Bisagras y correderas: mecanismos móviles para aprovechar espacios pequeños

Cuando abordamos arquitecturas de pequeña escala, las soluciones necesitan ser eficientes para espacios cada vez más ajustados.

Para la Bienal de Venecia de 2014, el célebre curador Rem Koolhaas eligió un camino inusual. En lugar de explorar los principales problemas que afectan a la profesión y la sociedad, el tema del evento, “Fundamentals” y su exposición principal, “Elementos de la Arquitectura”, examinó en detalle todos los elementos utilizados por los arquitectos, en cualquier lugar y en cualquier momento.

Según Koolhaas, “la arquitectura es una profesión entrenada para juntar las cosas, no para desmontarlas. Solo al observar los elementos de la arquitectura bajo un microscopio podemos reconocer las preferencias culturales, los avances tecnológicos, los cambios provocados por la intensificación del intercambio global, las adaptaciones climáticas, las normas locales y, en algún lugar de la mezcla, las ideas del arquitecto que constituyen la práctica de la arquitectura de hoy”.

Cuando abordamos las arquitecturas de pequeña escala, con soluciones que necesitan ser eficientes para espacios cada vez más ajustados, existen elementos de vital importancia para permitir la flexibilidad y el movimiento de los espacios y muebles: los herrajes. En apartamentos pequeños, principalmente, se observa el protagonismo de las soluciones de carpintería, donde cada superficie puede ser también un lugar de almacenamiento o una puerta. Pero por omnipresentes que sean en nuestro día a día, por lo general no damos la debida importancia a estas pequeñas piezas que facilitan la vida cotidiana.

Es probable que hayas utilizado varias bisagras y correderas hoy, sin darte cuenta. Hoy en día su precio es tan accesible que difícilmente una casa no dispondrá de ellas. Pero no siempre fue así. La popularización de las bisagras siguió la historia de la evolución de la fabricación y popularización de las piezas metálicas. No se sabe exactamente quién inventó las bisagras de las puertas, pero existen menciones de piezas de oro en las puertas del Templo de Salomón, citadas en el Antiguo Testamento. Y aunque su concepto es increíblemente simple –permitir que la pieza gire o corra sobre un eje–, son piezas con una gran cantidad de tecnología incorporada.

Hoy en día, con la facilidad que entregan los diferentes tableros de madera para la fabricación de carpintería, existe una variedad de tipos de ángulos de cierre, posibilidades de apertura, presencia de cerraduras e incluso dispositivos de seguridad para niños. Específicamente para espacios reducidos, las soluciones que permiten que el espacio reciba múltiples usos únicamente son posibles con bisagras, rieles y herrajes adecuados. La cama, por ejemplo, es un mueble que puede ser un gran inconveniente cuando no se utiliza. Hoy en día existen empresas que fabrican camas que fácilmente se convierten en paneles o pequeñas mesas de trabajo. El mismo razonamiento se puede utilizar para una mesa para comidas rápidas o para ocultar un lavaplatos sucio.

En el mercado existe una gran variedad de calidades, materiales, estéticas y soluciones para permitir el movimiento de puertas y cajones. En general, se dividen en los siguientes grupos:

Bisagras

Las bisagras permiten que las puertas giren. En el caso de los muebles, existen tres mecanismos principales, que varían según el revestimiento del borde al que se fija:

  • Rectas: en la mayoría de los casos, cubren completamente el borde lateral del mueble.
  • Curvas: lo cubren parcialmente. Esto permite, por ejemplo, que dos puertas se encuentren sobre un mismo montante.
  • Súper curvas: este tipo permite que las puertas se enfrenten totalmente al montante.

Correderas

Las más habituales en la actualidad son las telescópicas, que soportan hasta unos 45 kg de peso. Cuentan con rodamientos con bolas de acero sobre un pequeño riel, permitiendo que el cajón se abra por completo, casi siempre con cierre de seguridad para que no se caiga. Pueden ser expuestas u ocultas.

Puertas deslizantes

Pueden ser una gran ventaja cuando el espacio es limitado. Básicamente, tienen dos partes principales: los accesorios rodantes y un riel a través del cual pasará la puerta. Existen varias opciones de diseño y acabado en el mercado, y pueden quedar expuestas u ocultas.

Articuladores y pistones

Estos herrajes permiten la apertura oscilante o basculante de una puerta, lo que puede resultar interesante en muebles o gabinetes altos o en nichos bajos donde no se quiere ubicar un cajón. Suelen trabajar junto con una bisagra, como refuerzo. Por eso, es muy importante que tengan una traba que permita fijarlos a la hora de acceder al espacio.

Acero, aluminio y acero inoxidable son los materiales más comunes para los herrajes. Aunque la decisión sobre estas pequeñas piezas suele estar relegada a fabricantes y proveedores, es importante que los arquitectos sean conscientes de las posibilidades y de la importancia de la correcta elección de estas piezas, a las que normalmente solo damos importancia cuando dejan de funcionar. Por lo tanto, vale la pena buscar adecuar el proyecto a los catálogos del fabricante elegido y prestar siempre atención a la carga máxima que pueden recibir. También es prudente buscar empresas proveedoras con experiencia y garantía. Luego, la creatividad puede moverse libremente.

Este artículo es parte del Tema del mes en ArchDaily: Escala Pequeña. Fuente: https://www.plataformaarquitectura.cl

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