Sólo el 45% de las bodegas elaboran la vendimia 2015

Apenas 414 de 918 habilitadas por el INV iniciaron la cosecha. Por qué hay más uva en menos manos.

Sólo el 45% de las bodegas elaboran la vendimia 2015
Sólo el 45% de las bodegas elaboran la vendimia 2015

Demasiado pocas para tanta uva. Sólo unas 414 bodegas comenzaron a elaborar durante la cosecha 2015, lo que comparativamente es una cifra 55% inferior a las 918 registradas por el Instituto Nacional de Vitivinicultura para la vendimia 2014.

Y más lejana aún de casi 950 que habían arrancado la campaña 2013, lo cual deja en evidencia que la crisis de la industria viene de arrastre pero se hace sentir más que nunca este año.

“Son bastante menos de las que esperábamos”, admitió el propio presidente del Instituto, Guillermo García, luego de los primeros controles de ingreso de uva blanca para base de espumantes, en un ciclo en el que debuta la “tarjeta del viñatero” para darle más transparencia a las transacciones.

Al cabo de la semana que cerró el 22 de febrero, los establecimientos activos ya procesaron un 10% de los 26 millones de quintales de uva pronosticados por el organismo. Pero muchos otros se mantienen al margen.

Desde junio de 2014 a febrero de 2015 quedaron inhabilitadas 52 bodegas y viñedos de todo tipo y dimensiones, en muchos casos bajas definitivas y en otros provisorias, por razones administrativas, infracciones y recorte obligado de costos como en la renovación de las certificaciones de calidad.

Entre otros, en la lista figuran varios reconocidos como Integra (del grupo Tupungato, a la que pertenece Altus, de José Luis Manzano), pero también pymes que se rindieron tras luchar para mantenerse a flote.

Luego de décadas dedicado a la actividad en Luján con sus 6 hectáreas de viñedo, Roberto Sclavi da fe de ello. Evita explayarse sobre su decisión de cambiar de actividad porque, dice, “fue muy difícil”. “Me dolió tomarla pero ya no me compraban la uva chenin. Por eso arranqué todo y puse papa y otras hortalizas, que ahora vendo a porcentaje”, confiesa el ex viticultor.

El mercado toma nota de un nuevo mapa en pleno diseño, que anticipa una concentración incipiente de la vitivinicultura. Hay señales: al menos una decena de bodegas en el Gran Mendoza se pusieron en venta en los últimos meses. Las que se dedican a otro segmento del negocio, los vinos de alta gama, resisten pero no disimulan su preocupación.

Para Marcelo Peleritti, gerente de producción de bodega Monteviejo, “con la incorporación de un viñedo vamos a producir un poco más. Este es un negocio en el que si no invertís tendrías que tener todo cerrado”.

Se sabe que los vinos de guarda dan más aire financieramente, pero no por mucho tiempo. “Como se elaboran con un costo diferente se convierten en un amortiguador.

Pero si esto sigue así (inflación y tipo de cambio), en un par de años tendremos problemas serios”, reconoce Pablo Richardi, director de Flecha de los Andes, que aunque aparece inhabilitada por el INV al 15 de febrero, proyecta elaborar 10% más.

Más uva, menos bodegas
Hay exigencias incorporadas, como las BPA (Buenas Prácticas Agrícolas) y BPM (Manufacturas) que en la coyuntura que atraviesa la industria son variable de ajuste.

Según Daniel Siragusa, responsable de Planificación del INV, las firmas “no necesitan justificar por qué dejan de elaborar. Al principio se hizo un seguimiento de un grupo de bodegas que no pudo avanzar con las BPA, porque renovar anualmente la certificación de calidad tiene un costo difícil solventar”.

El factor financiero no es el único motivo de la marginación, aunque incide en la falta de cumplimiento de obligaciones como el pago de aportes previsionales y la alícuota correspondiente a Coviar, en ambos casos monitoreados por el INV. También pesa el historial de infracciones en la “fiscalización diferenciada” o semáforo (el canal rojo implica trabas para operar).

“Los establecimientos que no están son los que no comunicaron el inicio pero puede que lo hagan, teniendo en cuenta que falta aún cosechar criolla y cereza.

Se entiende que algunas bodegas están expectantes frente a qué puede pasar en el mercado para saber si este año elaboran o no, algo que tiene que ver con el contexto económico nacional e internacional. Pero cuando hay crisis se nota”, puntualiza Claudia Quini, gerente de Fiscalización del organismo y actual presidente de la OIV (Organización Internacional del Vino).

Aunque reconoce una concentración gradual, la expectativa de Quini es que se sumen al menos otras 200 con el correr de la vendimia gruesa. “Las inhabilitaciones transitorias hacen que haya un listado muy dinámico. El tema es que la uva está y está cosechándose. Probablemente se concentre en los establecimientos habilitados y el resto opte por comprar el volumen necesario”, resume la profesional.

El próximo pronóstico

El lunes 2 de marzo el INV dará a conocer el último ajuste de su estimación de cosecha. Seguramente, los números reflejarán el efecto de las lluvias de febrero y las últimas granizadas en zona Este sobre el primer pronóstico, según el cual hay por recolectar más de 26 millones de quintales de uva.

“Lo importante es que las tormentas no han tenido incidencia significativa, salvo en Santa Rosa. En cuanto a lo cualitativo, lo que ya está entrando tiene buena sanidad.  Es la tercera vendimia con una calidad óptima”, adelanta Claudia Quini.

El movimiento de materia prima 2015, en tanto, sirve para estrenar la Tarjeta del Viñatero, el nuevo DNI de los viñedos y la uva. Se han emitido más del 52% de los 25 mil plásticos, soporte digital para registrar los CIU (Comprobante de Ingreso de Uva). “Es el único medio válido para asentar datos del viñedo y variedad”, advierte Siragusa.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA