Daniela Galván, la dueña de los mediodías

Daniela Galván nos recibe en su casa de la ciudad de Mendoza. Mientras sus hijos hacen la tarea, la conductora del noticiero más taquillero de la provincia comienza a demostrar que su humildad y sencillez son dos de las claves de su gran éxito.

-¿Siempre quisiste ser periodista?

-No. En realidad yo vivía en San Juan y me vine a Mendoza a buscar alguna carrera para estudiar. Quería algo que no tuviera matemáticas ni ninguna ciencia exacta. En esa época mi hermana ya estudiaba acá y la ciudad me encantaba. Entre las carreras en las cuales averigüé estaban Periodismo y Publicidad en la Universidad Juan Agustín Mazza. Al principio comencé estudiando Publicidad, pero el Periodismo empezó a llamarme la atención desde segundo año de la facultad aproximadamente.

-¿Nadie en tu familia había trabajado en los medios?

-No, nadie. Sólo mi tía Bety que habla en los actos... (risas).

-¿Cuál fue tu primer trabajo en los medios?

-Cuando tenía casi 20 años, un día me pasaron a buscar tres amigas que estudiaban conmigo para ir a un casting de Aconcagua Televisión (NDR: canal de cable que funcionó en Mendoza entre las décadas del ‘80 y ‘90).

La verdad es que yo no sabía ni para qué era, pero fui igual. Ahí me pusieron frente a cámara y la verdad es que era muy joven y desenvuelta y me fue bien. Así fue que quedé seleccionada para un programa que era de interés general. El conductor era Daniel Iúdica.

-¿Cómo fueron esos comienzos?

-La verdad es que Aconcagua Televisión fue una gran escuela. No sólo para mí. Muchos profesionales de los medios comenzaron o en algún momento trabajaron ahí. Entre ellos Coco Gras, Celia Astargo o Laura Carbonari, sólo por nombrar a algunos. Lo bueno del canal era que tenía mucha programación local. Hacíamos ciclos que duraban un año. Eso nos daba la posibilidad de aprender a producir, a editar una nota, a conducir y, sobre todo, a estar frente a una cámara.

-¿Te acordás de los nombres de los ciclos donde trabajaste?

-Recuerdo uno que se llamaba “Abierto por Vacaciones”, pero fueron muchos.

-¿Y tu primera experiencia en noticieros?

-Fue un remplazo de Laura Carbonari, en el noticiero de Aconcagua Televisión. Ella había tenido su primer hijo y yo tomé su lugar.

-¿Cómo llegaste a los canales de aire?

-En Aconcagua estuve casi dos años y luego me presenté en un casting que había para trabajar en Canal 7. Fui y había muchísimas chicas, pero también quedé. El hecho de ya haber estado trabajando frente a cámaras me ayudaba mucho. El casting era para un programa que hacía Oscar López Pájaro (NDR: importante comunicador de la televisión y la radio local) que se llamaba “Gran Siete”.

Ahí hacía entrevistas y estaba al lado suyo. Era un programa de juegos. Fue una muy linda experiencia. Después de eso, pasé al área de prensa de Canal 7. Ahí estuve un tiempo y luego empecé con otras actividades fuera del canal.

-En ese momento estabas dedicada de lleno a los medios...

-Sí, totalmente. Me gustaba mucho la televisión y también la radio. De hecho tuve posibilidades de hacer algunas cosas en radios como FM 100.9 y LV 10. Fueron dos experiencias que disfruté mucho. Realmente espero volver a la radio porque es una actividad muy creativa, que te da la posibilidad de improvisar y aprender mucho.

-¿Hay muchas diferencia entre el trabajo de radio y el de televisión?

-Mi trabajo en la televisión es muy lindo y no es para nada rutinario. Me da todos los días la posibilidad de ver, analizar y redactar cosas nuevas. Además todos los días hay adrenalina, siempre pasa algo y estamos sujetos a la realidad. Pero tiene una estructura más fija y más estable que la de la radio.

Además, la dinámica de un noticiero es formal. En cambio la radio permite realizar entrevistas más largas o interiorizarse más sobre algunos temas y también disfrutar del humor. Me gusta el humor irónico y por eso me gustaría explotar esa otra faceta en algún momento.

-¿Cómo es un día a día de Daniela Galván en la actualidad?

-La verdad es que en el canal somos un gran grupo de gente que trabaja para todos los productos, lo cual incluye todas las ediciones de los noticieros. Es un equipo muy grande y hay muchos productores, editores, camarógrafos y periodistas. Hay mucha gente detrás de cámara que produce lo que luego presento al aire. Yo soy como el mozo que sirve la comida (risas). Detrás hay una cocina gigante con un gran chef, cocineros, gente que lava los platos, etc, etc ...

-Hoy en la televisión nacional se ven algunos noticieros bastante distendidos, ¿te gustan esos formatos?

-Lo que hace Germán Paoloski a la medianoche, en el noticiero de Telefé, me parece muy bueno. Me encanta. Además, tiene una producción impresionante y el contenido del noticiero es muy bueno.

-Cuando estás frente a cámara ¿sos consciente de que te has convertido en una referente de la información en nuestra provincia?

-No sé si soy una referente. Cuando estoy frente a cámara lo que me preocupa es que mis textos estén bien redactados y que lo que diga sea correcto. Trato de ocuparme sobre todo de ser coherente y precisa. Pero por lo demás creo que el mío es un trabajo como cualquier otro, el cual conlleva responsabilidades similares a las de cualquier actividad.

Pienso en una niñera que cuide a mis hijos y eso tiene una enorme responsabilidad. Yo creo que si trabajara en otra área también lo haría con la misma seriedad e importancia con que desarrollo el periodismo. Siempre creo que tengo que hacer lo mejor. Soy muy exigente conmigo.

-¿Qué te gusta ver en televisión?

-Me gustan los programas de salud, los documentales y las películas. Por supuesto veo muchos noticieros nacionales e internacionales.

-¿Cómo te llevás con la gente que te cruzás en la calle y te reconoce?

-La gente me trata muy bien. Es muy respetuosa. Hay mucha calidez en el trato. Agradezco mucho todo eso y me encanta que hagan aportes para el noticiero o comenten algunas de nuestras notas. En ese sentido la televisión produce más intercambio con la gente que otro  trabajo. El tema del reconocimiento se ha dado más en los últimos años. Antes pasaba menos.

-¿Alguna vez imaginaste que ibas a ocupar el lugar donde estás hoy?

-No, no era algo que esperaba. Con el tiempo empecé a disfrutarlo. Al principio, cuando estaba en el móvil, por ejemplo, me encantaba hacer notas en la calle. El contacto con la gente es muy bueno y el trabajo es muy creativo y muy ágil. Para mí es igual de importante el trabajo que hacía en la calle que el que desarrollo ahora. Siento que aún me queda mucho por aprender. Pero hoy para mí, además del trabajo, es sumamente importante poder ejercer la maternidad. Estar con mis hijos, acompañarlos y llevarlos a sus actividades.

-¿Cómo hacen para estar siempre con buena cara en el noticiero y dejar de lado las situaciones personales?

-Normalmente, me levanto bastante parecida. Luego, en el transcurrir del día, algunas cosas pueden cambiar mi humor pero en los últimos tiempos he logrado cortar con las situaciones personales. Trato de aislar todo. Yo sé que comienza el noticiero y tengo que estar concentrada y en contacto con lo que estoy presentando. Esto al margen de que esté muy contenta o enojada.

-Cuando estás fuera del trabajo y con amigos, ¿tratás de no hablar sobre noticias?

-A mí me gusta hablar de noticias. Obviamente no sé sobre todos los temas pero es algo que disfruto. Un día Zlotogwiazda vino a Mendoza y dijo: “Tengo la prudencia de hablar sólo de lo que sé”. Y tomé esa frase porque es genial.

-¿Qué es lo que más disfrutás de tu día a día?

-La verdad, lo que más me gusta es llegar a mi casa y estar con mi familia. Cuando llego hago un click y empiezo a programar mi día con ellos.