Son artistas y son Taimados

Lucía Coria, Bernardo Rodríguez, Germán Álvarez y Sergio Maure se presentan con Cultura. Acaban de formar un colectivo artístico que verá la luz oficialmente en la muestra “Taimados”, que inaugura el viernes que viene en el Le Parc.

Se paran en la vereda de enfrente y miran desde ese lado de la calle al arte impoluto y dogmático, ese arte que - bajo la excusa de ser contemporáneo - se ha pasado de posmoderno: conceptualosos, cool, elitistas... Ellos no están “ni ahí”: son unos taimados.

En el atelier de Lucía Coria, entre bastidores, ovillos de lana, acrílicos, plumas e hilos, se presentan a Cultura estos Taimados Visuales.

Así salen a la luz Lucía, Sergio Maure, Germán Álvarez y Bernardo Rodríguez, ahora protagonistas de una verdadera aventura artística.

Es que entre ellos  fluye no solo esa buena onda que se asienta con los años (se vieron en muchas muestras, compartieron aula siendo estudiantes), sino que ahora coinciden en una plataforma que guiña a sus poéticas individuales. Quieren, con la complicidad de la amistad y en medio de una coyuntura difícil para los suyos, hacer carne esa frase tan usada: “La unión hace la fuerza”.

El viernes que viene (y hasta el 30 de abril) presentarán bajo el nombre “Taimados” una selección de sus últimas creaciones. Será en el Espacio Cultural Julio Le Parc, que es el lugar que propuso la Secretaría de Cultura luego de que ardiera la cúpula del ECA. La muestra iba a ser montada, en un principio, en ese espacio, aunque los hechos, entre turbulencias, fueron en otra dirección.

-¿Por qué son Taimados?

-Sergio: Fue un juego de palabras, porque nos consideramos testarudos, cabezas duras, bellacos. Todo lo contrario a ser artista cool, refinado y elitista.

-Germán: ¿Qué explicación le das a "Rolling Stones" o a "Soda Stereo"? A primera visto, eso es algo que representa, un nombre que quizás surgió de la nada y no tiene mucha connotación, como una especie de marca. Más allá de que, si le buscamos la vuelta, la palabra "taimados" nos representa, a mí personalmente me gustó mucho más la fonética de la palabra.

-Bernardo: Tenemos una argentinidad innata también. El tango, la nostalgia tanguera nos trasciende. Cuando surgió este nombre nos pareció que era una palabra que podía representarnos, porque es muy nuestra.

Identidades

-¿Y se refleja en sus obras esta identidad?

-Lucía: Concretamente por el tango, en mi caso no. La base de mi poética es la soledad. En ese sentido, sí hay algo de tango. Tiene la melancolía de pensar que llegamos solo a este mundo y transitamos solos. La utopía de la compañía, pero una compañía que nunca te completa totalmente. Nadie te puede acompañar del todo, ni los hijos ni los padres. Transitar solos, pero desde un lugar amable, no tortuoso.

-Sergio: Lo taimado que se puede encontrar en lo que hago es alguna imagen que haga referencia a las torres, a los altares populares de las rutas y a la artesanía; a lo popular, digamos. Pero yo me inclino por la abstracción, que va más hacia lo lúdico.

-Germán: Mi caso es parecido al de Lucía. Concibo mi trabajo muy de manera individual, y soy también bastante nostálgico. No sé si lo represento, pero tiene que ver con esa soledad, ese camino, esa búsqueda que atravesamos todos. A veces con más tino o menos tino, teniendo más o menos en claro las cosas, a veces disfrutando las cosas o no, pero cuando elegimos esta palabra, la fonética nos atrapó.

Es que, para mí, representa mucho más. No nos encontramos de casualidad tampoco...

-¿La idea de formarse como colectivo estaba ya antes del incendio?

-Sergio: Sí, totalmente.

-Germán: Lo que produjo ese hecho fue darnos más fuerzas y afianzarnos en el proyecto.

-Ser un colectivo implica otra forma de trabajar...

-Germán: En realidad, yo toda la vida he trabajado solo, y nunca creí mucho en los grupos. Pero hoy en día tengo que revisar todo lo que pensaba, porque se dan muchos aportes, en todo sentido. Estoy contento.

-Lucía: Trabajar en un grupo es como un romance. Uno elige estar con ciertas personas y la vas llevando, van pasando cosas en el medio, solucionándose problemas, y ahí ves si funciona o no. No es decir "armamos un grupo y hacemos una exposición". Tienen que pasar cosas en el intervalo, y a nosotros nos han pasado muchas para llegar a esta muestra.

Y hemos funcionado como seres humanos en conjunto. Sí podemos decir que somos un grupo. La inauguración va a ser el festejo, la celebración de todo lo trabajado y de todas las cosas por la que tuvimos que pasar estos meses.

Cuadrilátero en la mira

Esculturas en maderas, torres y tótems son algunas de las piezas que Sergio Maure expondrá. Los materiales van desde la elemental madera hasta el hierro soldado y la cerámica: “Me inclino por lo abstracto y busco una música en los ritmos”, esboza.

Por su parte, Lucía Coria presentará una serie de mujeres en estado de levitación:  “Están levitando de amor, pero desde un lugar de desapego hacia el objeto o el ser amado. Mujeres llenas de amor que están disfrutando de ese sentimiento puro. En todos momentos de la vida, en todos los lugares, pero sobre todo desde el lugar de ser mujer”, explica.

Ella piensa que “el mejor lugar desde donde uno ve las cosas es desde el amor, y con los pies despegados del piso”, y refleja este estado de gracia en la pintura, aunque sumará también cuatro trabajos textiles; en ellos dibuja con la máquina de coser, agregando después apliques.

A Germán Álvarez, sin embargo, no le gusta hablar mucho de “series”, puesto que la producción de un artista corresponde a una sola continuidad, que es la vida. En sus trabajos representa “metáforas de la vida, de nuestro pasado, de nuestro devenir”.

Enmarca al género humano en  situaciones intempestivas, cotidianas: “La idea es presentar este personaje en un ambiente natural y entender eso como un momento específico de la vida: llegando a un precipicio, a un río, obstáculos, descansos, cosas para disfrutar, cosas que nos pueden resultar difíciles...”.

También se expondrán frisos abstractos de Bernardo Rodríguez: micromundos, explosiones de color. La serie se llama “Miedo a la oscuridad”. Aquí plasma su obsesión por trabajar la luz y los colores desde una técnica cercana al puntillismo, siempre atento a la impresión de dimensionalidad que produce la tela arpillera.

Todos los fuegos, el fuego

El 18 de enero se incendió la cúpula del Espacio Contemporáneo de Arte, algo que conmovió a todos los mendocinos y que, especialmente, alertó a la comunidad de artistas. Los Taimados, que ya tenían fecha de exposición, mantuvieron reuniones con la Secretaría de Cultura para reubicar la muestra.

Los cuatro coincidieron en un punto: por su situación, estaban en condiciones dialogar con los funcionarios responsables y ver qué respuestas podían darles. Así se diferenciaron de aquellos que optaron por protestar públicamente.

Vieron bien la posibilidad de exponer en el Le Parc, que -como sabemos- no es un lugar pensado para muestras de estas características. Es por eso que, según dijeron los entrevistados, se está adaptando el espacio y agregando la iluminación necesaria. Además, se les pagarán honorarios, el traslado de las obras y el correspondiente seguro.

Quizás el desamparo en que se encuentran los artistas mendocinos, sumado ahora a la desgracia que supone el daño y la inhabilitación de un edificio centenario, haya abierto una grieta para avanzar en el reconocimiento de todos ellos. En definitiva, puede que las condiciones en las que se realiza esta muestra marquen un piso, una base de la que no se pueda volver a descender.

La ficha

Taimados Visuales presentan su muestra colectiva
Exponen
Lucía Coria, Bernardo Rodríguez, Germán Álvarez y Sergio Maure. 
Inaugura: Viernes que viene (31 de marzo), a las 20.
Lugar: Espacio Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén). 
Entrada libre y gratuita. 
Hasta el 30 de abril.

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