Células madre: mitos y realidades

Son aquellas que pueden transformarse en cualquier célula especializada. Las que se utilizan para tratamientos se extraen del cordón umbilical inmediatamente después del parto. Son crioconservadas a -160º C y su preservación es indefinida.

Cada vez se habla más de las potencialidades de los tratamientos con células madre, sobre los cuales a veces se ponen más expectativas de las que ciertamente han podido comprobarse. Por otra parte, la práctica de extracción y crioconservación va camino a instalarse en un futuro próximo. Sin embargo, hay mitos instalados y desconocimiento sobre ciertos aspectos.

Para evacuarlos, dialogó con Los Andes el pediatra hematólogo Diego Fernández Sasso, quien es vocero de ABC Cordón, la Asociación de Bancos de Células Madre.

En primer lugar, es necesario aclarar qué son las células madre. Son aquellas que pueden transformarse en otras células. Las utilizadas para tratamientos se extraen del cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento.

Según el tipo de que se trate es el tejido que pueden regenerar, por eso se las extrae y conservan, con la intención de que puedan ser usadas a posteriori ante alguna dificultad en la salud. Esto en particular de la persona a quien pertenecía el cordón, pero lo cierto es que si hay compatibilidad podrán ser usadas por otra persona.

La compatibilidad es total con el mismo individuo y de 25% en el caso de sus hermanos. El método de conservación es a muy baja temperatura y se denomina criopreservación.

El especialista se refirió a algunas ideas instaladas sobre el asunto, varias de las cuales no son reales.

La extracción de células madre puede ser riesgosa para la salud del bebé.

Falso. No hay riesgos para la mamá ni el bebé en el momento de la recolección. "Se pincha el cordón que ya está desprendido del bebé, no afecta el parto ni perjudica la salud del niño", destacó el profesional.

El procedimiento puede ser doloroso para el bebé.

Falso. "El proceso de recolección, cualquiera sea el tipo de parto (por vía vaginal o por cesárea), es completamente indoloro y sólo puede realizarse en los primeros instantes posteriores al parto y siempre luego de que haya nacido el niño y se haya clampeado (pinzado) el cordón.

Ni el bebé ni la madre quedan expuestos a riesgo ni dolor alguno durante el proceso de recolección, que se realiza luego del nacimiento del bebé y no altera en nada los tiempos del parto", detalla la entidad en un documento sobre el tema.

Debido al prolongado tiempo de conservación podrían alterarse y no ser aptas para ser usadas.

Falso. El médico explicó que no existe "ningún riesgo de alteración porque lo que hace la criopreservación es mantener las células 'dormidas'. Ya hace 20 años que se están probando y no hay problemas". La criopreservación asegura una temperatura menor a los       -160°C, a la cual no hay energía, por lo que las células no pueden realizar sus procesos biológicos, no envejecen ni se mueren.

Las células extraídas sólo duran 20 años.

Falso. Cuando se congelan pierden su capacidad de maduración y conservadas adecuadamente pueden preservarse de manera indefinida. "Esa idea quedó instalada porque las primeras se guardaron 20 años", señaló.

Pueden dañarse si se corta la cadena de frío.

Falso. Se guardan en nitrógeno líquido, que por características físico-químicas propias está siempre a esa temperatura. Es decir que mantenidas en ese elemento la temperatura será constante y no quedará supeditada a una cuestión eléctrica, como un corte de luz o cortocircuito.

Si guardás tus células y te enfermás esas células no sirven.

Falso. Fernández Sasso señaló que si se nace con una enfermedad congénita esas células madre están enfermas y no se utilizarán. Pero si una persona tiene una predisposición genética y desarrolla la enfermedad tiempo después no necesariamente estarán enfermas. Para dar mayor claridad utilizó un ejemplo: "Si la persona nace con leucemia las células no sirven, pero si la desarrolla de adulto sí".

Si guardás células y no las donás sos egoísta.

Falso. El médico indicó que esta es una mirada bastante instalada pero que no tiene sustento, que genera una oposición entre donación y la guarda privada. Relató que en el Hospital Garrahan funciona un banco público que tiene una capacidad finita y no puede guardar la de todos los argentinos que nacen anualmente, que son alrededor de 1 millón. Pero además, esto ni siquiera es necesario porque los bancos públicos trabajan en red en todo el mundo, con lo cual hay disponibilidad.

Si se donó no servirá a mucha gente por la necesidad de compatibilidad.

Falso. Al contrario, es tal la disponibilidad mundial de donaciones que siempre se va a encontrar compatibilidad. "Hay más donantes que receptores", subrayó el profesional. La donación es gratuita, pero está supeditada a las pautas que exigen los bancos.

Sólo hay evidencia científica para su uso en médula ósea.

verdadero. No hay otros usos en los que haya sido comprobada la eficacia. "La medicina se basa en la investigación y la experimentación. En el caso de la médula ya esta probado; en los otros se esta investigando, se están empezando a probar. En medicina, si no probamos no usamos", destacó el especialista. Algunas áreas donde se está avanzando es en cirugía plástica, tratamiento de la diabetes o enfermedades del corazón. En este último caso se colocan en tejido dañado con la intención de que se regeneren.

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