Top five del mal padre: estas son las peores cosas que le podés hacer a tu hijo

Son errores clásicos que se repiten de generación a generación y que lastiman a un niño. Desde la sobreprotección a la sobrexigencia.

El padre perfecto no existe, lo aclaran varias organizaciones. Una es la Asociación Americana de Pediatras donde se informa: "Muchas personas creen en el mito de los padres perfectos, la madre y el padre ideal que crían hijos felices, bien adaptados y sin problemas. En realidad, no existe un padre perfecto o un hijo perfecto".

Sin embargo en el camino se puede mejorar y evitar esas actitudes o formas de tratar a los niños que realmente pueden perjudicarlo. Este es el listado de las cinco cosas que no deberías hacer:

1. Sobreprotegerlo: Es un error clásico. Muchos padres intentan que a sus hijos no les pase nada malo y a veces exageran. Las situaciones difíciles que los niños puedan manejar los ayudan a crecer. Al protegerlos en exceso se estimula la sensación de fracaso, la decepción, la angustia y el miedo. La peor consecuencia de todas, el niño crece pensando que él no puede resolver sus conflictos. 

2. Los niños primero: Otro de los mitos es creer que los niños deben estar en primer lugar. Inclusive adelante de la pareja. Es un error común y perjudica a toda la familia ya que genera problemas entre los padres.

"Los padres que "viven para sus hijos" se ponen a sí mismos en una posición muy vulnerable que los predisponen a una posible decepción, frustración y resentimiento. Además, están siendo injustos con su familia. Los padres no deben esperar que todas sus metas personales estén enfocadas en sus hijos o en su funciones paternas.

Los padres necesitan otras actividades para tener una buena  imagen de sí mismos y otras fuentes de amor y cariño. Ellos necesitan tiempo para ser adultos y tiempo para sí  mismos y un descanso de los niños y de las responsabilidades de la crianza", dice la Asociación Americana de Pediatras.

3. Mucho es mejor: hoy los niños van a un deporte, a escuela con doble turno, a un idioma y algunos incluso a arte o música. Tantas actividades tienen en su agenda que corren más que sus padres quienes trabajan y se encargan de los quehaceres de los adultos. Conclusión: no tienen tiempo de ser niños. Un niño sobrestimulado no puede desarrollar ni sus aspectos personales ni los emocionales. 

4. Darles demasiados objetos y pocos valores: Los papás caen en otra trampa con este punto. Trabajan mucho para que sus hijos tengan todo. Ese "todo" se basa en objetos. Así los pequeños se encuentran llenos de cosas y carentes de valores como la confianza, la humildad, la solidaridad. Aspectos que serán pilares de su salud emocional y espiritual. 

5. Esperar que ellos cumplan tus sueños: Cada hijo es un mundo lleno de talentos e intereses. No una prolongación de los padres. Intentar volcar en los menores las frustraciones personales para que ellos las cumplan es un error común y cruel ya que los obliga a dejar de lado sus propios sueños para cumplir aquellos que sus padres no lograron resolver.

Lo mejor para evitar estos errores es detectarlos. Y si no se pueden resolver, buscar ayuda profesional.

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