La presidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntó hoy contra Europa en general, y contra la canciller alemana, Angela Merkel, en particular, al criticar sus posturas en torno a los refugiados de Medio Oriente. Dijo que no quiere parecerse a ellos.
"No quiero que nadie nos vega a poner de ejemplo a los países del norte, a esos países que expulsan inmigrantes y dejan morir chicos en la playa. No quiero parecerme a ellos. Eso es decadencia cultural. Se andan tirando los inmigrantes de un país a otro como si fueran bultos. Nosotros, un país de inmigrantes, en el que nuestros abuelos bajaron de los barcos, somos un ejemplo", subrayó la jefa de Estado al encabezar un acto en José C. Paz, donde inauguró una Unidad de Pronta Atención (UPA), junto al gobernador bonaerense Daniel Scioli y el ex presidente brasileño Luiz 'Lula' Da Silva.
Allí, sin nombrarla, la mandataria apuntó también contra Merkel, al señalar: "No quiero parecerme a nadie que le dice a una piba de 15 años que no se puede quedar a estudiar", en alusión a un sonado acto en el que la canciller alemana hizo llorar a una niña palestina que, llegada desde el Líbano en 2011, le pedía quedarse en Rostock para cursar sus estudios.
Cristina afirmó además durante su discurso que lo que se ha construido durante el kirchnerismo "no fue magia" y remarcó que "cuando uno elige el lado del pueblo tiene que saber que debe dar peleas".
"Quiero alertarlos que esto que hemos construido en estos años no fue magia. Fue el esfuerzo, el trabajo, el compromiso y muchas veces el fruto de debates, discusiones y peleas", sentenció la mandataria.
La mandataria también advirtió sobre intentos de "volver a instalar políticas neoliberales" en la región y llamó a la ciudadanía a "mirar el pasado para no ser idiota y no cometer equivocaciones".
"Se observa, se ve claramente en toda la región, en América del Sur, un intento de volver a instalar las políticas neoliberales que nos llevaron al fracaso, al hambre y la desocupación", alertó la mandataria.