"Las mil y una noches": el furor de la tele se traslada a las librerías

La telenovela turca ha generado una demanda inusual del clásico literario en las librerías de Mendoza, pese a que la ficción de la TV no guarda mucha relación con los relatos originales. Análisis del fenómeno.

Luego de que la telenovela de origen turco “Las mil y una noches” empezara a ser emitida en Argentina por Canal 13 -y desde el 5 de enero por Canal 7 de Mendoza-, el éxito con el que venía precedida en otros países se repitió.

Y llega a tanto el furor por esta historia que ha despertado el interés de muchos mendocinos por tener en su casa el libro en el que se basa el programa: una antigua recopilación de cuentos escritos en lengua árabe, que comparte el nombre de esta ficción televisiva aunque tiene muy pocos puntos de común en su trama.

De hecho, ni bien la novela que narra la historia Sherezade Eviyaoglu comenzó a ganar adeptos en la pantalla chica, en las librerías del centro de Mendoza las consultas para comprar el libro de “las mil y una...” se multiplicaron, sobre todo durante la última semana.

Empleados y  propietarios de los locales dedicados a este rubro se han mostrado sorprendidos por el fenómeno que ha generado esta telenovela en la provincia.

Justamente, para miles de personas de todo el mundo la propuesta ha resultado cuando menos atrapante y de hecho, la producción turca ha obtenido un gran reconocimiento por parte de la audiencia en Medio Oriente, Europa del Este y en América Latina (en Colombia y Chile).

Desde hace algunos días se sumó nuestro país y Mendoza no es ajena. “La gente está preguntando mucho por el libro, pero no lo tenemos”, comentó Claudia Caruso, encargada de AM Libros.

Silvana Aguirre, quien trabaja en el sector de libros de Rayuela, agregó que desde que comenzó a emitirse la novela, muchas personas se han acercado al negocio de calle Garibaldi para preguntar por el libro del cual la ficción actual replicó el nombre.

“Es importante que la gente sepa que la novela no tiene mucho que ver con la obra original. A veces vienen con la expectativa de encontrar la misma historia, pero esto no es así”, aclaró Aguirre.


Conocer la cultura oriental
A través de los diferentes capítulos, la telenovela pone al descubierto la vida de una joven madre profesional, que frente a la enfermedad de su pequeño hijo decide hacer todo lo posible por salvarlo, aunque ello implique poner en juego su propia integridad moral.

Un rasgo destacado de la producción turca desde el punto de vista estético tiene que ver con las escenas filmadas en ambientes naturales. Ése aspecto, de hecho, es uno de los más destacados por los mendocinos que como un ritual, se aseguran un lugar en el sillón todas las noches para seguir de cerca la historia.

Roberto Iriarte (65) es uno de los tantos mendocinos que no se pierden un capítulo desde que “Las mil y una noches” comenzó a ser emitida por el canal de aire.

El hombre asegura que nunca gustó de las telenovelas y mucho menos, de los dramas. Sin embargo, confesó, esta vez le llamó mucho la atención la posibilidad de conocer un poco mejor la cultura, paisajes y tradiciones de Medio Oriente.

“La verdad que me gusta mucho, trato de no perderme ni un capítulo porque ninguno tiene desperdicio”, comentó Iriarte y aclaró que en su caso le resulta más atractivo apreciar la ficción desde la pantalla que desde las páginas de un libro.

Para María del Pilar García Santos, propietaria de la librería que lleva el mismo apellido, el fenómeno es comparable al que se vivió con la novela “Montecristo”,  emitida por Telefé (y Canal 9 en Mendoza) en 2006.

“En ese momento, los clientes venían a buscar los ejemplares de ‘El Conde de Montecristo’. Ahora pasa algo similar con ‘Las mil y una noches’”, comentó la librera y coincidió en que esta última colección está siendo muy solicitada, en su mayoría por hombres y mujeres de unos 40 años en promedio.

Allí cuentan con ejemplares  que van desde la colección completa traducida al español hasta una antología y una versión infantil con los relatos ilustrados,  adecuados para los más chicos.

“Por lo general vienen a preguntar, consultan precios y llevan la versión más económica que es la de $ 80”, explicó García Santos. La versión de dos tomos cuesta $ 1.800, mientras que la que consta de cuatro vale $ 500, dependiendo de la editorial responsable, el diseño y presentación.


Sólo dos puntos en común
Vale decir que la gran obra literaria que ha perdurado a través del tiempo como un legado para la humanidad, consta de una serie de 1.001 relatos concatenados, cuyos orígenes se remontan al antiguo imperio persa y fueron traducidos al árabe en el siglo 9.

De hecho, fueron traducidos por primera vez al francés en el año 1704. Luego, los cuentos y relatos fueron adaptados y traducidos en todos las lenguas.

Pero la historia que en la actualidad se ha transformado en un boom televisivo sólo comparte el mismo nombre que los relatos originales, como así también el de su protagonista, Sherezade Eviyaoglu -interpretado por la actriz Bergüzar Korel-, que es el mismo que el del personaje que narra las mil y un historias ante el sultán árabe para salvar su vida.

Gustavo Zonana, profesor de Literatura de la Universidad Nacional de Cuyo, aclaró que salvo esas dos coincidencias, la obra milenaria no guarda otras características comunes con la novela televisiva.

De hecho, tampoco es ésta última una adaptación del libro original. “Podemos decir que más bien la novela se vale del prestigio de la obra literaria, pero eso no implica que los televidentes van a encontrar en ella coincidencias en la historia”, destacó el investigador especializado en literatura argentina.

De hecho, añadió Zonana, los relatos maravillosos de la literatura oriental que se encuentran en estos textos históricos no sólo traducen la memoria de los pueblos orientales, sino que han pasado a ser joyas de la literatura universal. En Argentina, explicó, autores de renombre mundial, como Leopoldo Lugones y Jorge Luis Borges, fueron grandes admiradores de “Las mil y una noches”.

Entre los principales relatos que han trascendido en el mundo occidental y que se desprenden de la “historia mayor” figuran, por ejemplo, “Aladino y la lámpara maravillosa”, “Simbad el marino” y “Alí Babá y los cuarenta ladrones”.

Una producción turca exitosa en varios países

“Las mil y una noches” es la primera telenovela de origen turco que se estrena en la Argentina. Obtuvo un gran reconocimiento por parte del público en Medio Oriente y Europa del Este; y en América Latina (en Colombia y muy especialmente en Chile) cosechó altísimos niveles de audiencia, revolucionando el mercado televisivo de dichos países.

Se trata de una historia de amor cruzada por el drama, la lucha de poder y la tentación, que supo cautivar a millones de espectadores en todo el mundo.

Filmada en 2006 en escenarios naturales -con una excelente realización y factura visual-, en nuestro país está cosechando un buen rating en el horario central, las 22 (en Mendoza se emite a las 23 por Canal 7). Y le está ganando la batalla a otro tanque del género: la novela brasileña “Rastros de mentiras” (Telefé).

Claro que tiene un condimento extra: fuera de la ficción, sus protagonistas se enamoraron y desde 2009 están casados.

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