Dejando Neverland: al Rey del Pop se le cayó la máscara

"Dejando Neverland" ("Leaving Neverland") ha resultado una verdadera conmoción. Y no es que no supiéramos de las acusaciones que nublaban la reputación de Michael Jackson ya antes de su muerte: este documental sólo las trajo a la luz en una coyuntura más sensible y las contó con detalles explícitos de dudosa ética documental.

Este sábado y domingo a las 20 se verán las dos partes por la pantalla de HBO, la audiencia latinoamericana podrá así finalmente verlo completo y sacar conclusiones propias.

El documental cuenta el relato de dos niños, James "Jimmy" Safechuck y Wade Robson, cuando uno contaba con 10 y el otro 7 años de edad. Ambos se habían ganado la amistad del ídolo más grande del pop. Así, los niños y sus familias fueron introducidos al mundo del artista y se encantaron con su vida de cuento de hadas: eran los momentos más altos de la carrera del "Rey del Pop".  

Años después, y a través de entrevistas, este trabajo “muestra un retrato del abuso continuo y explora los complicados sentimientos que los llevaron a confrontar sus experiencias después de que ambos se convirtieron en padres”, según la reseña.

"Dejando Neverland" fue producido y dirigido por Dan Reed, quien eligió un tono directo para contar las violaciones a los niños, no teniendo reparo en detalles escabrosos. Muchas de las memorias de los dos hombres fueron en la lujosa propiedad del artista, "Neverland": "Un lugar de ensueño lleno de juegos, un parque de diversiones, con animales exóticos y un suministro continuo de dulces y comida chatarra".

Las visitas empezaron a incluir estadías en la casa, que desde el estreno del documental empezó a ser desprestigiada hasta perder, según datos de ayer, el 70% de su valor.

Controversias

Mucho se habló de la ola de reprobación "post-mortem" que levantó el documental, aunque sus fans también reaccionaron. En Inglaterra, iniciaron una campaña de financiación colectiva para empapelar colectivos y paradas con caras del ídolo y la palabra "Innocent".

Ellos argumentan que "Dejando Neverland" es un documental "sensacionalista" (por el contenido) y "parcial", puesto que omite muchos datos, no contrasta con pruebas judiciales y descontextualiza. Recordemos: Michael Jackson fue a los tribunales en dos ocasiones acusado de abusos por dos menores, Jordy Chandler, a principios de los 90, y Gavin Arvizo a principios de los 2000.

En el primer caso llegó a un acuerdo económico extrajudicial con la familia; y en el segundo, fue absuelto por falta de pruebas. Reed no pudo dar con ellos y focalizó su investigación en estos dos casos, que no fueron llevados a la justicia (la denuncia de Robson fue desestimada por el tribunal por haberla hecho un año después de la muerte del cantante).

Sea como fuere, lo cierto es que "Dejando Neverland" es un documento escalofriante.  Algunos se horrorizarán; otros lo tomarán con pinzas.