En sólo dos meses, el costo de llenar el tanque aumentó $ 500

En los últimos 60 días las petroleras aplicaron cinco incrementos. La inflación y la suba de impuestos presionan sobre el precio.

Nafa más cara. Las estaciones de servicio volvieron a modificar los precios ayer por la mañana. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes.
Nafa más cara. Las estaciones de servicio volvieron a modificar los precios ayer por la mañana. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes.

En poco menos de dos meses, el costo de llenar el tanque aumentó $ 500 para los vehículos nafteros. Es que entre el 1 de diciembre y el 1 de febrero, las estaciones de servicio de YPF subieron sus precios en cinco oportunidades, llevando el valor promedio del litro de nafta (entre la versión súper y la premium) de $ 69,40 a $ 79,50.

Dicho de otra forma, hace 60 días se debían gastar unos $ 3.470 promedio para llenar un tanque común de 50 litros, mientras que hoy son necesarios $ 3.975. La diferencia total alcanza los $ 505.

Si se hace una separación entre la nafta súper y la premium, se encuentra una diferencia más clara en la segunda. A fines del año pasado, YPF comercializaba el litro de Infinia a $ 74,1, por lo que se debían pagar $ 3.705 para comprar los 50 litros. Desde ayer, el valor de ese mismo destilado llegó a $ 85 en las bocas de expendio de la provincia, lo que significa que ahora se deben gastar $ 4.250 para obtener la misma cantidad de litros. El salto total en los últimos dos meses, fue de $ 545.

El tanque de súper, en cambio, costaba $ 3.235 en diciembre y ahora se vende a $ 3.700, lo que marca una diferencia de $ 465. De cualquier forma se trata de un incremento significativo, que llega al 14,4% en términos porcentuales.

En el caso del gasoil, se puede observar un encarecimiento de $ 455 para la versión común y de $ 560 para la premium en los últimos dos meses. Promediando ambas versiones, el aumento del tanque es de $ 507,5.

Todos los incrementos

Para entender mejor cómo fue que el tanque de combustible se encareció $ 500 en tan poco tiempo, es necesario repasar qué pasó exactamente en las bocas de expendio.

En las primeras dos semanas de diciembre los precios se mantuvieron estables y la nafta súper de YPF se vendía a $ 64,7 por litro (se la toma como ejemplo por ser la empresa de mayor participación en el mercado). La primera parte de la “catarata” de aumentos llegó el día 16 de ese mes, cuando la petrolera aplicó un ajuste del 6%, trasladando a los consumidores, la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL).

El siguiente ajuste llegó el 5 de enero. En esa oportunidad, los precios de los combustibles subieron 2,9%, como consecuencia del incremento de los biocombustibles.

El día 16 se aplicó el segundo ajuste de enero. La suba fue del 3,5% y las petroleras lo atribuyeron a un nuevo traslado del ICL y del impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Apenas 48 horas después, Mendoza amaneció con la noticia de que los destilados habían vuelto a subir. La variación en esa ocasión fue del 1% y se atribuyó exclusivamente a la inflación y la necesidad de las empresas de mantener sus márgenes de rentabilidad.

El quinto y último aumento se aplicó ayer. La petrolera YPF incrementó 1% el precio de las naftas y 1,9% el del gasoil, una vez más, debido al ajuste de los biocombustibles, que estaba previsto para febrero en la resolución 1/2021.

Sin freno

Si bien se aguarda que en las próximas horas las demás empresas operadoras en el mercado minorista de combustibles ajusten el valor de sus productos como consecuencia de la actualización de costo del bioetanol, se especula que habrá nuevos ajustes en marzo, abril y mayo. Mientras que al hablar del porcentaje de atraso del precio de los combustibles líquidos, fuentes del sector señalaron que “aún hay un desfasaje de algunos puntos porcentuales debido al dólar y a la inflación”.

Recientemente, en una conferencia de prensa, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Gabrie Bornoroni al presentar el balance de ventas del 2020 había señalado que el nivel está por debajo de los valores críticos. “Hay estaciones con estrés financiero y el año recién comienza”, indicó. Desde la entidad remarcaron que la caída comercial está en el orden del 20%.

“Tuvimos cuatro actualizaciones de los precios, dos por biocombustibles, una por carga impositiva y la restante por la actualización de las petroleras; lo optimo, lo que todos los ciudadanos queremos es que no haya actualizaciones de ningún tipo, pero el dólar, la inflación y el movimiento de los índices hace que se ajuste el precio de los combustibles”, destacó Bornoroni.

El titular de los estacioneros agregó: “esperamos que se puede normalizar la situación de la Argentina para que podamos hacer una perspectiva de lo que va a ser el año, pero estamos dentro de un sistema que se tiene que acomodar. Las petroleras nos dicen que queda una actualización por delante y nos comentan que necesitan una reactualización del 12%”.

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