Se robaron carteles turísticos de la reserva de Villavicencio

Los habían construido alumnos de una escuela de Maipú especializada en el trabajo en madera. Informaban sobre servicios y prohibiciones en el lugar. Prometen reponerlos.

Se robaron carteles turísticos de la reserva de Villavicencio
Se robaron carteles turísticos de la reserva de Villavicencio

Es triste y lamentable. Pero por suerte tiene remedio. La madrugada del martes 9 en la reserva de Villavicencio, en el corazón de la montaña lasherina, no fue una más, ya que los administradores detectaron con indignación que cinco carteles informativos -de gran porte- fueron sustraídos, presuntamente, de manera premeditada.

En el contexto del cumpleaños número 14 de la reserva ecológica, la noticia caló hondo en quienes participaron del proyecto de construcción de los carteles. Es que entre 2010 -cuando se colocó el primer cartel- y 2012 -cuando se hizo lo propio con el último-, alumnos de la escuela 4-039 Cruz de Piedra, de Maipú, en conjunto con la Fundación Danone -firma propietaria de la planta de agua mineral y que administra la reserva también-construyeron los 60 carteles de 2 metros de largo por 1,80 de ancho.

“Fue enorme el esfuerzo, la dedicación y el entusiasmo de los chicos para realizar esta tarea”, dijeron ayer desde la empresa. Los avisadores sustraídos hacen referencia a prohibiciones vigentes en el lugar, como la imposibilidad de hacer fuego, cazar, circular con four track o cortar flora nativa.

Silvina Guidici, vocera de la reserva de Villavicencio, comentó que el robo fue perpetrado la noche del martes 9 entre las 2 y las 6 de la mañana y que la denuncia quedó hecha en la policía, aunque poco pueda hacerse ahora respecto del robo.

“En vez de usar directamente el dinero para comprar cartelería, apostamos por un proyecto de sustentabilidad. Así, los chicos de la escuela aprendieron a hacer los carteles con herramientas y material que les donamos. Esto les permitió a los alumnos ir al lugar, hacer presupuestos, entre otras cosas”, indicó Guidici, agregando que fue una capacitación en el terreno de cara a su futuro.

Desde la reserva descartaron que estas maderas, de muy buena calidad, hayan sido usadas para los habituales asados que, pese a la prohibición, se hacen en la zona, fuera de las miradas de los guardaparques.

“La calidad de la madera es muy buena y descartamos que se haya utilizado para un asado ya que, en general, la gente utiliza jarilla o arbustos cercanos a la ruta. Yo creo que la han utilizado para algo más”, dijo Giudici.

Serán repuestos en el lugar

Desde la empresa aseguraron que la desilusión es tan grande que se replantearon el volver a hacer los carteles con los mismos materiales.

“Hemos pensado en construir algo anti vandálico. Salir de algo hermoso, que se disfruta y que hace al entorno, por algo metálico”, advirtió la vocera de la reserva.

De todas formas, aclaró que esta primera iniciativa fue pensada en el contexto del enojo que el hecho produjo y que lo más probable que suceda es que vuelvan a trabajar en conjunto con la escuela maipucina, ya que la anterior experiencia fue positiva.

Cabe destacar que los carteles fueron colocados, en su momento, en lugares estratégicos, algunos de difícil acceso y sobre todo sobre un suelo rocoso. Además, los postes en donde fueron levantados los avisadores son de cañería reciclada. “En dos horas se destruyó el trabajo que a nosotros nos demandó dos años. Quedamos desprotegidos frente a aquel que usa como excusa el hecho de que no hay señalética para hacer lo que quiere”, se lamentó Guidici.

Finalmente, en un comunicado oficial, la empresa Danone, con sede en Buenos Aires, expresó: “Detrás de cada cartel hay una historia y un propósito, cuidar un lugar, comunicar, enseñar. Detrás de cada cartel hubo un trabajo, una idea, una ilusión, una sociedad más justa, más comprometida con nuestro ambiente”.

"Se trataba de material de muy buena calidad"

La escuela 4-039 Cruz de Piedra está ubicada en el distrito que lleva el mismo nombre, en Maipú. Es una de las pocas instituciones educativas del país que tiene capacitación específica en industrialización y comercialización de la madera.

Enterados de la noticia, también se sumaron a la tristeza y lamentaron que hayan desaparecido los carteles. “Analía Herrera era la directora de aquel momento -informó Susana Albornoz, la actual referente de la institución-. De todas formas sé que se trataba de material de muy buena calidad”, reconoció.

Por otra parte, agregó que la escuela está dispuesta a reponer los carteles. “En aquel entonces se hizo todo el trabajo en nuestros talleres, luego la empresa realizó el traslado. Lo que se hizo es una tarea de manejo manual muy específica, lo cual nos dio una posibilidad de trabajo muy importante”, aseguró.

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