Comunidades: Helga, la ginecóloga que forjó su camino entre el amor y el dolor

Llegó de Viena en 1938 huyendo de la persecución nazi. Aquí estudió mientras criaba a María, Heidi y Gisela, desaparecida desde 1977.

Comunidades: Helga, la ginecóloga que forjó su camino entre el amor y el dolor
Comunidades: Helga, la ginecóloga que forjó su camino entre el amor y el dolor

La historia de Helga Markstein de Tenembaum (88) es similar a la de miles de inmigrantes europeos judíos que llegaron a la Argentina escapando de la persecución nazi antes de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su vida encierra una contradicción trágica: el mismo país que le dio refugio desde 1946 le arrebató a su hija Gisela, quien fue secuestrada por fuerzas de la dictadura militar y está desaparecida desde el 4 de abril de 1977.

Pese a su dolor, Helga no guarda rencores hacia la tierra que la cobijó, sino por el contrario, agradece que aquí afianzó los lazos de amor con su esposo Guillermo, tuvo a sus tres hijas y ganó afectos y reconocimiento profesional como médica ginecóloga. Pero cuando le preguntan por su amada niña, no puede contener un amargo lamento: "En Europa nos perseguían los nazis, y acá, en los años de la represión, nos perseguían los militares golpistas".

Es que también ella sufrió en carne propia la discriminación: por ser extranjera y mamá de una militante política: en 1976 la echaron de su cargo de doctora en el ex Hospital Emilio Civit. "Un día fui a buscar el sobre con el sueldo -cuenta-, y en lugar de billetes había un papel que decía que no trabajaba más… Fui a personal a preguntar por qué, y el jefe me dijo que mejor me fuera inmediatamente, porque si no me hacía meter presa".


    Helga Tenenbaum y su familia en el año 1977.
Helga Tenenbaum y su familia en el año 1977.

Helga nació en Viena en 1930. A los 8 años, meses después que las tropas nazis invadieran Austria, toda su familia se embarcó hacia Sudamérica para escapar del Holocausto. Habían estado en serio riesgo, ya que en junio de 1938, un comando de las SS se llevó a su padre y a sus dos tíos a los campos de concentración y exterminio de Dachau y Buchenwald, en territorio alemán. Milagrosamente, gracias a una gestión heroica de amigos y familiares -que merecerá un relato aparte-, los tres lograron huir a salvo.

Tras llegar a Buenos Aires a fines de 1938, se contactaron con un pariente austríaco establecido en La Paz, Bolivia, que les ofreció ayuda y trabajo en la ciudad del altiplano. Tras viajar 4 días en tren hasta la frontera, y luego 2 días en auto y micro "acomodados entre las gallinas y los chanchos que llevaba la gente", llegaron a la entonces modesta ciudad, muy distinta a la floreciente urbe actual. En La Paz -donde vivieron hasta 1946, cuando se trasladaron de nuevo a Buenos Aires- la familia se ocupaba en lo que se podía. La futura ginecóloga fabricaba ¡sombreros! en un humilde taller paceño. "Yo era adolescente y me explotaban bastante, trabajaba muchas horas", cuenta como una aventura.

De vuelta a la Argentina, Helga y su familia se trasladan a Mendoza. Allí empiezan una nueva vida. Junto a su amado compañero, Guillermo Tenembaum, estudian medicina y se reciben juntos en la UNCuyo. En los años más duros de nuestra historia reciente, pierden a Gisela. Helga y Guillermo se recluyen en sus consultorios de Las Heras. Él clínico y ella ginecóloga, ayudan a mucha gente con su visión social de la medicina. Por su aporte solidario, en fecha reciente la comuna lasherina distinguió a Helga como ciudadana ilustre.


    Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

Hoy, con su vitalidad y su historia a cuestas, la abuela de 6 nietos y bisabuela de 8 niños, sigue nadando todos los días. Igual que su Gisela, a quien se la llevaron cuando era campeona argentina de natación.  


    Gran recuerdo. Gisela, gran nadadora, en su adolescencia
Gran recuerdo. Gisela, gran nadadora, en su adolescencia

Una colonia muy activa en Cuyo

El Cónsul Honorario de Austria en Mendoza, Federico Kahr, vela por los intereses de los alrededor de 200 austríacos que viven en Cuyo. Si bien es una colonia reducida, mantiene intensa actividade y necesita la permantente cobertura consular.

En estos días, Kahr -que atiende en la ofician del Consulado sito en España 948, 2o. piso, of. 206- se prepara para recibir a Brigite Hegel, una destacada neurocirujana y candidata al Premio Nobel de Medicina, quien pronto se radicará en nuestra ciudad.

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