"Vinos de montaña", el nuevo concepto de una bodega mendocina

"Degustando vinos, caminando viñedos e intentando definir los vinos de Andeluna en una sola frase, fue que surgió esta idea de 'somos vinos de montaña'. Si bien es cierto que son muchas las bodegas que utilizan este concepto que, de hecho está bien usado porque tenemos productos de la montaña, está bueno remarcarlo como una zona de origen. Es una filosofía destacar el lugar donde se elaboran los vinos".

Así, Manuel González Bals, enólogo de Andeluna, explica cómo llegan a redefinir el concepto de la marca, que incluyó, además, la renovación de su imagen institucional; una imagen que transmite su verdadero y profundo espíritu y que rinde homenaje a la montaña que la protege y rodea.

Cómo última acción de 2019 y para lanzarse al nuevo año renovados y recargados, la bodega de Gualtallary presentó, en un cóctel con invitados especiales, el nuevo cambio de imagen de la bodega.

El flamante logo es una moderna concepción de lo clásico; imprime la esencia y evolución de la bodega. Una transformación con bases solidas y respetuosa de su historia y que se precia de tener una mirada actual y dinámica. El color institucional representa el azul profundo del cielo Gualtallary, fusionado con los sutiles azules de la Cordillera de los Andes y las gamas de grises de la luna.

"Gualtallary es montaña y respaldado en la cordillera frontal, su manifestación denota en una copa matices únicos", describe González Bals. "La elevación sobre el nivel del mar en nuestra viticultura continental hace que las diferentes variedades de vid revelen su costado salvaje al convivir en un entorno enmarcado por glaciares del Cordón del Plata, vegetación autóctona, suelo de piedra y arena. Emociona contemplar el desarrollo de la vid y sus raíces con estas características climáticas especiales y agrestes, dando vinos sobresalientes y únicos, vinos de montaña".

Con la nueva imagen llegaron los nuevos vinos

La ocasión de presentar la nueva imagen fue la ideal para presentar también nuevos vinos de distintas líneas. "Entre ellos, un espumante elaborado con pinot noir y chardonnay de la línea Altitud; un sauvignon blanc 2019 de la línea 1300; un malbec de la línea Raíces; y un cabernet sauvignon de la línea Altitud", comentó el enólogo y apasionado poeta mendocino.

Para el final de la noche, apareció el vino estrella y flamante creación de Andeluna: un blanc de cabernet franc. "Yo lo llamo vino blanco a propósito. Tiene un poco de color, pero está elaborado, desde el viñedo hasta la bodega, como vino blanco. Técnicamente es un vino blanco. Nos costó varios años de desarrollo", explicó González Bals y agregó: "No está encasillado en una línea de la bodega, pero si como categoría de productos especiales. Es de altísima gama, etiqueta metálica y botella importada".

Definitivos aires de renovación para Andeluna que está trabajando nuevas variedades, cambiando estilos y modificando etiquetas. Tiempo nuevo en el que apuesta a un crecimiento importante y de allí, el imperante cambio de imagen, "que era inevitable y necesario", según el enólogo.

Andeluna está ubicada en Gualtallary, uno de los terruños más propicios de la provincia para elaborar vinos de alta gama y con identidad propia. La bodega se encuentra bajo la conducción de la familia Barale desde 2013, siguiendo principios de responsabilidad y sustentabilidad de los recursos, así como también orientando sus vinos a las tendencias internacionales de consumo.