El co-living, la estrategia de los hoteles para generar ingreso

Desde la apertura al turismo interno, los hoteles céntricos apenas llegan a 10% de ocupación. Algunos apostaron al “co-living”, otros a la experiencia autoservice de los pasajeros.

Co-living: una salida de los hoteles en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus. Foto: Nicolás Rios
Co-living: una salida de los hoteles en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus. Foto: Nicolás Rios

Que el sector turístico ha sido uno de los más golpeados por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus no es ninguna novedad. Con el cierre de las fronteras internacionales y apenas poco más de un mes de apertura al turismo nacional, el sector hotelero de Mendoza ha sido el gran perdedor, sobre todo en las zonas urbanas de la provincia.

Con un primer fin de semana en el que las reservas promediaron el 55% en toda la provincia, la zona céntrica apenas alcanzó un 10% de ocupación, según los datos aportados por los propios hoteleros. Una cifra que se repite desde del mes de diciembre y que parece proyectarse para el resto de la temporada, lo que los ha obligado a buscar nuevas alternativas.

“Es una industria de altos costos fijos y hay que buscar la manera de poder seguir trabajando. Lo que se hace es cambiar el foco, en vez de apuntar al turista, que por un tiempo no lo vamos a tener, intentamos llegar al mendocino”, sostuvo Fernando Barbera, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros, Gastronómicos y Afines (Aehga).

Para el empresario, la situación no se limita a los establecimientos de la Ciudad de Mendoza, sino que se extiende a otras ciudades de la provincia: “La situación no se reduce a los hoteles del centro, es de todos los de las zonas urbanas. El hecho de abrir y estar con un porcentaje de ocupación del 12% te deja menos ganancia que estando cerrados, porque los costos fijos son muy altos”.

Con este panorama, Barbera afirmó que “hay algunos que directamente están cerrados, porque están apuntados al turismo internacional y no les conviene estar abiertos con tan baja ocupación”.

Sin embargo, también hay otros ejemplos que han encontrado nuevas alternativas como una reducción de servicios o también la modalidad de co-living, donde hay espacios comunes del hotel que se comparten, algo que se ha visto en Europa y algunos están implementando en la provincia.

Uno de los ejemplos es el de Hotel Internacional que desde hace algunos meses decidió implementar el co-living con buena respuesta de los mendocinos. Verónica Sottano, encargada del establecimiento comentó que actualmente han dedicado un piso completo a esta modalidad, por lo que están trabajando con ocho habitaciones de estadías mensualizadas, aunque en algún momento llegaron a tener hasta 16.

Esta nueva forma propone que el huésped pueda optar por rentar la habitación por todo un mes o más, dependiendo de su necesidad, como si fuera un departamento, aunque sin necesidad de contratos de locación. La ventaja es que la persona cuenta con todos los servicios dentro de la tarifa y puede utilizar los espacios comunes del hotel como la cocina, comedor y living.

“Hemos encontrado un modelo de negocios con el que estamos muy contentos. La respuesta de la gente ha sido excelente, hemos tenido muy buena repercusión porque evidentemente era una necesidad que había”, expresó Sottano. Entre los ejemplos que tuvieron en su hotel, se encuentra el caso de un hombre que venía de Tucumán y estuvo alojado un mes mientras conseguía departamento en la provincia. También sumó casos de gente que estaba haciendo remodelaciones en su casa.

La tarifa mensual es hoy una tendencia en la hotelería y para la gente la ecuación económica es muy favorable. Con esta modalidad el huésped no tiene ningún otro gasto que pagar el valor mensual, ya que todos los servicios, incluso internet, están contemplados en el costo de la habitación”, sostuvo Sottano.

El precio de las habitaciones varía dependiendo del tamaño y todas cuentan con todos los servicios -incluidos pileta, terraza y otros espacios del hotel-. Con tres alternativas, el precio parte desde los $25.000 mensuales para la más pequeña.

Algo similar a esta modalidad se implementaba en el Premium Tower Suites ya desde antes de la pandemia, pero las complicaciones del coronavirus y la escasez de reservas los ha llevado a una situación crítica en el que el servicio de hotelería es casi nulo.

Hasta marzo de 2019, la empresa funcionaba con un sistema donde en el mismo edificio convivían ciertas unidades con administración hotelera y otras con otros usos. Los propietarios de cada unidad podían alquilar, habitar los mismos dueños o funcionaban como oficina.

En los últimos meses un amplio número de propietarios decidieron abandonar el consorcio con el que funcionaba el Tower y la modalidad de hotel fue abandonada completamente, funcionando solamente con el restaurante ubicado en el último piso del edificio. Actualmente solo trabajan con aquellos propietarios que se mantienen en el consorcio, ya que el hotel no ha reabierto con las funciones que tenía antes.

Hoy en día, para mantener las condiciones de las instalaciones simplemente ofrecen servicio de conserjería en la recepción del edificio y mucamas que hacen la limpieza de los espacios comunes.

“A nosotros el turismo interno fue una medida que no nos ayudó, si bien la apoyamos, las consultas por reservas son mínimas”, comentaron a Los Andes desde Premium Tower Suites.

Otro ejemplo de reconversión es el del Hotel Mod. Adrián González, comentó que si bien ellos no han optado por el co-living, sí han tenido que reinventar sus servicios para poder funcionar con menos personal, en busca de un punto de equilibrio con el nivel de reservas.

“Abrimos desde el jueves y hemos tenido que reconvertirnos. Ya no vamos a tener el mismo servicio que teníamos, ahora es más autoservice porque hemos tenido que reconfigurar nuestra planta y tenemos menos personas para atender. Lo hemos cambiado a algo más moderno, una hotelería que ya se venía, pero este fue el empujón para hacerlo. La idea es que el huésped se lleve la misma calidad de experiencia, pero con menos servicios”, sostuvo González.

“Son estrategias que tuvimos que utilizar para poder abrir, que no haya ATP complica las cosas y tenemos que generar, aunque con una ocupación baja. En realidad, es perder lo menos posible, con salir empatados ya es ganar”. dijo González.

Futuro complicado

Todos los representantes del sector coinciden en que la chance de nuevas restricciones, los bajos niveles de reserva y la falta de medidas económicas que le den un respiro al rubro hotelero, hacen que el panorama a futuro sea complicado.

Uno de los más extremos en su opinión fue Fernando Barbera, quien consideró que “sin los ATP vamos a tener una catarata de quiebras”. El presidente de Aehga manifestó que “las empresas están muy endeudadas, han sacado créditos pensando que desde octubre no iba a haber retrocesos en el sector pero no pasó. Ya no hay capacidad de crédito, hay deudas impositivas. Si se caen los ATP yo creo que se van a caer muchos puestos de trabajo. Es por eso que insistimos a los legisladores nacionales que soliciten al ejecutivo que se reglamente una ley que se aprobó, que prevé la extensión de los ATP hasta julio”.

En este sentido, coincidió el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros, Gastronómicos y Afines, Andrés Muratti, quien pertenece al rubro de hotelería. “Somos la actividad más afectada; han pasado cuatro meses y todavía no se reglamenta la Ley de Fomento al Turismo. Los ATP terminaron y la ayuda que hay es muy inferior a lo que se venía otorgando”.

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