Trump ordenó acelerar deportaciones

Los inmigrantes sin papeles que cometan infracciones leves, como cruzar un semáforo en rojo, podrán ser expulsados. Además, 15.000 nuevos agentes aduaneros serán más estrictos en aeropuertos y fronteras, en especial con México.

Tras fracasar en su intento por vetar la entrada al país a miles de musulmanes por decreto, el gobierno de Estados Unidos estableció ayer nuevas directrices para acelerar, potenciar y ampliar las causales de deportación de inmigrantes indocumentados, y decidió aumentar en 15.000 agentes la dotación de personal de los organismos de control aduanero y de fronteras.

Estas nuevas directivas no afectarían de ninguna manera el programa decretado por el gobierno anterior de Barack Obama para proteger a más de 750.000 jóvenes inmigrantes que llegaron al país con sus padres cuando eran niños y desde entonces fueron escolarizados en EEUU.

La prensa los bautizó dreamers (soñadores) y el propio Donald Trump reconoció recientemente que es uno de los temas migratorios más sensibles para él.

Pese a la declaración del nuevo mandatario, el viernes pasado oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) detuvieron en Seattle a un joven dreamer de 23 años que estaba empleado al amparo del marco del decreto firmado por Obama y que no tenía ningún antecedente criminal.

El caso está ahora en la Justicia.

El presidente Trump había anunciado en su conferencia de prensa de la semana pasada que en estos días presentaría un nuevo decreto inmigratorio, luego que una Corte de Apelaciones federal suspendiera el que firmó a fines de enero último para vetar el ingreso al país de refugiados y ciudadanos de 7 países de mayoría musulmana.

Lo que el gobierno presentó ayer no es un decreto, sino memorándums del Departamento de Seguridad Nacional que cambian la reglamentación de la Ley de Inmigración, no la ley en si misma.

En EEUU se estima que viven ilegalmente alrededor de 12 millones de extranjeros. A poco de asumir, Trump prometió que daría la orden de deportar de inmediato a entre 2 y 3 millones de inmigrantes sin documentos, la cifra que él estimaba -sin presentar ninguna evidencia para justificarlo- eran criminales peligrosos.

Sin embargo, las nuevas directivas de su gobierno establecen que los oficiales del ICE deben detener y deportar de inmediato a todos los inmigrantes sin documentos que fueron condenados por algún crimen o que son sospechosos de haberlo cometido.

Bajo la administración de Obama, la orden era concentrarse en aquellos inmigrantes sin documentos que fueron condenados por un crimen importante, por amenazas a la seguridad nacional o que hubiesen cruzado ilegalmente la frontera recientemente.

Ahora, según la nueva directiva de Trump, podrán ser detenidos y deportados aquellos que fueron condenados por hurto o por ofensas de tránsito, como cruzar un semáforo en rojo o estacionar en un lugar prohibido.

Las nuevas directivas también adelantan que los oficiales del ICE podrán deportar a México a cualquier inmigrante que sea detenido tras cruzar ilegalmente la frontera sur, aun cuando no sean ciudadanos mexicanos.

Además, las directivas presentadas ayer ordenan la contratación de 15.000 agentes nuevos para controlar las aduanas y las fronteras, especialmente el límite sur con México, ya que como el propio Trump afirmó hace unos días durante la visita oficial del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, los cruces con el territorio del norte no preocupan a la Casa Blanca.

De los 15.000 agentes nuevos, el ICE recibirá 10.000 para ampliar las detenciones y deportaciones, y la Oficina de Aduanas y Fronteras los 5.000 restantes.

Las amenazas a judíos son "horribles" y "dolorosas"

El presidente Trump condenó ayer las recientes amenazas contra centros comunitarios judíos, tachándolos de “horribles” y “dolorosas”, y dijo que se debe de hacer más “para erradicar el odio y el prejuicio y la maldad”. Trump hizo los comentarios después de visitar el recién inaugurado Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidense.

“Esta visita fue un significativo recordatorio de por qué tenemos que combatir el fanatismo, la intolerancia y el odio en todas sus horribles formas”, dijo el presidente.

El lunes, 11 centros comunitarios judíos en todo el país recibieron amenazas de bombas por teléfono. Al igual que otras tres olas de amenazas por teléfono, que ocurrieron en enero, las amenazas del lunes fueron tomaduras de pelo. Todos los centros afectados han vuelto a funcionar normalmente.

“Las amenazas antisemitas contra nuestros centros comunitarios y la comunidad judía son horribles y son dolorosos y un recordatorio muy triste del trabajo que todavía queda por hacer para erradicar el odio y el prejuicio y la maldad”, dijo Trump. AP

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