La nueva tercera edad: abuelos activos y autosuficientes

Según datos de PAMI, así son el 80% de sus afiliados. Cada vez hay más actividades para ellos en los centros de jubilados, que están cambiando su perfil recreativo por otro más preventivo que ayude a cuidar su salud.

Es común que la vejez se relacione con enfermedad y pérdida de capacidades. Sin embargo, 80% de la población de PAMI, la obra social de jubilados y pensionados, es auto válida. Es decir, aunque necesite anteojos, audífonos o bastón, puede valerse por sí misma. Para sostener ese estado de autonomía e independencia es, sin embargo, fundamental cambiar la mirada sobre los adultos mayores y ofrecer actividades que apunten a favorecer no sólo la salud, sino la calidad de vida y la dignidad en el marco de una nueva visión de la llamada tercera edad.

Es que pese a que la expectativa de vida se ha extendido considerablemente y muchas personas se jubilan cuando todavía están muy activos (a los 60 o 65 años), la vejez se sigue vinculando a la incapacidad. Y no sólo por los jóvenes, sino por los mismos adultos mayores. De esta manera, el solo hecho de quedarse en casa, sin actividad y aislados, puede fomentar la aparición de patologías.

El director de PAMI (Programa de Atención Médica Integral) en Mendoza, Marcelo Álvarez, detalló que hay jubilados solitarios, con temor de salir de su casa y deprimidos. En cambio, los que se relacionan con otros adultos mayores y se sienten parte de un grupo suelen tomar menos medicamentos y anti-depresivos, y sobre todo tienen una mejor calidad de vida. En cuanto al abordaje desde la obra social, subrayó que se trata de cambiar el paradigma de la asistencia, por el de la salud comprendida de un modo más holístico, que incluye lo psicológico y lo social.

María Luisa Blanco, referente del sector de promoción y prevención social de PAMI, planteó que esos años que se han sumado a la expectativa de vida hay que vivirlos con dignidad y en forma saludable. Y añadió que 80% de la población de la obra social se puede valer por sí misma y que las actividades preventivas tienen que apuntar a prolongar lo más posible esa autonomía.

En el pasado, explicó Blanco, los talleres que organizaba PAMI tenían un perfil recreativo, no preventivo. Pero a partir de 2012 se buscó que las propuestas respondan a un programa y que los talleristas sean personas capacitadas. Así, por ejemplo, para que una práctica deportiva colabore en el mantenimiento de la salud, detalló, no es suficiente una hora dos veces por semana, sino que los participantes deben ir dos horas o un solo día pero por tres horas.

Por otra parte, las actividades se realizan en los centros de jubilados, que son los sitios más cercanos a la casa de los adultos mayores. Para ello, se ha trabajado también en el fortalecimiento de estas instituciones, de modo que los dirigentes se vayan renovando (y no se desgasten los que están en su puesto por años), se acerquen más a la comunidad y puedan ofrecer propuestas acordes a las necesidades del lugar. También es importante, indicó María Luisa Blanco, que en cada centro se ofrezcan talleres de distintas áreas: de movimiento, de estimulación cognitiva, de salud integral, de derechos y ciudadanía.

El martes se desarrollaron en el Centro de Congresos y Exposiciones unas jornadas para presentar las líneas de trabajo 2014 del Programa Nacional de Promoción y Prevención Socio-Comunitaria de PAMI, a los representantes de centros de jubilados de Capital, Luján, Maipú, Guaymallén, Godoy Cruz, Las Heras y Lavalle.

"Pastillas por zapatillas"

Una de las asistentes al encuentro resumió el espíritu de los adultos mayores que participan de los talleres que se brindan en los centros de jubilados como que "vienen a cambiar pastillas por zapatillas". En la actualidad, son 134 las entidades que trabajan en articulación con PAMI, pero en la provincia hay 234, por lo que el objetivo de la obra social es llegar a las 100 restantes y que se creen nuevas instituciones en sitios donde no hay.

Liliana Parra brinda un taller de yoga en el centro de jubilados Sonrisas Otoñales del Barrio Parque Sur (en Lamadrid y Montes de Oca de Godoy Cruz). La mujer contó que cuando una mujer se suma suele comportarse tímidamente, pero a fin de año sonríe, se ríe y cuenta chistes. En su caso, ve mucha gente que vive sola y la favorece la integración.

En tanto Selva García, quien enseña telar en el mismo sitio, comenta que asisten varias personas que se hacen cargo de nietos y buscan tener un espacio propio, para despejarse y poder hablar tranquilas de sus cosas. Aunque la mayoría son mujeres, también van hombres y la mujer destaca que para trabajar el telar son necesarios atención y el uso de la matemática para contar los puntos, los centímetros, las hebras.

La tesorera de Sonrisas Otoñales, Noemí Suárez, detalló que las propuestas se van corriendo de boca en boca y que también colaboran en la difusión quienes dictan talleres. Y si bien resaltó que quieren que se sumen más adultos mayores, se sorprendieron para el festejo del 25 de Mayo, porque asistió más gente de la esperada.

Marta Sánchez, tallerista de Vivir en Plenitud (ubicado en Gutiérrez 935 de Villa Hipódromo, Godoy Cruz), señaló que a los adultos mayores les cuesta salir porque cuidan a los nietos o se dedican a las plantas o a tomar sol, pero una vez que se acercan al centro de jubilados no dejan.

La presidenta de la entidad, Elizabeth Guevara, indicó que con PAMI tienen talleres de tejido, danzas folclóricas y memoria. Sobre los último, María Luisa Blanco indicó que muchos mayores tienen olvidos y temen que se trata de un deterioro, es decir algo que puede afectar su autonomía, cuando puede tratarse de un declive normal, que puede mejorarse con ejercicios.

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