Fraccionados: preocupa la logística para el próximo semestre

Los envíos de fraccionado crecieron 13,8%. Las botellas y el bag in box lideraron el ranking. La falta de contenedores y espacio en los buques afecta seriamente la actividad exportadora.

Si bien los fraccionados mostraron una buena performance, los graneles cerraron el acumulado enero - junio con una baja del 40% en volumen. / Foto: Claudio Gutiérrez
Si bien los fraccionados mostraron una buena performance, los graneles cerraron el acumulado enero - junio con una baja del 40% en volumen. / Foto: Claudio Gutiérrez

En el primer semestre de 2021, las exportaciones de vino fraccionado crecieron 13,8%, en comparación con los seis primeros meses de 2020. Los datos del INV también reflejan que, en el mismo período, las exportaciones no sólo aumentaron en volumen, sino en valor, un 20,9% en dólares. Desde la industria celebran esto, pero sostienen que las dificultades logísticas serán un desafío para la segunda mitad de este año.

El informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura detalla que, en los seis primeros meses de 2021, Argentina exportó 173,7 millones de litros de vino, lo que implica un 15,9% menos que lo que se había enviado al exterior hasta julio de 2020. Del total de litros exportados, 107,5 millones (61,9%) corresponden a vinos fraccionados (+13,8%) y 66,2 millones (38,1%) son vinos a granel (-40,9%).

En cuanto al tipo de vinos, los fraccionados sin mención varietal tuvieron un incremento de 8,6% en la primera mitad del año, los varietales de 14,7% y los espumantes de 22,4%. En cambio, los genéricos a granel experimentaron una caída de 63,5% -se debe tener en cuenta que durante los primeros meses de 2020 se siguieron exportando excedentes, principalmente blancos sin mención varietal-, mientras que los varietales sin fraccionar crecieron un 1,3%.

Eduardo Sancho, presidente de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), destacó que es muy positivo que se hayan incrementado las exportaciones de vino fraccionado, aunque lamentó que se hayan reducido las de graneles, porque consideró que la Argentina tiene que apostar a vender productos con valor agregado. Añadió que el hecho de que, además, haya aumentado el valor FOB, es una buena señal de que el país tiene competitividad y aún le queda mucho por hacer para seguir creciendo.

En este sentido, señaló que el desafío es lograr trabajar en conjunto entre Nación, provincias y los privados para ir ganando cada vez mayor competitividad. Esto, a partir de la eliminación de las retenciones para todos los exportadores y de avanzar en negociaciones internacionales, que son herramientas que el sector necesita para poder competir mejor en el mercado internacional.

Sancho resaltó que esta expansión en el mercado externo, tanto en volumen como en FOB, es algo bueno para toda la vitivinicultura, en un contexto de caída del mercado interno, producto de la recuperación del precio del vino –lo que destacó no implica mayor rentabilidad, sino menos pérdida- y la disminución del poder de compra de los salarios. Esto, indicó, es muy notorio en el sector del vino envasado en tetra brik y los lleva a estar atentos a las existencias, porque se llegó a 2021 sin excedentes y es importante mantener ese equilibrio para que no se desplome el precio del vino de traslado.

Ramiro Barrios, director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina, comentó que siempre es positivo que las exportaciones de fraccionado aumenten en valor (20,9%) por sobre el volumen (13,8%), porque significa que los vinos argentinos compiten en segmentos de precios más altos.

En todo el mundo, señaló, se ha observado un incremento del consumo de vino y el ejemplo más claro de eso es Brasil. De hecho, las exportaciones hacia ese destino crecieron un 69,2% en el primer semestre de 2021 hasta alcanzar los 130 mil hectolitros. También aumentaron un 22,6% los envíos a Estados Unidos (a donde se exportaron 353 mil hectolitros en total) y un 18,7% a Reino Unido (314 mil hectolitros). En cambio, se redujeron un 25,4% los despachos a Canadá (184 mil hectolitros) y a China un 20,3% (167 mil hectolitros).

Barrios explicó que se han modificado los hábitos de consumo porque la gente no puede viajar y durante el primer semestre aún había muchas restricciones para la apertura de los restaurantes, por lo que los consumidores tenían un poco más de dinero disponible y, ya que se quedan en la casa, consumen vinos de más calidad. Si bien en los últimos meses se ha podido volver a salir a comer afuera, como se sostienen las limitaciones para los viajes, se mantiene la elección de vino de más calidad, lo que está beneficiando las exportaciones de fraccionados.

Si bien planteó que, como industria, apuntan a vender todo tipo de vinos, tanto graneles como fraccionados, el aumento de precio de este último es muy positivo, porque agrega valor, trabajo, mano de obra, proveedores, por lo que derrama más en la economía.

Pese a esto, el director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina señaló que la logística se ha tornado crítica y puede afectar las operaciones en el segundo semestre. Incluso, acotó que las exportaciones de junio –tuvieron un aumento de 8,6% en total, con una suba de 24,7% para los fraccionados, respecto del mismo mes de 2020- hubieran sido más importantes, pero los envíos se demoraron y algunos pasaron a julio.

Con la pandemia, explicó, muchas empresas redujeron sus stocks el año pasado pero, a partir de la reactivación del consumo, comenzaron a reaprovisionarse, lo que hizo que aumentara la demanda de productos que, en gran medida, provienen de China. Esto también ha incrementado la demanda de contenedores y de espacio en los buques, lo que ha provocado demoras y que el transporte marítimo no cumpla sus rutas. Algunos barcos que llegan a San Pablo y antes seguían hacia el sur para alcanzar los puertos de Montevideo y Buenos Aires, ahora regresan desde Brasil y lo mismo sucede en el Pacífico.

Esta situación, planteó Barrios, se ha agravado en mayo, junio y julio, a medida que se acerca la época de alta demanda en el hemisferio norte. Si bien los importadores siguen comprando y las órdenes llegan, los contenedores, en lugar de salir un mes salen el siguiente. De ahí que opinó que lo fundamental para no perder el pico de ventas de octubre, noviembre y diciembre, será planificar con tiempo e intentar tener algo de stock cerca del puerto o del cliente. Además, indicó que no se vislumbra que esto se vaya a resolver en los próximos meses.

Por su parte, el titular del INV, Martín Hinojosa, avizoró, para el segundo semestre, que podría sostenerse este nivel de ventas e inclusive aumentar, tanto en el mercado externo como en el interno. Es que el avance de las campañas de vacunación está permitiendo que se liberen actividades y se incremente el consumo en restaurantes y bares, por lo que, a partir de setiembre y octubre, con la cercanía del fin de año, debería haber un repunte, sobre todo porque la gente tiene mucha necesidad de reunirse.

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