Alerta ¡Machismo a la vista! - Por Sole Castro Virasoro

Sole Castro Virasoro, humorista y escritora, reflexiona sobre esas actitudes que pueden delatar a un hombre machista en la primera cita.

Alerta ¡Machismo a la vista! - Por Sole Castro Virasoro
Alerta ¡Machismo a la vista! - Por Sole Castro Virasoro

Es muy fácil decir frases como "no sé qué pasó, estaba todo bien y de repente se volvió loca". A los hombres que leen y comentan esta columna les voy a decir algo que quizás los sorprenda, pero las mujeres no somos una cosa y de repente nos convertimos en otra: si tu cita se enojó, seguro que algo hiciste.

Aquí les dejo una lista de actitudes: para las mujeres que queremos evitar machistas y para hombres que pueden estar haciéndolas sin saberlo y quieren mejorar. Se puede, ¿eh? No cuesta tanto, solo un pequeño trabajo de deconstrucción de la educación que nos han impartido durante siglos. 

Nivel 1: Micromachismo

Lo más básico (y desde mi punto de vista perdonable) es abrir la puerta, correr la silla y pagar la cuenta. Tu cita quiere mostrarse como un buen candidato haciendo todo lo que le dijeron que era lo que debía hacer un caballero. Pero vos sos una mujer que va abriéndose paso por la vida y pagando sus propias cuentas y no entendés por qué de repente te tratan como si te hubieran amputado las manos.

Incluso dice cosas como que no le gusta el fútbol, dando por hecho que a las mujeres no nos interesan los deportes, y creyendo que eso va a sumar puntos a la hora de su evaluación. O la que a mí personalmente me molesta más “ayudo con las tareas de la casa”. Ayudar sería otra cosa: si vos no vivís en una casa o no comiste en ella y un día te pinta tocarle el timbre al vecino y decirle que le limpiás el baño, por ejemplo.

Una forma de hacerlo fácil para ambas partes es charlarlo previamente, algo así como un pequeño código de convivencia de una primera cita para que el esfuerzo esté mejor direccionado. Porque el tipo podrá no ser lo mejor del mundo, pero lo está intentando.

Nivel 2: Todavía sirve

Él da por hecho que vos te ocupás de lavar los platos o levantar la mesa. Cree que si cocinás deberías estar en pareja, porque al hombre se lo conquista por el estómago. Lo que pasa es que vos querés encontrar a alguien con quien compartir la vida y no trabajar de chef personal.

Le damos el beneficio de la duda porque hay demasiados años de machismo en nuestra sociedad y quizás todavía tenga cosas que aprender. Si le explicás por qué te molesta y qué no estás dispuesta a hacer y él te responde cosas como “ah, sos feminista” con una mezcla de tristeza y decepción, se pasa automáticamente al nivel 4. Si te dice “feminazi” pasa al nivel 5. Si te escucha, lo asimila y actúa en concordancia, quizás todavía se pueda rescatar.

Nivel 3: Aguas peligrosas

Hay una gran alarma disfrazada de amabilidad que aparece en las citas: es la excusa de la protección. Te paso a buscar, te llevo, te traigo, te espero, porque la calle está muy peligrosa. Lo pinta a él como un súper héroe y a vos como una damisela en peligro, mientras vos no entendés quién le dijo que es a prueba de balas.

Hace preguntas como “¿cómo hacés para combinar tu carrera y tu vida personal?” como si una no fuera lo suficientemente inteligente y activa como para hacer mil cosas más fuera esas dos variantes. Dice cosas como “no entiendo cómo estás sola siendo tan linda”. “Porque cuando me cruzo con tipos como vos y prefiero pasar la noche con Netflix”, te dan ganas de responderle.

Te oculta algo para que no te sientas mal, dando por sentado que no podés manejar una información tan terrible y desgarradora como tener un pedazo de perejil entre los dientes. No digo que ese hombre esté completamente perdido para la sociedad, pero está demasiado contaminado para que su recuperación sea fácil. Antes de continuar, pensalo bien.

Nivel 4: Soldado que huye, sirve para otra batalla

Aquí entramos en el primer nivel de machismo insalvable. La forma más fácil de detectarlos es que se basan en la imagen para sacar conclusiones de una mujer. Te dice lo que deberías ponerte, lo que es femenino y lo que es demasiado provocador.

Una vez un hombre me dijo en la previa de una cita que quería que fuera en short y zapatillas, porque quería que estuviera cómoda. Repetí a propósito la palabra “quería” primero porque está en pasado (cancelé la cita) y segundo porque la frase estaba basada fuertemente en sus deseos personales y no en mi supuesta comodidad.

No vale la pena intentar explicarle nada porque lo más probable es que crea que estás con tu período o que las mujeres estamos todas locas. Dejalo y seguí tu camino. No te preocupes, hay muchos hombres que no son así.

Nivel 5: Imposible, ni lo intente

Aquí llegamos al podio del machismo posible en una primera cita. Tienen la necesidad de dominar la situación, la charla y hasta lo que vas a comer o tomar. Si sos Ingeniera Nuclear, él te va a querer explicar lo que son las barras de uranio basándose en un capítulo de “Los Simpsons”, porque no importa la experiencia que tengas o la formación que hayas alcanzado, él se cree con derecho a pensar que es más inteligente que vos.

Estamos ante un ejemplar digno de ilustrar la palabra "mansplaining" en un diccionario.
Desestima cualquier logro que hayas tenido y lo enfoca en algo que él pueda proveer.

Por ejemplo, si ganaste el premio Nobel de Literatura, él te va a decir que no todo es trabajo y que lo que necesitás para ser feliz es un novio.

Son los mismos que dicen que algo no es de señorita y que creen que las mujeres se dividen entre buenas y putas. Habla mal de mujeres que no se depilan, o creen que el amor es inversamente proporcional al peso de una mujer.

Cuando se llega a estos niveles de machismo no hay ni paciencia, ni charla ni segundas oportunidades posibles.

Deberíamos tener más presente que sin machismo no sólo las mujeres somos más felices, los hombres también. Es demasiado peso para una persona tener que ser más fuerte, más alto, más exitoso, más inteligente, ganar más plata y saber más sobre cualquier tema.

Cuando las mujeres llegamos a un lugar de poder, no lo hacemos con un fin de sacarle nada a los hombres, lo hacemos porque queremos crecer, porque con nosotras mismas nos alcanza y nos sobra. Y cuando buscamos una pareja queremos un igual, alguien con quien compartir y no competir.

Sole Castro Virasoro, autora de “Mujeres Alfa y hombres 2.0” seguila en sus redes.

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