Estudian conexión entre cerebro y ovario para prevenir enfermedades

Científicos locales analizan cómo influye un derivado de la progesterona en la conducta sexual y el sistema nervioso. Regular su concentración permitiría evitar quistes, tener anticonceptivo natural y resolver problemas de fertilidad.

Estudian conexión entre cerebro y ovario para prevenir enfermedades

Un equipo de investigadores locales estudia la vinculación entre el cerebro y el ovario por intermedio de las hormonas sexuales femeninas. Lo que observan es que a través de ellas y de manera natural pueden atenuarse efectos negativos sobre la salud como el cáncer de ovario. Pero además, regular sus niveles en el organismo puede permitir tratar desórdenes a nivel del sistema nervioso central (SNC),  alteraciones en la conducta sexual y control de patologías o enfermedades del sistema reproductivo.

Investigadores de la Universidad Juan A. Maza y el Conicet - Mendoza se concentraron en analizar el impacto de la allopregnanolona, un neuroesteroide derivado de la progesterona, una hormona femenina. Ésta se produce en los órganos sexuales, pero también en el cerebro, los que están vinculados a través de un sistema: el eje hipotálamo hipofiso gonadal.

El aspecto en el que hicieron hincapié es que este neuroesteroide puede tener efectos protectores para el organismo y otros deletéreos (dañinos), según la concentración y la etapa del ciclo menstrual. A partir de ello, aspiran a identificar las circunstancias en que esto se produce, su impacto y su regulación lo que permitiría lograr efectos benéficos de una manera más natural.

"El cerebro produce, al igual que el ovario, hormonas sexuales, pero con diversas funciones algunas sobre el comportamiento y otras sobre la fisiología del ovario", señaló la doctora en Ciencias Biológicas Myriam Laconi, directora del laboratorio de Fisiopatología Ovárica  del Imbecu, CCT - Conicet Mendoza y quien lidera el trabajo.

Por un lado, han evaluado el efecto de este metabolito de la progesterona sobre la conducta sexual y descubrieron que la droga inhibe la ovulación en condiciones de estrés, pero asimismo -de acuerdo a la dosis- también inhibe el deseo sexual. Desde el punto de vista del equipo, éste puede ser el camino para hallar un anticonceptivo natural con menos efectos secundarios. El efecto en uno u otro sentido dependerá de la dosis y lugar de administración.

En Mendoza, el estudio se ha realizado en un modelo en animales, mientras que en Europa ya se está probando en mujeres con síndrome pre- menstrual.

En Mendoza, el estudio se ha realizado en un modelo en animales, mientras que en Europa ya se está probando en mujeres con síndrome pre- menstrual.

También hallaron conexión entre la presencia de esta sustancia y el desarrollo de quistes y cáncer de ovario, aspecto en el que se encuentran trabajando actualmente para profundizar más la investigación.

La profesional detalló que "en niveles circulantes normales protege contra procesos cancerígenos, pero cuando se eleva a niveles farmacológicos los promovería".

Por otra parte, consideran que este vínculo con la ovulación podría ser la causa de la dificultad para concebir en algunas mujeres por lo que regular la presencia de este neuroesteroide podría permitir avances para resolver esta problemática.

"Estas sustancias que se producen en el cerebro y en el ovario, pueden, por ejemplo, ante una situación de estrés aumentar de manera significativa lo que puede producir daño en el ovario o inhibir la ovulación", explicó la investigadora.

“Estamos trabajando en conjunto con una clínica de infertilidad para medir las concentraciones de esta sustancia en mujeres con infertilidad sin causa aparente con el fin de evaluar si puede ser una de las responsables de la infertilidad y tratarla de modo simple modulando la síntesis de esta sustancia”, agregó.

Además de este trabajo bimodal con respecto al comportamiento sexual tiene efectos a nivel del SNC. Por ello, intervenir sobre éste puede ser un recurso para tratar la ansiedad y mejorar la memoria.

Los investigadores aprecian un potencial farmacológico amplio en los neuroesteroides por lo que creen que pueden contribuir a mejorar o prevenir algunas patologías relevantes en la vida reproductiva de la mujer.

Desde la misma perspectiva creen que sería positivo incorporar la medición de allopregnanolona en los análisis de rutina previos a los tratamientos de fertilidad. Esto debido a que podría ser un marcador predictivo de una posible falla ovárica o del impacto del estrés en la función de esta glándula.

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