Sebastián Torrico: “Tengo el Whatsapp de Francisco”

En abril de 2013 se sumaba al Ciclón con un contrato por dos meses. Hoy, poco más de un año después, se metió en la historia grande del club y en el corazón de los hinchas. De película.

Sebastián Torrico: “Tengo el Whatsapp de Francisco”
Sebastián Torrico: “Tengo el Whatsapp de Francisco”

Esa historia que tantas veces había coqueteado, pero que siempre le cerraba la puerta sin contemplaciones ni piedad, se abrió por Boedo.

Entonces, es tiempo de sacar a luz esas semblanzas del corazón. Como la de Sebastián Torrico, quien aún en estado de emoción a flor de piel hace brotar los sentimientos más profundos de su sencillez de barrio, de aquel pibe que persiguió los sueños de cualquier hijo de vecino, aunque hasta el punto de hacerlos añicos y superarlos en su fábula.

-Desde que llegaste al Ciclón, ¿cuántas veces habías soñado con este momento de gloria?

-Uuuff!!! Varias veces. Pasa que por ahí todavía no caemos. No nos hemos dado cuenta de que hemos ganado la Copa Libertadores.

-¿Cómo se vive el día post obtención de la Libertadores?

-Tranquilo, en casa y en familia. Con mi señora, mis hijos, mis viejos y unos amigos.

-¿Pudiste dormir anoche?

-Poco, je. Estaba un poco pasado de revoluciones. Recibí muchos mensajes y llamados y me tomé el trabajo de responderles a todos porque son los que siempre están. Estoy muy feliz por eso también.

-¿Cómo se festejó el título?

-Fuimos a cenar a un lugar con los dirigentes, el plantel y las familias. Fue algo muy tranquilo, íntimo y que se disfrutó mucho. La pasamos muy bien. Estuvieron mi señora (Belén), mis hijos (Juliana y Juanse), que después que terminó el partido se pudieron meter a la cancha, y mis viejos (Oscar y María del Carmen).

-¿Juliana y Juanse son hinchas de San Lorenzo?

-Me parece que sí. Juliana no sé, pero desde que llegó Juanse San Lorenzo ganó el torneo y la Copa. Se puede decir que vino con una panadería bajo el brazo, je.

-Cuando el brasileño Ricci pitó el final del juego, y ya eran campeones, ¿qué imágenes se te vinieron a la cabeza?

-Fueron muchos recuerdos. Básicamente pensé en todo el trabajo que hice, el camino que recorrí para llegar a esto. Mi familia estaba ahí, me acordé de mis hermanos, de los amigos que siempre estuvieron en los momentos que más los necesitaba, cuando había que ir a entrenar, a ‘patear’ o a hacer algo para mejorar. Eso fue lo primero que se me vino a la cabeza.

-Si en abril del año pasado, cuando te sumaste a San Lorenzo, alguien te adelantaba que ibas a vivir todo esto, ¿qué le decías?

-Que no me mintiera (risas), que ni en los sueños se podía imaginar algo tan perfecto. La verdad que pasaron muchas cosas lindas en tan poco tiempo. Es de no creer.

-Pensar que primero firmaste por dos meses y un año después no sólo te convertiste en ídolo de la gente, sino que Lammens dijo que te quiere hacer un contrato de por vida.

-Sí, así es el fútbol, ¿no? Se abre una puerta y hay que aprovecharla. Yo estaba convencido de que necesitaba una oportunidad por el trabajo que venía haciendo y nunca bajé los brazos y, gracias a Dios, se dio la oportunidad en un club tan importante como San Lorenzo. Por suerte se hizo un gran sacrificio y se logró el objetivo que nos habíamos propuesto. 

-Además, cuando llegaste el equipo venía de salvarse del descenso después de jugar la promoción con Instituto.

-Sí, cuando llegué se hablaba de alejarse definitivamente del descenso, lo cuál era una presión importante. Pero de un torneo a otro se empezó a cambiar, el club se acomodó y ahora se nota que es una institución que está en pleno crecimiento, que todo está marchando bien. Ojalá ese crecimiento se siga acompañando con éxitos deportivos.

-Más que nunca, aquélla atajada a Allione en el final del partido con Vélez toma mayor dimensión. ¿Lo sentís así?

-Y sí, fue importante porque nos abrió la puerta para jugar la Copa Libertadores. Por suerte todo se fue encaminando de la mejor manera y estoy muy contento de poder vivir todo esto.

-¿La ansiedad y los nervios los traicionaron al principio del partido contra Nacional?

-Sí, en el primer tiempo jugamos mal. Entramos muy nerviosos y ansiosos y en el mejor momento de ellos llegó el penal. Después, el segundo tiempo fue más parejo.

-Con la efectividad que tiene Ortigoza desde los doce pasos, era imposible no tenerle fe, ¿no?

-Sí, le tenía mucha confianza a ‘Orti’. Practicó mucho en la semana y es un jugador con mucha personalidad a la hora de absorber la presión en los momentos clave. Agarró la pelota y pateó el penal como si estuviera jugando en el barrio.

-¿Cuánto tiene que ver el Patón Bauza en esta conquista?

-Nos transmitió mucha tranquilidad y es el cimiento de todo este logro. Es un entrenador que sabe mucho de fútbol, trabaja muy bien y ha sido muy importante a la hora de transmitirnos su sabiduría en este tipo de competencia. No por nada ya había ganado la Copa con la Liga de Quito.

-¿Qué fue lo que más te impactó de la noche de gloria?

-La emoción de la gente, ver familias enteras, hombres grandes, mujeres y niños llorando... fue algo increíble. San Lorenzo necesitaba una alegría así. La Copa se había transformado en una obsesión porque varias generaciones de hinchas habían soñado con ganarla y no se había conseguido.

-¿Sabías que en Mendoza los hinchas del Ciclón se juntaron en el kilómetro 0 para festejar?

-No, no sabía, pero no me extraña siempre la gente de Mendoza me brindó su apoyo. No sólo los hinchas de San Lorenzo, sino de los otros equipos, siempre me tratan bien y están pendientes de lo que hago. También los chicos de la Fundación Amigos por el Deporte y la gente de mi barrio, el Supe de Carrodilla.

-¿Sos consciente de que te metiste de lleno en la historia dorada de uno de los equipos más grandes de Argentina?

-Sí, se nota que logramos eso. La gente nos remarcaba siempre que si conseguíamos la Copa íbamos a quedar en la historia del club, que nunca se había logrado y que era lo que faltaba. Quizá uno no se da cuenta de lo que logró porque vive el día a día. Pero está claro que es algo que soñé desde chico. Jugar en Primera y quedar en la historia y en la memoria de la gente, es algo maravilloso.

-A fin de año, en Marruecos, pueden convertirse en el primer club argentino en ganar el Mundial de Clubes. ¿Es el próximo objetivo?

-Es muy reciente, pero sabemos lo que puede ser eso. Jugar el Mundial de Clubes será algo espectacular. Ojalá que podamos seguir haciendo historia. Sabemos que primero tenemos que ganar dos partidos y ahí quizá podremos enfrentarnos nada menos que con el Real Madrid.

-¿Ahora soñás con atajarle un penal a Cristiano Ronaldo o un remate a Gareth Bale?

-Y, está complicado (risas). Son jugadores de una tremenda calidad y jerarquía.

-¿Los vas a empezar a estudiar desde ahora?

-Nooo -se ríe-. Primero vamos a tratar de ganar el torneo local y después están los entrenadores de arquero y los ayudantes para advertirnos de todo eso.

-¿Qué les dijo Tinelli?

-Estaba muy emocionado. Dijo que era un momento que esperaba hacía mucho, que no sabía si iba a poder vivir ese momento con sus hijos y que era uno de los días más felices de su vida porque había podido compartir con sus hijos el sueño de ser campeones de América.

-¿Tenés pensado ir nuevamente al Vaticano a llevarle la Copa al Papa Francisco?

-Hay posibilidades de que se repita el viaje la semana que viene o después que termine el torneo. Si viajan la semana que viene yo no voy a ir porque tenemos que jugar por el torneo local.

-¿Tuvieron comunicación con el sumo pontífice después del partido?

-No, la verdad que no.

-Si Bianchi tenía el celular de Dios, ¿vos qué tenés del Papa?

-Tengo el Whatsapp de Francisco (risas).

-¿Tenés pensado organizar otro partido solidario con tu Fundación en Mendoza?

-Vamos a ver, ahora tenemos más tiempo para organizarlo y ya nos vamos a juntar con la gente de la Fundación para ver qué se puede hacer.

-¿Hasta cuándo tenés contrato con San Lorenzo?

-Tengo hasta junio del 2016, hace poco renovamos por un año más.

-¿Y hasta que edad tenés planeado jugar?

-Siempre me cuidé, entrené bien y sigo haciéndolo para tratar de estirar la carrera lo más que se pueda, siempre y cuando sea en un buen nivel. Por ahí yo le apunto a los 42 años, pero hay que ver cómo está uno física y psicológicamente.

Sigo entrenando todos los días a full, en doble turno y creo que cuando deje de hacerlo va a ser porque no tengo más ganas de jugar. Gracias a Dios hasta ahora me ha dado resultados, je.

-¿Qué cambió de aquel pibe que debutó con 18 años en la Primera de Talleres por la Liga, a este arquero consolidado y campeón de América?

-Que estoy más viejo nomás, je. En realidad, básicamente cambió la experiencia, porque las ganas siguen siendo las mismas.

Emanuel Torrico (Jugador de fútbol y hermano de Sebastián): "Es un premio justo al esfuerzo que hizo durante toda su carrera"

“Que mi hermano haya logrado tamaña conquista resultó una alegría enorme. Y si bien no pude estar el miércoles en la cancha, seguí todos los partidos de San Lorenzo en la Copa por televisión junto a mi familia, mi señora y mi pequeño hijo Cristóbal de 2 años.

La verdad que viví la final muy nervioso y no veía la hora de que terminara. Por suerte se dio y me puse contento por toda la familia, porque somos muy futboleros y lo tomamos con mucha seriedad y compromiso.

Todo el tiempo me preguntan por él. Al principio, me volvían loco. Pero ahora es algo que ya tomo con naturalidad. No tengo dudas de que es un premio enorme al sacrificio que tuvo durante toda su carrera. Es el nítido ejemplo de que a las buenas personas, con trabajo y dedicación, el éxito les llega. Al final de cuentas, todo número suma a la ecuación”.

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