En sólo 17 días, el peso se depreció un 23% respecto al dólar

Desde que el Gobierno Nacional anunció el “súper cepo” cambiario, el peso argentino se depreció un 23% con relación al dólar estadounidense. Por ahora, la recesión económica ha contenido los consecuentes aumentos de precios, pero para los economistas es cuestión de tiempo para que la devaluación se convierta en inflación.

El día del anuncio, el dólar oficial cotizaba a $103,03 final, sumando el valor de base, más el “impuesto país” del 30%. Luego, con la aplicación del 35% en concepto de “adelanto de Ganancias”, la cotización subió a $130,76. Con el correr de los días, el precio de la moneda estadounidense siguió subiendo, hasta llegar a $134,48 en la jornada de ayer.

De esta manera, se deduce que el peso argentino se ha depreciado un 23% en solo 17 días. Es que el 15 de setiembre pasado, se podían usar $100 para comprar 0,97 dólares. Hoy, el mismo billete de $100 equivale a apenas 0,74 dólares. Claro está, que esas cotizaciones son de referencia únicamente para quienes tienen la oportunidad de comprar U$S200 por mes. El resto del mercado cambiario se maneja con cotizaciones alternativas, como el “dólar bolsa” o el blue.

El impacto en precios

Pasó en enero de 2014, volvió a ocurrir en diciembre de 2015 y se repitió una vez más en agosto de 2019; cada vez que hubo un salto devaluatorio importante en los últimos años, la inflación se disparó en los meses siguientes. Esta vez, sin embargo, el aumento de la cotización se dio en un escenario muy particular, en el que prevalece la recesión económica histórica provocada principalmente por la pandemia del Covid-19.

El economista Carlos Rodríguez explicó que la desaceleración de la economía “está frenando gran parte de las subas”, pero advirtió que los incrementos que no se materialicen hoy, tarde o temprano se transformarán en más inflación.

“La recesión está frenando las subas, pero hay una inflación contenida muy grande. Hay una montaña de pesos en circulación, que se suma al pasivo remunerado. Todo esto en algún momento se trasladará a precios”, comentó. “En el corto plazo se pueden esperar algunos aumentos en componentes importados e incluso algunos faltantes, a causa de las restricciones”, agregó.

Por otra parte, el especialista remarcó que la población demanda dólares porque el peso no sirve como reserva de valor. “A eso suma la desconfianza hacia el Gobierno por falta de un plan económico serio. Todo esto lleva al incremento del dólar en sus diferentes versiones, incluyendo al blue, que es el que toman como referencia los exportadores y los importadores”, comentó.

También Pablo Salvador se refirió a la incidencia del dólar blue sobre la inflación. “El ministro dice que los precios varían en función de la cotización oficial, pero los saltos devaluatorios también tienen incidencia sobre el valor del blue que, en definitiva, es el que manda”, indicó.

“Hay muchos importadores y exportadores que tienen que recurrir al dólar bolsa, al contado con liquidación y al blue. Está claro que si la cotización informal sigue saltando, tarde o temprano va a saltar a precios, pese a que haya recesión”, remarcó el economista.

Continuando con su explicación, Salvador observó que la inflación viene acelerándose desde agosto. “Va a ser difícil discriminar cuánto de las futuras subas se deberá a la excesiva emisión monetaria y cuánto tendrá que ver con la devaluación. Lo que está claro, es que en octubre comenzarán a verse incrementos en productos de la canasta básica”, cerró.

Por su parte, Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, aseguró que más de la mitad de los bienes y servicios miden sus costos en función del dólar oficial (el que cotiza a $ 81,50). Por esta razón, consideró que el impacto de la devaluación provocada por los impuestos no impactará significativamente en el corto plazo.

“De todas maneras hay que tener en cuenta que hay algunos sectores industriales que tienen buen poder de negociación y que pueden ir trasladando de a poco la suba del dólar a su estructura de costos. Se trata de empresas que todavía están comprando al valor oficial, pero que miran constantemente el blue”, comentó.