se veía hace décadas en el mundo, y Mendoza no fue la excepción. En los meses de marzo, abril y mayo, la cuarentena dura limitó empleo y nivel de actividad en nuestra provincia. Las ayudas nacionales (IFE, ATP) fueron escasas. Más difícil no se podía poner para el nuevo gobernador.

Pero en los partidos difíciles es cuando se ven los jugadores importantes, cuando se tiene toda la presión encima y hay que encontrar soluciones creativas para salir adelante. Y allí se vio la mano de Suarez, un gobernador que habla poco, pero hace mucho. Posterior a los primeros 2 o 3 meses de cuarentena dura, nuestro gobernador decidió empezar a flexibilizar actividades, para darle aire a la economía y el empleo, sin escuchar demasiado los consejos nacionales de dejar todo cerrado.

Es que a Mendoza no le quedaban muchas opciones, sabiendo que el gobierno nacional iba a ayudar poco, por la diferencia de color político, y que la emisión de cuasi-moneda no era una solución simpática, ya que es deuda pública a futuro. De esta forma, el gobernador se la jugó por mantener la economía funcionando lo máximo que se podía, aunque los niveles de ocupación de terapias intensivas por Covid 19 estuvieran en niveles de 90% durante varios meses. Es decir, cuando las presiones nacionales más acechaban para cerrar actividades, Mendoza, con audacia, se la jugó a tener todo abierto, para que la economía respirara.

Y esta audacia, este coraje político del gobierno, tuvo sus frutos. En el tercer trimestre del año Mendoza bajó su desempleo al 8,2%, casi la mitad del segundo trimestre, que fue del 15,1%, logrando niveles de tasa de actividad y tasa de empleo similares al tercer trimestre de 2019, año no pandémico. ¡Todo un logro! Es altamente probable que si se hubiera aplicado la política del Presidente, de cerrar todo, la destrucción de valor y de empleo en la provincia hubiera sido catastrófica.

Pero este resultado positivo no es casualidad, surge de la audacia política de un gobierno fiel al estilo y cultura de esta tierra, donde siempre hubo que usar al máximo de eficiencia los pocos recursos que el desierto mendocino tenía para desarrollarse. Siguiendo esa idea se diseñó Mendoza Activa, donde el gobierno provincial puso a disposición de la gran mayoría de los sectores incentivos fiscales de hasta el 40% de la inversión, en un contexto donde la recaudación de impuestos caía fuertemente. ¿Locos? No… audacia y coraje político. Si la economía crece, los fondos públicos gastados se terminan recuperando, la economía es un flujo circular, donde los recursos fiscales vuelven con el crecimiento económico del sector privado.

También merece mención el tremendo trabajo que se está haciendo en materia de apoyo a las TICs, donde Mendoza tiene un potencial enorme, y el gobierno está ejecutando políticas que van en la línea del desarrollo que se está viendo en el primer mundo, para convertir a la provincia en productor y exportador de bienes y servicios tics (robótica, software, inteligencia artificial, realidad virtual, nanotecnología y demás subsectores). Esa es una de las grandes apuestas para diversificar la matriz productiva. Los frutos se verán con fuerza al final de la gestión de Suárez.

En síntesis, si se hubiera aplicado la desastrosa receta de gestión de la pandemia del presidente, Mendoza estaría hundida en una catástrofe laboral, fiscal y económica sin precedentes. Muy por el contrario, el gobernador se la jugó por el camino difícil, y acertó; la economía volvió a generar empleo en el tercer trimestre, las terapias intensivas no colapsaron, y hoy la sociedad mendocina puede pasar un fin de año apacible.

En 2020, con el manejo de la pandemia, el gobierno de Rodolfo Suarez demostró que está a la altura de los partidos difíciles.

Para el 2021 que está iniciando, vacunación exitosa mediante, seguramente se verá crecer fuerte nuestro PBG, y de esta forma, también la generación de empleo privado, para un mayor bienestar de todos mendocinos.

*El autor es Economista.

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