Se establecerá un nuevo sistema de asistencia y control de ausentismo

Si hay algo que el nuevo gobierno ha dejado claro es que viene con intenciones de ordenar y las políticas educativas que pretende implementar la gestión no escapan a esta premisa.

Ayer se dio por inaugurado el ciclo lectivo 2016 en el marco de una reunión con autoridades y supervisores en la que se presentaron los lineamientos con los que se aspira a trabajar en el ámbito educativo.

Disciplina, evaluación y asistencia son los tres pilares sobre los que se sostendrán las acciones, los cuales fueron abordados en el Centro de Congresos y Exposiciones con el sistema de talleres. Esto luego de la apertura que estuvo a cargo del gobernador Alfredo Cornejo. La actividad contó además con la presencia del director general de Escuelas, Jaime Correas y otros funcionarios.

Está claro que se busca revertir cierta laxitud que imperó los últimos años, por lo cual destacan la necesidad de que haya reglas claras, se respeten sanciones y se haga especial hincapié en minimizar el ausentismo tanto de alumnos como de docentes.

Incluir es otro de los objetivos, el cual requiere presencia en el aula. Sin embargo, esto no implica el “todo vale”, sino que las normas deberán respetarse.

Asimismo, las evaluaciones tendrán un rol protagónico como termómetro del proceso de aprendizaje y para conocer qué contenidos se debe fortalecer. Para ello, estará a disposición de quienes presenten dificultades todo un dispositivo de acompañamiento ya que la premisa es que no abandone la escuela ni un chico más siempre teniendo como prioridad que éste es un ámbito para aprender. “Ni uno menos” se plantea como el primer desafío del sistema educativo.

“Ojalá podamos revertir esta decadencia que hemos tenido en estos últimos años en materia educativa donde ha habido una gran inversión en educación, en eso no cabe duda, pero con resultados cada vez más magros en calidad”, dijo el gobernador en la apertura.

Normas de convivencia

Éste es quizá uno de los aspectos que más repercusiones ha tenido ya que se calificó la nueva postura del gobierno escolar como de “mano dura”. Sin embargo, esto es algo que niegan mientras explican que simplemente se trata de cumplir con la pauta de normas vigentes y que, ante la transgresión, la sanción se haga efectiva.

“Ahora va a haber sanciones que tienen que ver con perder la regularidad escolar, que van a tener que ver con rendir todas las materias, que el chico que falte 80 veces no va a tener el mismo tratamiento del que viene siempre. Al padre que no se ocupe lo vamos a judicializar, pero todo esto está, no es un problema de normas, no está quién las aplique”, dijo Correas en declaraciones a los medios.

Desde el gobierno escolar sostienen que “se verifica la ausencia de pautas para organizar espacios de aprendizaje”. Se observan escenarios confusos de aplicación de las normas, las cuales se flexibilizaron constantemente afectando el liderazgo de los directivos y desorientando a los alumnos.

Emma Cunietti, subsecretaria de Planeamiento y Evaluación de la Calidad Educativa, dijo a Los Andes: “Hay que recuperar el sentido de la norma porque protege el trabajo docente y de los alumnos. En una institución anómica no se puede aprender”.

De acuerdo a los parámetros propuestos ayer, las normas resultan fundamentales para orientar el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, las cuales deben aplicarse con firmeza, consistencia y coherencia. Por ello, subrayan que la puesta de límites es algo que también reclaman los alumnos y contribuye a la convivencia. En definitiva se trata de establecer reglas de juego claras.

Gustavo Iaies, especialista en Educación quien trabaja como asesor de esta nueva gestión, dijo: “La Argentina viene de 10 años en que las pautas se negociaban con los chicos (...) entonces se nos desordenó mucho la institución. Cuando el pibe entra al aula desordenada, hay tantas variables que tiene que atender, que el aprendizaje queda en un segundo plano. Por eso, el gran planteo de hoy es el ordenamiento, y que los docentes y los directivos recuperen poder”.

Señaló que incluso los mismos alumnos piden un mundo en que los adultos se ordenen y consideran que los buenos docentes son los que exigen. Consideró también que el planteo no es mano dura sino una escuela más ordenada y que esto no va a hacer desistir a los chicos de ir al colegio, al contrario.

Evaluación

Aunque parezca una obviedad la idea es lograr el aprendizaje real, para lo cual se considera una herramienta fundamental la evaluación. 
Por otra parte, la inclusión es uno de los objetivos elementales. Al respecto, aclaran que es una falacia considerar que ésta se contrapone a la calidad. Por el contrario, no puede darse una sin la otra.

La DGE elaboró algunos documentos que se analizaron en el marco de los talleres con la intención de arribar a acuerdos y pulir ideas con los participantes. Allí se detalla que que “toda la DGE será evaluada”. Lo que se pondrá en tela de juicio es si los alumnos realmente aprenden y, en caso de que esto no ocurra, se determinará a quién corresponden las responsabilidades.

Examen anual. Los ciclos lectivos continuarán divididos en trimestres, pero se sumará una evaluación anual, global, cuya nota será promediada con el resto de las obtenidas durante el año.

La misma dirección se encargará de elaborar una evaluación integradora de carácter provincial que se tomará entre octubre y noviembre. Ésta podrá ser de diferente tipo (oral, escrita, práctica).

A esto, se sumará una evaluación específica de Lengua y Matemática que los docentes podrán tener como insumo y que se tomará en abril desde segundo grado de primaria hasta el último año de la escuela secundaria.

Además, en octubre se hará una evaluación muestral (que no incluirá a todos los alumnos) cuyos resultados permitirán reorientar -de ser necesario- la tarea curricular de las escuelas.

“Las escuelas tienen que organizar cómo quieren hacer la evaluación del trimestre, es decir que se da libertad en este sentido para que se autoadministren”, dijo Cunietti.

Destacó que en cuanto a herramientas a fortalecer “hay dos aspectos fundamentales: uno que es la comprensión del mundo, lo que se logra a través de la lectura. El otro es la resolución de problemas a través de las operaciones matemáticas”.

Padres presentes. Otro de los temas relevantes de esta nueva propuesta es que se busca que los padres se involucren en el proceso de aprendizaje de sus hijos. Por eso, al hablar de las evaluaciones se contempla que tanto unos como otros sean informados claramente sobre los contenidos a evaluar y los criterios de corrección.

Hablan de rearticular el espacio del adulto como una forma de proteger las escolaridades en riesgo a las que el Estado debe estar atento y por las que interpelará a los padres.

Escolaridad protegida. Es la instancia a la que ingresarán los alumnos en riesgo con la intención de lograr un acompañamiento personalizado de su trayectoria escolar y prevenir la deserción.

Iaies explicó que “cuando se vea que el chico no puede seguir el proceso como el resto de sus compañeros, tendrá un supervisor y un docente que lo acompañarán por fuera del aula y se reintegrará a ésta cuando esté listo para hacerlo”. Esto se aplicará en la secundaria.

Faltas

Se establecerá un nuevo sistema de asistencia y control de ausentismo de alumnos.

Iaies aseguró que esto no ha existido los últimos años por lo que los alumnos acumulaban faltas, pero sostiene que esto tiene severas consecuencias en el proceso de aprendizaje en tanto se pierde continuidad.

“La asistencia expresa responsabilidad”, un valor que se debe proteger, se explicó. Esto porque se considera que el abandono escolar es una consecuencia de un largo proceso de desenganche gradual.