Fernández vuelve de su gira europea y evalúa ir a un incumplimiento acordado con el FMI

Durante la gira europea, se negoció un “waiver”, es decir no pagar los vencimientos del año que viene mientras se concluye la renegociación con el FMI. Resumen de los reiterados pedidos de asistencia en los foros internacionales.

El presidente Alberto Fernández brindó una exposición en la Cumbre de Líderes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Foto: Presidencia de la Nación
El presidente Alberto Fernández brindó una exposición en la Cumbre de Líderes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Foto: Presidencia de la Nación

El presidente Alberto Fernández emprendió anoche su regreso a la Argentina desde Glasgow, tras una gira por dos países europeos de los que trae algunos avances en las negociaciones con el FMI, la confirmación de dos inversiones de largo plazo que ya estaban previstas y un sinfín de interrogantes sobre si sus propuestas –con tono de reclamo- para que haya un canje de deuda externa por acción climática hará o no pie en la geopolítica internacional.

Las necesidades urgentes de la Argentina marcaron la agenda de Fernández, de principio a fin. Hubo un hilo conductor con el que el Gobierno hilvanó lo que pretenden las potencias (y principalmente Estados Unidos) con el pedido de ayuda financiera desde el extremo sur de América. Incluso, el último evento al que asistió el Presidente fue una exposición sobre el gas metano que organizó su par estadounidense Joseph Biden. “Celebramos que Biden renovó desde los Estados Unidos su liderazgo en materia de ambiente y cambio climático”, dijo.

Fernández fue a Roma y Glasgow a pedir ayuda para la Argentina. Tanto para la negociación con el FMI por el pasivo que ya existe como por el financiamiento que necesita para fortalecer la recuperación en los próximos años tras el histórico desplome por la pandemia de Covid-19. Al Presidente le quedan dos años de mandato y necesita apoyo externo para que el Frente de Todos tenga chances de continuidad en el poder en 2023.

G20. Alberto Fernández junto a Joe Biden. (Presidencia)
G20. Alberto Fernández junto a Joe Biden. (Presidencia)

La “rosca” con el Fondo

Y lo importante (para el oficialismo) no quita lo urgente (para el Ejecutivo). Martín Guzmán, ministro de Economía, estuvo once horas y media en la embajada argentina en Roma el lunes con Julie Kozack, directora del FMI para el Hemisferio Occidental. Allí se comenzó a trabajar ya en un “waiver”, es decir, un permiso para incumplir el contrato y no pagar en tiempo y forma los vencimientos de 2022.

El diálogo sobre un waiver es “preventivo”, dicen en el Gobierno. Se implementaría en caso de que antes de marzo próximo no se alcance un acuerdo de refinanciación de la deuda, que actualmente es de u$s43.290 millones. Ante las demoras en un entendimiento, la gestión Fernández comenzó así a buscar alternativas para evitar el default con el organismo el año próximo, porque eso podría darle un nuevo mazazo a la estropeada economía local.

Kristalina Georgieva y Alberto Fernández en la embajada de Argentina en Roma. (FMI)
Kristalina Georgieva y Alberto Fernández en la embajada de Argentina en Roma. (FMI)

En diciembre se reunirá el board (junta directiva) del Fondo para trabajar sobre si se reducen o eliminan los sobrecargos de interés para los países súper endeudados como la Argentina, después de que se lo solicitara el G20 en la cumbre de Roma.

Que acelere la revisión de los sobrecargos (que tienen un costo de casi u$s1.000 millones por año para la Argentina) era uno de los dos principales objetivos que Fernández fue a buscar a Roma. El otro, que también registró avances, era la creación de un Fondo de Resiliencia global financiado con Derechos Especiales de Giro del FMI para la recuperación pospandemia, un proyecto que podría tomar forma y ser ejecutado recién a fines de 2022.

En toda la gira, el Gobierno tuvo una decena de bilaterales (entre las que estuvieron Francia, Canadá, Alemania, Suiza, España, Holanda y la OMS) a las que el Presidente subió a los ministros de Economía y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. El canciller Santiago Cafiero, y la secretaria de Relaciones Económicas internacional, Cecilia Todesca Bocco, avanzaron en paralelo con otros países.

Alberto Fernández recibió el anuncio de inversiones.
Alberto Fernández recibió el anuncio de inversiones.

En todas, Fernández y sus funcionarios mostraron números: crecimiento de la activad, tasa de inversión y reducción del déficit fiscal por vía de un salto en los ingresos. La inflación es un tema urticante, pero el Gobierno lo puso arriba de la mesa al reconocer el drama y sostuvo que espera una desaceleración más pronunciada a partir del año próximo (habrá menos emisión monetaria y los precios internacionales se están enfriando).

Ya en Glasgow, Fernández y la comitiva participaron de la Cumbre de Líderes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Allí, comprometió que la reducción de gases de efecto invernadero del país para 2030 será un 25,7% mayor a la prevista en 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París. Ahí, le dijo el Presidente a este medio, la Argentina tiene una oportunidad.

Si Naciones Unidas reglamenta el artículo 6 del Acuerdo de París se crearía un mercado de carbono, en el que países con reducción real de emisiones podrán vender parte de los cupos logrados a los que no lo logran. Y eso se traduce en ingreso de divisas, un punto central en la agenda de preocupaciones del Gobierno y de la necesidad del país para poder estabilizar su macroeconomía en un mediano plazo.

En términos ambientales, el Gobierno expuso como un ejemplo de la orientación que busca darle a la actividad económica –principal responsable de las emisiones- el anuncio de una inversión a diez años de u$s8.400 millones que hará la empresa australiana Fortescue para construir una planta de generación de hidrógeno verde (el denominad “combustible del futuro”) en la provincia de Río Negro.

Tres propuestas concretas

En su intervención final del martes, en el Scottish Event Campus de Glasgow, Fernández dijo que para “avanzar con la agenda de transformaciones necesarias se debe crear mecanismos de pagos por servicios ecosistémicos, canje de deuda por acción climática e instalar el concepto de deuda ambiental.

En ese sentido, destacó la necesidad de aplicar la emisión de los Derechos Especiales de Giro del FMI para “un gran pacto de solidaridad ambiental, que incluya a los países de bajos ingresos y renta media y que sirva para extender los plazos de las deudas y la aplicación de menores tasas”. Y en el mismo sentido resaltó la importancia de “fortalecer el multilateralismo ambiental e impulsar la capitalización de los Bancos Regionales de Desarrollo”.

En ese contexto, Fernández propuso la creación de un “comité político y técnico sobre financiamiento climático, con representación equitativa de países desarrollados y países en desarrollo, que trabaje en la definición de una hoja de ruta sobre cómo movilizar los fondos necesarios, que reconozca el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y que tenga en cuenta el endeudamiento y las limitaciones estructurales, así como las necesidades de bienestar social”.

La COP26 culminará el 12 de noviembre. Para que haya un nuevo plan de mitigación del cambio climático debe haber consenso mayoritario entre los 120 países que enviaron delegaciones gubernamentales. Como representantes de la Argentina se quedaron en Glasgow Kulfas y el ministro de Ambiente, Juan Cabandié.

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