Sudamericana: Defensa y Gimnasia no pudieron festejar

Defensa y Justicia, en su debut absoluto en competencias internacionales, cumplió una aceptable tarea y empató anoche sin goles con San Pablo, en el partido de ida de la primera fase de la Copa Sudamericana de fútbol.

El partido se llevó adelante en el estadio de Lanús (fue local Defensa y Justicia con un gran acompañamiento de su gente) y contó con el arbitraje del venezolano Jesús Valenzuela, que a los 29 minutos del complemento expulsó a Julio Buffarini.

Defensa salió a la cancha sin complejos y, a pesar de su supuesta inferioridad -una teoría sostenida sobre todo en historia o antecedentes-, no sólo le impidió al rival el desarrollo de su juego sino que, por varios pasajes, fue mejor.

Con el anticipo en el mediocampo y la presión en la salida como mejores armas, el equipo de Florencio Varela se fue haciendo fuerte en un partido dinámico y entretenido, teniendo la pelota, aunque padeció el mal que también lo aqueja en el torneo local: la falta de profundidad y contundencia. De a poco Defensa fue arrinconando a San Pablo contra su área hasta sacarle, inclusive, la herramienta del contragolpe.

Pero le siguió sucediendo lo mismo: su poco gol. A lo que le sumó el error del método elegido para terminar las jugadas: los centros, siempre bien resueltos por la defensa paulista. La revancha se desarrollará el jueves 11 de mayo en San Pablo. 

Gimnasia también en cero

Diez años, una barrera que Gimnasia y Esgrima no logró romper. Ese es el tiempo que pasó desde la última victoria en un torneo internacional. Fue en Colombia, frente a Deportivo Pasto, y por la Libertadores 2007.

Las estadísticas no le sonríen al Lobo en los torneos que organiza la Conmebol, y por esa razón el empate 0-0 frente a Ponte Preta, en Campiñas, le dibujó una mueca de satisfacción al plantel, que definirá la serie el 9 de mayo, en el Bosque.

Un planteo que se ajusta a la realidad exhibió Alfaro. La receta que le ofrece un presente auspicioso en el campeonato argentino, donde acumula un invicto de seis encuentros, con cinco triunfos en cadena, enseñó Gimnasia en el estadio Moisés Lucarelli.

El esquema 4-4-2 lució compacto, porque aunque el dominio de la pelota fue casi una exclusividad que le correspondió a Ponte Preta, el arquero Arias fue exigido solamente con remates de media distancia.