Unos 8.000 empleados de comercio tendrán un bono de fin de año

Son los que trabajan en supermercados y mayoristas a quienes les darán un monto -aún no definido- para canjear por mercadería. En un mal año, los negocios más chicos no han previsto el beneficio.

Unos 8.000 empleados de comercio tendrán un bono de fin de año
Unos 8.000 empleados de comercio tendrán un bono de fin de año

La inminente finalización de 2014 dejará un bono especial a 8 mil empleados de comercio, los que representan aproximadamente un 40% del total de trabajadores del sector.

En concreto, el beneficio se trata de un vale que los trabajadores podrán canjear por mercadería en sus firmas. Así, el bono de fin de año será instrumentado para todos aquellos trabajadores de híper, supermercados y mayoristas.

Desde el Centro Empleados de Comercio (CEC) Guillermo Pereyra afirmó que si bien no existe una ley o normativa que establezca que las empresas deben ofrecer un bono de fin de año, lo cierto es que es un beneficio que desde hace 6 años se repite para ciertas firmas y este año no será la excepción.

“El bono no es algo impositivo  sino que surge de un consenso con las compañías para que los trabajadores puedan disfrutar de las fiestas y sus consumos extra junto a sus familias”, señaló Pereyra.

El año pasado el bono, fue entregado por montos desde $ 300 a $ 1.500. Este año, el valor del bono aún no se define pero, según Pereyra, será el miércoles de la semana que viene el día indicado para que el Consejo Directivo de la Federación de Empleados de Comercio a nivel nacional ofrezca mayores detalles sobre los montos que tendrá el bono de fin de año.

A la hora de establecer los valores que tendrá este beneficio extra para los empleados, Pereyra reflexionó que “hay que hay que ser realista y moderado, especialmente en el comercio, un sector que en los últimos meses dejó sin trabajo a mil personas en Mendoza”.

Aquella sangría de despidos ya ha cesado, en parte por las promesas del alza de venta de fin de año. Sin embargo, con el actual contexto de incertidumbre laboral sumado a un alza de precios y ventas en caída, hacen que el bono sea planteado con mesura.

“Hay que ver la realidad comercial de las firmas. En el comercio estamos viendo cómo sostenemos los puestos de trabajo. Si bien los despidos se han frenado, si no se vende tendremos un enero y febrero complicado”, reflexionó Pereyra.


Sin definiciones aún
Sobre el resto de los trabajadores, un 60% de empleados que absorben las pequeñas y medianas empresas del comercio, existe un manto de duda sobre la implementación del bono de fin de año.

“En el caso de las pymes no podemos ir a plantear la situación en forma individual, esto es a los franquiciadores y a los que alquilan. En esos casos, y como otros años, tomamos contacto con las cámaras empresariales regionales y ellos hacen el planteo a sus asociados. Pero con ellos hasta ahora no hemos tenido resultados positivos”, deslizó Pereyra.

Detrás de la falta de respuestas concretas por parte de los pequeños comercios subyacen realidades disímiles.

“Las grandes firmas poseen mayores espaldas financieras. Además en esos casos contamos con cuerpos de delegados. En cambio, en las pymes nuestros representados son pequeños grupos”, precisó Pereyra.

De cualquier manera, para el dirigente del CEC la medida del bono de fin de año no logra atacar el problema de fondo de la economía como es el alza constante de precios. “Si la inflación no para, incluso los que tienen trabajo y reciben bonos frenan sus consumos”, concluyó Pereyra.

Peor baja de la economía desde 2009

El Gobierno admitió ayer, a través del Indec, una fuerte caída de la economía, de 1,2 %, durante agosto, que se transformó en la peor baja desde julio de 2009.

Asimismo, corrigió las cifras de julio e informó un retroceso de 0,1 %, contra el cero que había difundido en un trabajo previo. De esta manera, el tercer trimestre del año sumó dos meses consecutivos con resultados negativos y dejan al período al borde de cerrar en rojo.

Ante esta tendencia, se refuerzan los cuestionamientos hacia las cifras con las que se elaboró el proyecto de Ley de Presupuesto Nacional que está a punto de ser aprobado en el Congreso.

La iniciativa  prevé que en 2014 el PBI muestre un ascenso de 0,5 %, proyección que demandaría un profundo cambio de tendencia en el último período del año que, a juzgar por las cifras preliminares, dista de poder concretarse.

La profundidad de la caída del nivel de actividad en la Argentina envolvió al ministro Axel Kicillof, en una dura polémica con el FMI durante su participación en la última Asamblea del organismo. Para el organismo, la Argentina sufrirá un retroceso de su economía del orden del 1,7% en 2014 y de 1,5 por ciento en 2015.

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