Arquitecto del sueño: Julio Zurro se ganó el respeto del futsal provincial

En apenas dos años consiguió llevar a los Don Bosco a la maxima categoría. Su historia y la visión del trabajo en una institución que crece.

Arquitecto del sueño: Julio Zurro se ganó el respeto del futsal provincial
Arquitecto del sueño: Julio Zurro se ganó el respeto del futsal provincial

Don Bosco fue una de las instituciones que tuvo un cierre de año para enmarcarlo con bordes dorados. Los Curas se quedaron con uno de los ascensos tras dejar en el camino a Banco Nación en la reválida y estarán esta temporada en la máxima categoría. El arquitecto de este proyecto es Julio Zurro, un laburador incansable del Futsal y con quién dialogamos al respecto.

"La verdad es que fue un gran año, en el que por esos caprichos que tiene el deporte, nos quedamos dos veces afuera en semifinales. Con San José en Beltrán y con Universidad en el Poli de Maipú, pero los chicos han ido creciendo", arranca contando quien tomó este desafío hace dos años y está temporada también trabajó en la inferiores de Biritos y tuvo un paso por el femenino de la Lepra en el Clausura, equipo que terminó jugando la final frente a La Colonia.

"Don Bosco fue mí primera experiencia en una primera masculina. Llegué para dirigir al equipo B, yo ya había dirigido a las chicas de Cerede y a las inferiores del mismo club. También había sido profe de algunos equipos como Ujemvi con Camilo Ganem. Después Jesús Ayala, que para mí es mí gran maestro, me invita a una selección como profe y ahí empecé a aprender todo lo que se en los cuatro años que estuvimos", repasa Julio que también estuvo trabajando con el equipo técnico de Gabriel Gómez en el plantel profesional de la Lepra que juega la Primera B Nacional.

Ya volviendo a su experiencia en Don Bosco cuenta que: "Aquel Don Bosco B con el que llegué al club tenía muchos juveniles. Hicimos un gran torneo en el que, entre otras cosas, le ganamos a Don Bosco A, equipo al que dirigía Nico De Merolis, al que hoy lo tenemos dentro de la cancha como jugador y referente. Después de ese semestre, la Comisión me pidió por favor que tomara el equipo A y fue un año y medio de trabajo que se vio reflejado en el objetivo de ascender. Estos pibes tienen una cabeza increíble y el objetivo claro y se fueron siempre superando. Muchas caras tristes cada vez que nos quedamos en la puerta, pero laburamos, laburamos y laburamos y después de tres derrotas duras se nos dio", enfatiza dejando en claro el amor propio y el sentido de pertenencia que tiene su grupo.

"Me siento muy cómodo dónde estoy. Me siento que Don Bosco es mí casa. Los jugadores son chicos que están muy comprometidos con el club. La mayoría son ex alumnos y es más fácil trabajar así. A estos pibes yo les decía tenemos que trabajar un domingo y allá estaban todos. Nunca me dijeron que no a nada y eso lleva a qué las cosas caigan por su propio peso y haya podido cumplir lo que tanto soñamos", se emociona recordando y está bien que así sea, porque no es fácil llegar hasta donde su equipo llegó.

En cuanto al laburo que se hace en inferiores, destacó que: "creo que se está haciendo un buen trabajo. Ahí tenemos a mis dos arqueros, Federico y Matías, que son dos grandes profesionales y están en las categorías más chicas y a la Ratita Navarro que está con los juveniles que llegaron a semifinales de bronce con Cerede, pero llegar a esas instancias es muy importante porque ayuda a los chicos a que se empiezan a identificar más. Eso se veía cada vez que jugaba la primera en donde todos los chicos iban a verla y cuando una persona se identifica así con el club, es mucho más fácil trabajar.

Los tres son grandes profesionales que me los han pedido de otros clubes para que vayan a trabajar allá, pero gracias a Dios los tenemos con nosotros. Su trabajo se nota en el nivel con los que llegan los juveniles a las categorías superiores. Yo hoy tengo cuatro en el plantel que son Rodrigo Tejero, quien para mí merece una oportunidad en alguna selección, Ulises un arquero con un futuro tremendo, al igual que a Julián Lorenzo y a Jerónimo Nemio que lo tuve por primera vez este año. Don Bosco B también se nutrió de muchos juveniles, lo que nos hace pensar que tenemos con que mantenernos en la A durante mucho tiempo", se ilusiona y lanza un pedido público para graficar el trabajo de las bases. "Los mellizos Álvarez que hoy son los mejores jugadores de la provincia se formaron en Don Bosco y por acá le pido que alguna vez vuelvan a la institución".

Por último le consultamos sobre la posibilidad de tener un equipo femenino. "Cuando yo llegué había femenino que se disolvió. Nosotros tenemos un problema de espacio en el colegio porque no hay muchos horarios disponibles para utilizar la cancha. No veo descabellado volver a presentar el proyecto".

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