IFE: el 56% de quienes lo cobran son mujeres

Las mujeres registran en Argentina mayores niveles de desocupación e informalidad laboral que los hombres. También tienen ingresos más bajos.

Las mujeres ocupan posiciones de bajos salarios en mayor proporción que los hombres, incluyendo las tareas de cuidado y limpieza.
Las mujeres ocupan posiciones de bajos salarios en mayor proporción que los hombres, incluyendo las tareas de cuidado y limpieza.

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) al que el Gobierno le pondrá fin próximamente asistió en su primera versión a unas 8,9 millones de personas, de las cuales el 56% fueron mujeres, según informó el Banco Central este martes.

El 53% de los 8,9 millones de personas que cobraron la primera liquidación del IFE lo hizo a través de una cuenta bancaria. El resto lo hizo a través de, por ejemplo, pagos en efectivo vía el Correo Argentino.

A partir de la liquidación del segundo IFE, la transferencia se realizó únicamente a través de cuentas bancarias, lo que implicó un proceso de apertura remota de cuentas por parte de las personas beneficiarias.

En 78% de las personas con mayor grado de vulnerabilidad socioeconómica del país poseía al menos una cuenta bancaria.

Inclusión financiera

Se estima que estos programas, junto a la necesidad y conveniencia de utilizar servicios financieros digitales, explicarían el aumento de 4,8 millones de cuentas de depósito en pesos (10% de crecimiento) observado durante el segundo trimestre de 2020.

Ese aumento (de 47,5 a 52,3 millones) estuvo repartido entre bancos públicos (46%) y privados (47%) y, en menor medida, en las compañías financieras (7%).

La apertura neta de cuentas de depósito en pesos registrada en el segundo trimestre supera ampliamente lo acontecido en los últimos años, tanto en el conjunto total como en cada uno de los grupos de EEFF, lo cual se refleja en las elevadas tasas de crecimiento trimestrales -77% en compañías financieras, 11% en bancos públicos y 8% en bancos privados.

Desigualdad

En todo el mundo, las mujeres están siendo afectadas por el impacto económico de la pandemia COVID-19. Conforman el 50% de la población global, pero están sobrerrepresentadas en los segmentos más pobres.

Las mujeres ocupan posiciones de bajos salarios en mayor proporción que los hombres, incluyendo las tareas de cuidado y limpieza.

El acceso al sistema financiero resulta crucial, especialmente en el contexto de la pandemia, donde muchos gobiernos están brindando subsidios a las personas y la mayoría son destinados o canalizados a las mujeres.

Por ello, para el Banco Central, fomentar el uso de las cuentas bancarias es clave en el camino para que la mujer alcance la autonomía económica y financiera.

Las mujeres en Argentina no son ajenas a lo que ocurre con sus semejantes en el mundo: registran mayores niveles de desocupación (10,8% vs 8,9% de los hombres) y de informalidad (36% vs 34,2%).

También perciben salarios, en promedio, un 29% menores que los de los hombres, brecha que se amplía para las asalariadas informales a nada menos que el 35,6%, según los datos oficiales citados por la autoridad monetaria.

Además, su principal ocupación es el servicio doméstico remunerado, representando el 21,5% de las asalariadas, y, entre las trabajadoras de casas particulares, una gran proporción no posee un empleo formal (72,4%).

Esas diferencias explican que las mujeres estén sobredimensionadas en el decil de ingresos más bajos (66,1%) y son minoría en el más alto (35,3%). Del mismo modo, uno de cada dos hogares a cargo de mujeres pertenece a los quintiles de menores ingresos.

Esa precariedad, dijo el Banco Central, ilustra por qué más de la mitad, el 56%, de las 8,9 millones de personas que percibieron la primera liquidación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) han sido mujeres.

El IFE alcanzó el 28% de la población adulta femenina en relación con el 24% de los adultos varones.

El Central dijo que la inclusión financiera puede contribuir al proceso de autonomía económica y financiera de la mujer, particularmente para el grupo más vulnerable.

Para considerar la inclusión financiera de una persona, el acceso a una cuenta bancaria es el primero de una serie de pasos. En Argentina, previo a la pandemia, el 80% de la población adulta poseía al menos una cuenta bancaria, y no se registraba brecha entre mujeres y hombres.

No obstante, el amplio alcance que existe en la tenencia de cuentas bancarias, no implica una utilización semejante entre hombres y mujeres, dependiendo de sus capacidades financieras y digitales, tenencia de celular, uso de internet, oferta de productos, entre otros factores.

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